Infraestructuras y Servicios

Sánchez da un impulso a la alta velocidad vasca tras dos años de parón y décadas de retrasos

Tren de alta velocidad de Renfe.
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El tren de alta velocidad vasca reinicia la marcha tras dos años de parón en la toma de decisiones -y muchos más de múltiples retrasos-, para acelerar su llegada a Euskadi. El Gobierno central ha autorizado el convenio para que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu asuma las obras de la estación a Bilbao, que tendrán un coste de 226 millones que adelantará la comunidad autónoma.

Los socialistas han querido demostrar al PNV su voluntad de cumplir los compromisos pactados en su acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Y que mejor que hacerlo con un impulso definitivo a la alta velocidad vasca, que acumula años de retraso que lastran la conectividad de la región. Un gesto importante para los nacionalistas vascos y para la sociedad en general.

Tras más de 30 años de la puesta en marcha de la primera línea de alta velocidad - Madrid y Sevilla en 1992-, tan solo cinco comunidades autónomas españolas no tienen esta conexión ferroviaria, Euskadi y Navarra, entre ellas. Una situación que deja a la economía vasca 'aislada' del resto. Es de destacar que el primer estudio vigente para la 'Y' vasca data de 1989.

Así, Moncloa cede al Ejecutivo vasco las obras de acceso a Bilbao, una demanda acordada con la formación jeltzale hace dos años, en la que accedió a dejar en manos vascas las obras pendientes en Álava y Vizcaya.

El Consejo de Ministros ha dado luz verde al convenio entre Adif, gestor ferroviario, y el Gobierno vasco para que éste se encargue de la construcción de la plataforma de acceso a la estación de Bilbao-Abando. La redacción del proyecto y las obras representan una inversión de 226,5 millones de euros. La administración autonómica, bien directamente o a través de la entidad Red Ferroviaria Vasca-Euskal Trenbide Sarea (ETS), se encargará de esta construcción.

Seguridad no ferroviaria

En paralelo, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a través de Adif AV, redactará el proyecto y ejecutará las obras de vía, electrificación, instalaciones de seguridad y comunicaciones e instalaciones de seguridad no ferroviaria, actuación que cuenta con un presupuesto de otros 53,59 millones.

En concreto, el Gobierno Vasco diseñará y ejecutará el nuevo acceso ferroviario a Bilbao. Un gran túnel -de algo más de seis kilómetros- que unirá la localidad de Basauri con la futura estación soterrada de Abando. Un túnel que difícilmente estará terminado para 2027, fecha estimada por las instituciones. Sí habrá un apeadero provisional a las afueras de Basauri, hasta que concluya el acceso a la estación de Abando de Bilbao.

Estación de Abando en Bilbao.
Estación de Abando en Bilbao. EuropaPress

El tren de alta velocidad entrará en el túnel, tras superar el viaducto Zaratamo-Basauri, sobre el que se instalará el apeadero, y discurrirá por las faldas del monte Malmasín bajo la autopista AP-68 y el río Bolintxu. Posteriormente, bordeará el barrio bilbaíno de San Adrián y se adentrará al centro de Bilbao, por una de sus arterias principales de acceso, bajo la calle Juan de Garay.

Euskadi tiene experiencia con las encomiendas. La primera llegó con el ramal guipuzcoano, trazado que está a punto de finalizar. A diferencia del guipuzcoano, el Ejecutivo vasco no descontará del Cupo que entrega anualmente al Estado lo que va invirtiendo en los trabajos. Así, adelantará los 226,5 millones, dinero que se irá reservando en los Presupuestos Generales del Estado y se entregará al Gobierno Vasco según vaya certificando las labores.

El pacto entre el Gobierno central y el vasco será rubricado en un acto conjunto, previsiblemente en Bilbao.

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