Retail - Consumo

La tormenta normativa hunde a la pesca: Europa importa ya el 70% de lo que consume

Los pescadores temen más a la tormenta normativa que a las meteorológicas. Archivos

Europa se arriesga a perder su autonomía alimentaria. Al menos en cuanto al pescado se refiere. Las importaciones extracomunitarias suponen ya más del 71% de todo el volumen que se consume en la Unión Europea y hasta el 78% en términos de facturación. Pero, ¿de donde viene el producto? Según el último informe elaborado por la patronal Fedepesca, el 69% se compra a Estados Unidos, Marruecos y Perú. Y, aunque España es un país eminentemente pesquero, una quinta parte de todo lo que los europeos compramos fuera acaba aquí.

Javier Garat, secretario general de la patronal Cepesca, alerta de que el problema es "muy similar al de los agricultores y ganaderos no solo en España, sino en toda la Unión Europea": Según dice, "la fuerte presión normativa por razones medioambientales está provocando que se aprueben normas de imposible cumplimiento, algunas de las cuales ponen al límite al sector". La Unión Europea es el principal mercado mundial del pescado y los productos pesqueros y el cuarto mayor productor mundial por detrás de China, el resto de Asia y América. A pesar de la caída continuada del consumo durante los últimos años, España sigue siendo el tercer consumidor, por detrás de Malta y Portugal. Sin embargo, la flota no para de reducirse y el nivel de empleo es cada vez menor, sin que haya tampoco un relevo generacional.

De acuerdo con los datos de Cepesca, si en 2013 la flota europea estaba integrada por un total de 86.818 buques en 2021 se había reducido, según los últimos datos disponibles a 74.551. Es decir, 12.262 menos. Garat deja claro que "los pescadores tienen más miedo a las tormentas administrativas que a las del mar", por lo que su objetivo es que en las próximas elecciones europeas "se tenga en cuenta la pesca y que el próximo comisario europeo se desvincule de medioambiente".

En el centro del debate

El secretario general de Cepesca aboga por situar a los pescadores en el centro del debate de la política pesquera de la UE y reclama que "todo el mundo compita en igualdad de condiciones". Y es que, según dice, está entrando pescado capturado a miles de kilómetros, sin cumplir las mismas normativas que se exigen a los pescadores europeos, y a precios más bajos que los de aquí. Para el sector, una de las mayores amenazas a su futuro dentro del paquete de medidas aprobado el año pasado en el Plan de Acción lo constituye el incremento de las Áreas Marinas Protegidas (AMP) del 12% al 30% en las aguas de la Unión Europea, así como la eliminación gradual de la pesca de arrastre de fondo en todas estas áreas de aquí al 2030. Este veto afecta a 7.000 buques que aportan el 25% de los desembarques totales y generan el 38% de los ingresos de la flota europea.

Pero las flotas pesqueras no son las únicas afectadas. María Luisa Álvarez, directora general de Fedepesca, la asociación que agrupa a las pescaderías tradicionales, advierte también de que "la obsesión medioambiental de Bruselas está poniendo en riesgo muchas pescaderías" y denuncia el cierre de 5.000 establecimientos en los últimos años. "Hoy en día es díficil vivir de la venta de productos pesqueros y se está poniendo en peligro la producción y distribución digna de alimentos básicos, la única forma de asegurar una alimentación de calidad y un consumo saludable".

La responsable de Fedepesca coincide también en que frente al tsunami normativo al que está sometida la UE se está produciendo una "competencia desleal de productores pesqueros que entran en el mercado europeo de productos sin las mínimas garantías de sostenibilidad social y medioambiental". El sector pesquero recuerda que depende de la salud de los ecosistemas marinos y que es el primer interesado en proteger mares y océanos para salvaguardar su futuro y el de su actividad, pero insiste también en que la elevada presión normativa en Europa les está poniendo contra las cuerdas.

Cierre de pescaderías

La directora general de Fedepesca recuerda que desde 2007 se ha perdido ya un 30% del empleo en las pescaderías, aunque el comercio tradicional de pescado suma todavía 6.200 establecimientos que dan trabajo a 23.000 personas y pone un especial énfasis en el deterioro de la dieta ante la caída del consumo, que no llega ya ni a 25 kilos al año por persona, con un gasto de únicamente 221 euros. La presión normativa y la caída del consumo no son, sin embargo, el único problema que tiene el sector del pescado, el cual se enfrenta también a un déficit en las tripulaciones ante la falta de relevo generacional. Es un problema estructural que viene arrastrando la flota pesquera desde hace ya varios años y ante el que no parece haber solución. El sector muestra así su "preocupación debido a que gran par te de los mandos están cercanos a la jubilación, y no hay relevo generacional previsto, y es necesario atraer a los jóvenes hacia la profesión".

El sector reclama ante todo ello iniciativas como el contacto con las escuelas náutico-pesqueras, la promoción de la Formación Profesional Dual, las propuestas de ampliar determinadas atribuciones a los titulados o la firma de los principios básicos de un acuerdo marco con los sindicatos para la flota de altura y gran altura. De momento, el número de trabajadores que se dedican a la pesca marítima también viene recortándose debido a la reducción en el número de barcos de nuestra flota. Los 35.669 hombres y mujeres del mar que ocupaban el sector pesquero en España en 2012 se han reducido ahora así a poco más de 30.000.

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