Tecnología

Probamos la 'computación espacial' de Apple, lo que viene a ser el metaverso pero con otro nombre

  • Los dispositivos 'Vision Pro' transmutan el Internet inmersivo propuesto por Meta
  • La pantalla se acomoda a la altura de la nariz, pero sin aislar al usuario del entorno
  • La tecnología hermana la realidad virtual, inmersiva, extendida, aumentada y mixta
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No, estaba muerto, ni estaba de fiesta. El metaverso tiene argumentos para volver a la primera fila de la actualidad tecnológica, ahora de la mano de Apple. Quizá se imponga otro nombre para denominar el mismo concepto, pero parece claro que hay vida más allá del fiasco inicial de Meta. El efecto tractor e influencia de la compañía de Cupertino sobre el resto de la industria ha sido arrollador en las últimas décadas y todo apunta a que las Vision Pro, recién salidas del cascarón, impulsarán los mismos espacios inmersivos, colaborativos y enriquecidos que hace unos años propugnaba la mayor red social del mundo.

Se trata de un nuevo territorio en el que, de alguna u otra forma, todos habitaremos. Para muchos, será la evolución natural de un Internet donde el alto y largo de las pantallas se quedará corto. Llega el turno de una tercera dimensión. Y eso sucederá en cuanto los usuarios y las industrias acepten las posibilidades de la realidad virtual, inmersiva, extendida, aumentada y mixta. Todo promete ser más realista, intuitivo y atractivo.

El camino no es fácil. Salvando las distancias, podría compararse con los primeros pasos de la telefonía móvil en nuestras vidas. Al principio, los terminales de tamaño de maleta -de precios casi millonario en pesetas- parecían una excentricidad y un despilfarro. ¿Quién va a querer hablar desde el coche?, se preguntaban los mismos que años después se pasmaban al ver a la gente conversar por la calle con un dispositivo pegado a la oreja. ¿Qué locura era esa? Poco a poco, aquel disparate se convirtió en normalidad en cuanto los móviles bajaron de precio y las redes permitieron las comunicaciones móviles.

La misma, o parecida historia, podría repetirse con los visores como los que ahora Apple propone a sus fieles, con precios de 3.500 dólares, y que el resto de la industria se encargará de democratizar en sus próximas réplicas. Y no solo reducirán el precio, sino también el peso. Para lograr esto último, se precisará que la computación en la nube de proximidad, el edge computing o sus derivados, reduzcan la carga de los dispositivos, tanto en euros como en gramos. La fuerza de proceso y la inteligencia deberán estar en el aire, en la superconductividad ubicua que nos acompañará allá donde nos movamos en el primer mundo. A ese escenario se llegará en los próximos años, ya que la industria de las telecomunicaciones trabaja en esa dirección desde hace años.

Por todo lo anterior, se antoja prematuro enterrar la ambición de Meta de construir el metaverso. Asustan las pérdidas acumuladas de más de 22.000 millones de dólares (20.400 millones de euros) en los primeros años de aventura de la compañía que antes se conocía por Facebook. Mark Zuckerberg aseguró aquel septiembre de 2021 que en el metaverso se podría hacer cualquier cosa imaginable. Y ahora viene Apple a darle la razón. Con otro discurso, diferente letra, pero con parecida música. Lo que antes se conocía como metaverso, ahora atenderá por computación espacial y, posiblemente, en unos meses podría etiquetarse como Internet inmersivo o de cualquier otra forma. Hace casi nueve meses, Tim Cook, consejero delegado de Apple, definió Vision Pro como "un nuevo tipo de ordenador que aumenta la realidad mezclando a la perfección el mundo real con el digital". Se trataba del primer producto de Apple que se ve a través de él y no delante de él. Una gafas -similares a las de bucear- por las que se puede ver, oír e interactuar con contenidos digitales, igual que si estuvieran en espacios físico. Además, las herramientas de manejo serían tan naturales como los ojos, las manos y la voz. Esa audacia recuerda a cuando el desaparecido Steve Jobs, padre de Apple, desafió al mundo con el primer smartphone sin botones para alumbrar el iPhone.

El metaverso de Meta se desplomó del cielo hasta los infiernos y ahora aparecen analistas que anticipan la remontada, a la estela de la compañía de la manzana. El fenómeno ya no será el perejil de todas las salsas tecnológicas, privilegio que corresponde a la inteligencia artificial generativa, pero tendrá su voz en decenas de sectores. Primero en los videojuegos, después en la educación y acto seguido en la comunicación en el sentido más amplio del concepto. También la industria 4.0, rendida a las ventajas de los Gemelos Digitales, podría rendir pleitesía a estos visores capaces de crear pantallas flotantes delante de los ojos.

Las Vision Pro, junto con sus evoluciones e interpretaciones producidas por otros fabricantes, virtualizarán los escritorios con unos ordenadores que se ponen la altura de la nariz, sujetos a la cabeza. La oficina sale a la calle, no necesita mesa ni silla. Y lo mismo pasa con las películas en pantallas gigantes, pero con displays situados a menos de un palmo del rostro.

El dedo índice hará honor a su apellido para indicar la app que se quiere abrir, y también para ejecutarla de inmediato al juntar este dedo con el pulgar. Es decir, todo lo que alcanza a la vista detrás de los visores se convierte en un ordenador, con todas las pestañas se pueden convertir en pantallas flotantes desplegadas virtualmente por la sala. Se pueden agrandar o empequeñecer moviendo los dedos, también arrastrar aplicaciones de una pantalla a otra, lo que revoluciona el concepto clásico de navegación online. Esta nueva forma de interactuar con los iconos del ordenador puede recordar a los más veteranos la película Minority Report, protagonizada por Tom Cruise y dirigida por Steven Spielberg hace 22 años. La escenificación de estos metaversos también pudieron inspirarse en los personajes de Wall-E, apoltronados frente a pantallas flotantes.

Desde su inicio, el gadget cuenta con más de un millón de aplicaciones, de las que 600 de ellas están específicamente diseñadas para el propio hardware. Fuentes de Apple han indicado que las experiencias espaciales de Vision Pro pueden transformar cualquier habitación en un teatro personal para desbloquear nuevas formas de colaborar, crear y ver contenido digital; y transportar a los usuarios a impresionantes entornos de juego y emocionantes lugares".

Asimismo, entre los mensajes que estos días difunde el fabricante de los iPhones, en su empeño por explicar las bondades del visor, se compara las Vision Pro como "un televisor gigante virtual", de forma que el usuario puede disfrutar de sus series, películas o vídeos en formato inmersivo, en 4K y a escasos metros del rostro… por ejemplo, desde el sofá de casa o el estrecho asiento de un avión. Youtube, Netflix y Spotify se mantienen por ahora al margen de la nueva plataforma, pero todo apunta a que no se harán de rogar en las próximas semanas e incorporarán sus contenidos para disfrute de los primeros usuarios de las Vision Pro. Por el contrario, además de Apple TV+, también se han alistado al catálogo de ofertas cinematográficas Disney+ y, en breve, se podrían sumar Amazon Prime Video, Discovery y Paramount+ con sus respectivas aplicaciones nativas.

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