Una de las peores situaciones que le pueden suceder a una persona que tiene un vuelo es que el viaje se retrase. Esto puede ocasionar cambios de planes, que no lleguemos a una cita, que perdamos tiempo de vacaciones...y también, en algunos casos, compensaciones por parte de las aerolíneas.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica en su página web que las aerolíneas están obligadas a cumplir con ciertas compensaciones a los usuarios cuando se producen retrasos de determinadas horas en los vuelos. Esas compensaciones dependen de varios factores, entre los que destaca el tiempo de retraso.
Retrasos de más de dos horas
En este caso la aerolínea está obligada a proporcionar asistencia: comida, bebida, alojamiento, traslados aeropuerto-hotel y dos comunicaciones.
Retrasos de más de tres horas
De ser así, el viajero tiene derecho a información, asistencia, comida, bebida, dos llamadas y alojamiento con traslados si fuese necesario. Además, recibirá compensaciones de 250, 400 o 600 euros en función de la distancia y el tipo de vuelo.
Retrasos de más de cinco horas
La aerolínea tiene que prestar información, asistencia, comida, bebida, dos llamadas, alojamiento con traslados y compensaciones de 250, 400 o 600 euros en función de la distancia y el tipo de vuelo. En paralelo, el viajero tiene derecho a elegir entre viajar en un transporte alternativo o la devolución del dinero pagado en un plazo de siete días. Si procediese, además, también tendría derecho a un vuelo al primer punto de partida.
En qué casos la aerolínea no está obligada a pagar compensaciones
La OCU informa de que existen circunstancias extraordinarias "que no podrían haberse evitado incluso si se hubieran tomado todas las medidas razonable" que eximen a las aerolíneas de pagar compensaciones a los clientes. Sin embargo, hay que extremar las precauciones: en muchos casos pueden tratarse como circunstancias extraordinarias casos que no lo son: huelgas que ya estaban previstas, averías mecánicas, falta de tripulación...
