La falta de nuevos Presupuestos para 2024 obligará a los contribuyentes que cobren el Salario Mínimo Profesional (SMI) a pagar IRPF y borra de un plumazo las ventajas fiscales a las rentas más bajas (aquellas inferiores a 22.000 euros), que podrían ahorrarse entre 33 euros y hasta 255 euros al año por la bajada de las retenciones anunciada.