Vall Companys ha puesto en marcha la creación de un gigante cárnico en Latinoamérica. El grupo catalán ha desembarcado en Colombia, Perú, México, Uruguay y Brasil con la compra de participaciones minoritarias en empresas en cada uno de estos países, lo que le permitirá reducir la dependencia del mercado español tras las últimas compras realizadas también a nivel nacional, como la de Sada.
"Hay una demanda creciente de proteína animal en los países emergentes, especialmente en Latinoamérica y nuestro objetivo es desarrollar una estrategia de internacionalización tanto de la producción como de la distribución", explica Tomás Blasco, responsable del crecimiento exterior de la empresa. Según dice, "nuestra idea pasa por buscar socios locales con una mentalidad a largo plazo para poder ser un actor relevante en cada uno de los países, al tiempo que diversificamos inversiones y reducimos los riesgos de nuestro negocio". Con una facturación en el último año de alrededor de 4.000 millones de euros, un tercio más que en 2023, cerca del 40% de las ventas de Vall Companys provienen ya de la exportación. Más allá de Latinoamérica, el grupo está ultimando ahora también asimismo su desembarco en África, con la entrada en Angola de la mano igualmente de un socio local.
En el caso latinoamericano, la última operación ha sido la compra del 32,77% en la brasileña Master Agroindustiral, especializada en la producción de carne de cerdo. Se trata de una compañía con una estructura verticalizada, que cuenta con tres fábricas de pienso y dos plantas de sacrificio y despiece, con 39.000 madres y una producción anual de un millón de cerdos y más de mil empleados. "Brasil es un mercado productor que tiene mucho sentido para nosotros porque aporta la ventaja competitiva de la materia prima y Vall Companys tiene las vías del comercio internacional ya abiertas", explica Blasco. La compañía tiene una marca para la gran distribución, Sulita, que cuenta ya con una fuerte presencia en el Estado de Santa Catarina.
Potencial
En la misma línea, en México el grupo ha creado, junto a la compañía Loto Hermanos, la empresa VallPork. En este caso, según Blasco, "se trata de un mecado local creciente, una zona económica potente a nivel de consumo donde nos hemos concentrado con la integración ganadera y tenemos ya 5.000 madres". En Colombia, Vall Companys ha adquirido el 40% de las acciones de la compañía agropecuaria Goloso del Valle, que tiene presencia tanto en ganadería como en la comercialización final, pero no en sacrificio. "Acabó el último año con 4.000 madres y el objetivo ahora es duplicar esta cifra en tres años y llegar a una crianza de 250.000 cerdos de engorde", cuenta Blasco.
Asimismo, en Perú se ha firmado una alianza con la familia Ponce Secada, los mayores productores avícolas del país, aunque para el desarrollo del sector porcino, con un 40% del capital y en Uruguay, un mercado más pequeño, se ha adquirido el 40% de La Constancia, empresa cárnica de referencia en el país, propiedad de la familia Urgal y que opera con marca propia. Según el resposnable de internacionalización de Vall Companys, "el valor de la operación se basa en la adquisición de 2.400 madres, terrenos, granjas y un centro de sacrificio y despiece"
