Madrid
Rovi busca hacer caja en su área de negocio más lucrativa: la fabricación de productos farmacéuticos para terceras empresas. La firma de los López-Belmonte registró en facturación de 409,30 millones de euros en 2023, casi el 50% de los ingresos de todo el grupo el año pasado. "Para el análisis de estas alternativas, Rovi ha contratado los servicios de Lazard Asesores Financieros. Es importante señalar que no se ha concluido dicho análisis y que no se ha tomado decisión alguna ni procede informar de nada concreto al respecto", dice la compañía en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Una de las razones que hay detrás de esta operación se encuentra en las previsiones que tiene el grupo para 2024. "Se espera que los ingresos operativos disminuyan en la banda media de la primera decena (es decir, la decena entre 0% y 10%) frente a 2023 (829,5 millones de euros)", explicaba la empresa tras la presentación de sus resultados anuales la semana pasada. Rovi creció exponencialmente tras el acuerdo con Moderna para fabricar su vacuna del Covid y aquel contrato permitió a la compañía crecer tanto reputacionalmente como en factuación, hasta el punto que la catapultó hasta el Ibex 35.
El problema ahora es que la pandemia ha concluído y que la firma necesita que esta rama de negocio no decaiga. Este medio adelantó dos movimientos que se están produciendo este año y que están directamente relacionados con el negocio para el que ahora buscan socios inversores. Por un lado, las instalaciones que la farmacéutica tiene en San Sebastián de los Reyes están inmersas en una remodelación que duplicará su capacidad productiva. "Las nuevas líneas van a tener una capacidad de producción de inyectables y viales de 57.600 y 36.000 unidades a la hora, respectivamente, lo que supondrá un incremento del 111,43% respecto al total de la capacidad productiva actual, que es de 84.000 unidades a la hora", explicaba el documento al que este periódico tuvo acceso.
Junto con este movimiento, las fábricas de Rovi en Granada recibieron una buena noticia hace unos días. La FDA estadounidense viajó hasta la ciudad andaluza para inspeccionar las plantas, que son las únicas en España que tienen tecnología de ARN mensajero para producir vacunas. El resultados del análisis fue satisfactorio para la empresa española y desde ahora ya puede exportar a los Estados Unidos. En este momento, solo fabrica las vacunas contra el Covid, pero el acuerdo con Moderna es para una década y la empresa americana ya tiene en últimas fases de investigación dos nuevos sueros: gripe y Virus Respiratorio Sincitial (responsable de la bronquiolitis).
Sin embargo, ambas operaciones podrían no ser suficientes para impulsar los ingresos, de ahí la operación que barajan los asesores de Lazard tras el encargo de Rovi. El mercado ha interpretado esta tesis también y desde que la compañía ha hecho público sus intenciones el valor ha subido como la espuma. Al filo de las 11 de la mañana los títulos valían un 3,72% más que al cierre de la jornada de ayer.
El resto de áreas de negocio
La fabricación a terceros es el activo con más valor ahora para Rovi. No en vano, en 2019 la farmacéutica ingresó 65,6 millones de euros y durante el año pasado la cifra alcanzó los 409 millones.Las heparinas, que históricamente ha sido el negocio principal de Rovi, están de capa caída. El año pasado la facturación bajó en un 5% y hoy por hoy no representa ni el 30% del negocio. El resto de los activos son diversas licencias de comercialización que tiene la compañía, como Neparvis (Novartis), que facturó 45,5 millones de euros, así como su producto propio, Okedi (para la esquizofrenia), que tras conquistar Europa está pendiente de la decisión de la FDA americana para entrar en ese mercado. La fecha marcada en rojo en el calendario es el 29 de marzo.
