Los primeros parlamentos se crearon, ya en la Edad Media, para autorizar los gastos del Rey, ordenando recaudar los impuestos. Esto quiere decir que la primera función de los parlamentos era, precisamente, la presupuestaria. En la actualidad, la función de examinar, debatir y aprobar los presupuestos sigue siendo una función esencial de los parlamentos. Sin embargo, las consecuencias de no tener presupuestos están muy suavizadas por la prórroga automática prevista en el art. 134 de la CE.
Economista e inspector de Hacienda del Estado. Exdiputado en el Congreso. Autor de 'Y esto ¿quién lo paga?'