Motor

Volkswagen Escarabajo: un encargo de Hitler a Porsche

Nació antes de la II Guerra Mundial y siguió vivo hasta comienzos del siglo XXI. El Volkswagen Escarabajo original es uno de los grandes mitos de la automoción, con más de 21 millones de unidades vendidas. Una historia apasionante la del 'coche del pueblo'. Las sombras del colaboracionismo del automóvil con el régimen nazi de Hitler.

El 1934 Ferdinand Porsche recibió un encargo de Adolf Hitler. Y no uno cualquiera. El líder del régimen nazi había ideado un entramado de autopistas que habrían de unir varios puntos de Alemania de forma rápida, con el objetivo de mejorar las comunicaciones. Pero claro, de nada serviría esto si la población no tenía vehículos para transitarlas. En este momento, Hitler le dice a Porsche que necesita un coche económico, con espacio para transportar a dos adultos y tres niños, capaz de superar pendientes del 30% y de alcanzar una velocidad de 100 km/h. Había que motorizar a la población, así que el nuevo vehículo tenía que ser económico, robusto y de fácil mantenimiento.

El futuro VW empezaba a tomar forma en la cabeza de Ferdinand y el motor que habría de mover al coche sería un sencillo cuatro cilindros bóxer, con 985 cc y 25 CV, refrigerado por aire y ubicado en la parte trasera. La tracción también sería trasera. Hitler se implicó también en el diseño y le propuso a su creador que el coche debería estar inspirado en la naturaleza. El resultado fue una carrocería con forma de Escarabajo, muy curiosa y con una aerodinámica ciertamente cuidada. Pero ojo, que aquí hubo ciertos problemas, ya que el diseño del coche resultó ser copiado -o al menos inspirado- del Tatra T97, un modelo checoslovaco que se fabricó entre los años 1936 y 1939, perteneciente a una empresa que denunció a VW por el plagio. Finalmente, VW acabó pagando una cuantiosa suma en compensación a principios de los años 60.

El 'coche del pueblo' estaba en camino, y durante un par de años se realizaron pruebas constantes de cara a comprobar su fiabilidad. Unas 30 unidades rodaron durante más de 2 millones de kilómetros con ese fin. Y así, en 1938 comienza la producción del Escarabajo, cuyo nombre comercial original era KdF-Wagen. Su puesta de largo tuvo lugar ese mismo año con Porsche al volante y Hitler de copiloto. Se había creado una especie de ciudad en torno a la fábrica, en la que vivían todos los trabajadores de la misma. Incluso el suministro eléctrico de la planta era propio. El Volkswagen iba a convertirse en una pieza clave en la economía y el desarrollo de Alemania.

Curioso sistema de financiación

Resulta curioso saber que los trabajadores tenían acceso a la compra de un Escarabajo mediante un sistema por el cual se le descontaban 5 marcos semanales (el suelo mensual era de unos 200-300 marcos) durante largo tiempo. Una vez habían llegado a los 90 marcos debían aportar otros 500 en conceptos de seguro y finalización del pago. Las normas eran muy estrictas: si se fallaba algún mes en el cobro o si se perdía el documento que acreditaba la 'financiación', el trabajador perdía todas sus opciones. Aún así, más de 300.000 contratos fueron firmados. Ninguno llegó, sin embargo, a término. No hubo un solo trabajador que recibiera su ansiado Volkswagen.

Fue entonces cuando estalló la II Guerra Mundial y la fábrica de Wolfsburgo paralizó la producción de su nuevo coche popular, para dedicarse a fabricar variantes de este mismo coche con fines militares, como los famosos Kübelwagen y Schwimmwagen (anfibio). Terminado el conflicto bélico y tras reconstruir una planta que había quedado arrasada por los misiles, en 1945 se reanuda la producción. Comienzan entonces a salir de las cadenas de montaje 2.000 unidades anuales. Una cifra que crece y crece hasta llegar a una producción de 100.000 unidades al año en 1952, y de 1 millón entre los años 65 y 73.

A partir de los años 70 la producción del Volkswagen Escarabajo queda relegada a países emergentes. Desde entonces, Méjico y Brasil son los encargados de continuar dando vida al mítico coche alemán. De hecho, es en este momento cuando recibe un restyling y aumenta la cilindrada y potencia de su motor, hasta alcanzar los 50 CV. Finalmente, tras más de 60 años y 21 millones de unidades vendidas, el clásico Escarabajo, Beetle, Käfer, Vocho, Bug o como quiera cada uno llamarlo, se retiraba de los concesionarios. Eso sí, con la cabeza bien alta, que sólo unos pocos se han elevado a la categoría de mitos del automóvil por méritos propios.

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