Un fondo de inversión es un vehículo que reúne el dinero de diversos ciudadanos o compañías para invertirlo de modo conjunto, delegando en un gestor la capacidad de decidir dónde hacerlo.
Con una sola inversión, puedes tener distintas acciones o bonos en cartera. Además, al hacerlo junto con otros inversores, la suma es mayor y permite tener acceso a los mejores gestores y a un menor coste que hacerlo de modo individual.
El inversor español tiene a su disposición miles de fondos de inversión, que también son vehículos de inversión colectiva. La enorme mayoría resultan accesibles para cualquier tipo de ahorrador, mientras que otros están sólo al alcance de las grandes fortunas o empresas.
Los fondos de inversión en España están regulados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El dinero aportado por los todos los inversores a un fondo de inversión se suma para formar el patrimonio del fondo. Este patrimonio es administrado por una entidad gestora, que se encarga de tomar decisiones de inversión en nombre de los inversionistas.
¿Cómo funciona un fondo de inversión? El fondo invierte el dinero de todos los partícipes según su política de inversión y el criterio de su equipo gestor, de acuerdo con las bases que ha establecido en el folleto del fondo de inversión.
El gestor del fondo invierte el dinero del fondo en una variedad de activos financieros, como acciones, bonos, bienes raíces u otros instrumentos. La idea es diversificar las inversiones para reducir el riesgo y aprovechar las oportunidades de diferentes mercados (no poner los huevos en la misma cesta).
Cada fondo de inversión tiene un objetivo específico, como obtener ganancias a largo plazo, preservar el capital o generar ingresos regulares. Además, tiene una estrategia de inversión que establece cómo se seleccionarán y administrarán los activos para alcanzar ese objetivo.
El fondo tiene un valor liquidativo que se calcula dividiendo el valor total de los activos del fondo entre el número de participaciones en circulación. Este valor representa el precio de cada participación y se actualiza diariamente.
Todas las posiciones que tiene el fondo, que físicamente están en una entidad depositaria distinta a la gestora, se valoran diariamente para calcular el patrimonio del fondo y el valor de cada participación. Si un día sacamos el dinero, lo haremos a la valoración que se haya realizado ese día o el anterior en función de a qué hora hemos dado la orden de reembolso.
Si los activos tienen un buen desempeño, el valor liquidativo del fondo aumentará y los inversores verán un crecimiento en la rentabilidad de sus participaciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la rentabilidad también puede ser negativa si las cosas van mal.
Los fondos de inversión ofrecen numerosas ventajas para la inversión a largo plazo:
No hay una respuesta definitiva sobre cuánto puedes ganar con un fondo de inversión. El rendimiento o ganancia que puedes obtener al invertir en un fondo de inversión puede variar significativamente y depende de varios factores. Estos factores incluyen el tipo de fondo de inversión en el que inviertas, la estrategia de inversión del fondo, el rendimiento pasado del fondo (aunque rentabilidades pasadas no garantizan futuras) y las condiciones actuales del mercado.
Es importante tener en cuenta que las inversiones siempre conllevan riesgos. Los fondos de inversión están expuestos a las fluctuaciones del mercado, lo que significa que el valor de tus inversiones puede subir y bajar en función de cómo se comporten los activos en los que invierte el fondo.
Hay tanta diversidad en los fondos de inversión que resulta complicado dar una cifra agregada. Dependerá sobre todo del riesgo que estamos dispuestos a asumir y el tipo de activo elegido. Históricamente, los fondos de renta variable han tenido mejor rentabilidad a largo plazo que los fondos de renta fija, aunque también muchos más sustos por el camino.
Por eso es tan importante elegir bien tanto el tipo de fondo, según su riesgo, como la categoría y el equipo gestor al que confiamos nuestro dinero. Por ello es muy importante poder comparar entre distintos fondos.
Puedes invertir en fondos de inversión directamente a través de la gestora que los ‘fabrica’ o a través de otras plataformas de fondos o brókers. En España, sólo las gestoras nacionales ofrecen la posibilidad de contratar directamente sus fondos de inversión. Las firmas internacionales sólo ofrecen la opción de hacerlo a través de una entidad comercializadora.
Para poder contratar un fondo, tan sólo es necesario darte de alta como cliente en la gestora o en la plataforma correspondiente, dar una orden de suscripción por la cantidad que deseemos y realizar la transferencia a la cuenta que nos faciliten.
Eso sí, antes de invertir en fondos de inversión, toda plataforma o gestora te hará varias preguntas para saber si puedes invertir en determinados fondos o no, lo que se conoce como cumplimentar el perfil de riesgo. En Finect tenemos una herramienta para poder calcular el perfil de riesgo para invertir.
