Donald Trump tiene ya identificado a un posible candidato para suceder a Jerome Powell al frente de la Reserva Federal si el expresidente gana las elecciones de este mes de noviembre. Una figura icónica para la economía conservadora a la que él mismo premió cuando estaba en la Casa Blanca, en 2019: Arthur Laffer, el hombre de la 'servilleta' en la que recomendó bajar impuestos para aumentar la recaudación pública.
Trump ha advertido que Powell, cuyo mandato acaba en 2026, no repetirá como presidente de la Fed si de él depende. El actual dirigente del banco central y Trump tuvieron varios encontronazos, ya que el expresidente creía que la subida de tipos era una forma de 'boicotear su Gobierno' e insistía públicamente en que la Fed tenía que bajar tipos para estimular la conomía, indepndientemente de si el ciclo económico lo necesitara o no.
Según han asegurado el Wall Street Journal y Bloomberg, Trump está pensando reemplazar a Powell con Laffer, un icono de la campaña para recortar impuestos. Este economista pasó a la historia con una servilleta en la que dibujó la teoría de la 'Curva de Laffer', que inspiró a Ronald Reagan y a Margaret Thatcher y que acabó en una vitrina del Museo de Historia Americana. A sus 84 años sigue a pleno rendimiento, y hace solo dos meses que escribió un nuevo libro sobre los efectos de los impuestos.
Uno de los asesores de Trump, Steve Moore, explicó a la prensa que "necesitamos un presidente de la Reserva Federal que esté a favor del crecimiento económico, de la estabilidad del dólar y de una inflación baja, y no hemos tenido eso en los últimos tres años". Por ello, "necesitamos un nuevo presidente de la Fed que reduzca la inflación al 2% pero que también apoye las políticas de crecimiento económico". El mensaje implícito es que Powell no es la persona apropiada para conseguir esos objetivos.
El propio Moore fue propuesto por Trump como miembro de la junta directiva de la Fed durante su mandato, pero él mismo retiró su candidatura ante las críticas de senadores republicanos (cuyo voto era necesario para confirmarle en el cargo) y de otros economistas.
Independientemente de las credenciales de Laffer, el principal riesgo de su nombramiento es que se dé una imagen de politización abierta del banco central, que históricamente ha estado gestionado por tecnócratas. Si los mercados creen que el presidente de la Fed se limita a obedecer órdenes de la Casa Blanca, y que está dispuesto a estimular la economía aún a costa de disparar la inflación, los efectos pueden ser muy dañinos a largo plazo: no hay más que ver lo ocurrido en Turquía ante las presiones del presidente, Recep Tayyip Erdogan, a todos sus banqueros centrales para bajar tipos a toda costa.