Para responder esta pregunta primero hay que hacerse otras, como para qué necesitamos el dinero, qué tipo de rentabilidad necesitaremos para alcanzar nuestros objetivos y, especialmente, hasta qué punto vamos a tener que necesitar ese dinero en los próximos meses.
Elegir un fondo de inversión adecuado depende de varios factores, como tus objetivos financieros, horizonte de inversión, tolerancia al riesgo y conocimiento sobre los mercados financieros.
Si no vamos a tocar el dinero en un plazo considerable de tiempo, los fondos de renta variable ofrecen la mejor rentabilidad a largo plazo. Pero hay que tener claro que su volatilidad es mayor. Por eso, si vamos a tener necesidad de recurrir a ese dinero a corto plazo, quizá no sean la opción más apropiada porque podríamos tener que vender en el peor momento.
En este escenario, tendríamos que buscar opciones más conservadoras y con menor volatilidad entre los fondos de renta fija, pero de nuevo prestando mucha atención a los productos concretos que seleccionemos.
En Europa todos los fondos tienen un indicador de riesgo, SRRI, definido por los reguladores y supervisores de la industria, que va desde un 1 cuando se considera que es bajo hasta un 7 cuando es alto. Un inversor puede elegir un fondo que esté en línea con su propio perfil de riesgo o hacer una cartera equilibrada entre fondos con distintos riesgos cuyo riesgo total esté en línea con su perfil.
A continuación te dejamos algunos pasos que puedes seguir para seleccionar un fondo de inversión:
Recuerda que la diversificación también es importante. Considera construir una cartera de inversiones diversificada que incluya una combinación de diferentes clases de activos y fondos de inversión para reducir el riesgo general.
Los fondos de inversión, al igual que cualquier otra forma de inversión, conllevan ciertos riesgos que los inversores deben considerar antes de invertir su dinero. Algunos de los riesgos más comunes asociados con los fondos de inversión incluyen:
Es importante tener en cuenta que estos riesgos pueden variar según el tipo de fondo de inversión y los activos en los que invierte. Antes de invertir en un fondo, es recomendable leer detenidamente el folleto del mismo para no llevarse sustos.
Los fondos de inversión, eso sí, están al margen de los balances de las entidades y no les afectan los problemas que éstas puedan sufrir. La clave está en cómo evolucionan los activos en los que invertimos a través del fondo.
Los fondos de inversión suelen cobran comisiones para cubrir los costos de gestión y administración de los mismos. Estas comisiones pueden ser muy importantes para la rentabilidad final de la inversión.
Si su fondo está entre los más caros, cerca del límite, el inversor debe asegurarse de que el gestor realmente está ganándose ese sueldo y consigue superar de modo constante a lo largo del tiempo al resto de fondos comparables. Si no, mejor pasar a uno barato, ya que la diferencia en comisiones a largo plazo puede suponer muchos miles de euros al final de la inversión.
Las comisiones de los fondos de inversión pueden variar según el fondo y la entidad gestora, pero estas son las más comunes:
Es importante tener en cuenta que las comisiones pueden variar según el país, el tipo de fondo y la entidad gestora. Antes de invertir en un fondo, es fundamental revisar detenidamente la documentación del fondo para conocer las comisiones específicas que se aplican.
Además de las comisiones directas, hay otros gastos que también pueden mermar nuestra rentabilidad, por lo que es aconsejable fijarse en la cifra de gastos corrientes del fondo o el TER (expresados como un porcentaje sobre el patrimonio del fondo). Los gastos totales incluyen las comisiones de gestión y depositario, los servicios exteriores y otros gastos de explotación.
La fiscalidad de los fondos de inversión depende de la legislación fiscal aplicable en cada momento. Las ganancias obtenidas con un fondo de inversión se deben declarar en la declaración de la Renta, en el año en el que se hacen efectivo el reembolso de las acciones.
Estos son los tramos de tributación de los fondos de inversión en España:
Las ganancias o pérdidas patrimoniales derivadas de la inversión en fondos hay que indicarlas en la declaración de la Renta del ejercicio correspondiente a la fecha de reembolso de las participaciones.
Además, puedes compensar las ganancias que hayas obtenido en la declaración con las pérdidas de ejercicios anteriores. Aquí te contamos cómo compensar pérdidas y ganancias de los fondos de inversión en la declaración de la Renta.
Una gran ventaja de los fondos de inversión en España respecto a otros productos para invertir es la figura del traspaso de fondos de inversión, que te permite mover tu dinero de un fondo a otro sin necesidad de tributar en ese momento por las ganancias obtenidas con el fondo.