economía
- 11/12/2023, 10:48
Un jubilado ha recuperado 13.604,25 euros correspondientes al complemento por maternidad y a las prestaciones económicas y actualizaciones pertinentes desde 2017, fecha en la que generó el derecho a ellas al jubilarse.
Un jubilado ha recuperado 13.604,25 euros correspondientes al complemento por maternidad y a las prestaciones económicas y actualizaciones pertinentes desde 2017, fecha en la que generó el derecho a ellas al jubilarse.
Los cerca de 10 millones de pensionistas perceptores de prestaciones contributivas son uno de los sectores importantes en la Campaña de la Renta 2021-2022 que ha comenzado este mes de abril. Un colectivo numeroso del que no todos sus miembros están obligados a presentar la declaración.
¿A qué edad podré jubilarme? Es una pregunta que muchas personas se hacen a lo largo de su vida laboral, y no siempre cerca de esa edad de jubilación, dado que se trata de una situación a menudo deseada. El periodo de espera no es uniforme y varía en función de cada persona.
La cuantía de la pensión de jubilación es la clave que determina el futuro de un jubilado, y no es para menos: supondrá su principal fuente de ingresos una vez que deje de trabajar y se convierta en pensionista.
Debido a la inmensa cantidad de reformas de los últimos años, es normal que exista cierta confusión entre los ciudadanos en todo lo que rodea a la jubilación y a la pensión que cobrarán los jubilados cuando dejen de ser trabajadores y se conviertan en pensionistas. Por eso, la Seguridad Social se encarga de comunicar información útil de todo tipo.
Hoy en día está prácticamente olvidado y en muchos sitios prohibido. Pero durante mucho tiempo, particularmente entre el siglo XVII y el XX, fue uno de los productos financieros más habituales para gobiernos e individuos, antecesor de pensiones y seguros de vida. Es la tontina, uno de los grandes precursores de las finanzas modernas.
El requisito fundamental que exigen las pensiones contributivas de jubilación es de la cotización de 15 años durante toda la vida laboral. Esta condición (a la que se suma la de que dos de esos 15 años se den en los 15 anteriores a la solicitud de la pensión) es la que vigilan los trabajadores durante su trayectoria profesional y un asunto de preocupación hasta que se puede acreditar.
No todos los ciudadanos pueden cobrar una pensión de jubilación contributiva. La razón es que, para poder percibir esta prestación, el sistema de pensiones obliga a los trabajadores a acreditar una serie de requisitos de obligatorio cumplimiento.
La pregunta que se hace una persona al jubilarse es la cuantía de la pensión de jubilación que pasará a tener cuando deje su trabajo y que, a la postre, será su principal fuente de ingresos sustituyendo a su salario.
Fruto de las diferentes reformas que le han afectado en los últimos años, el sistema de pensiones español es algo complejo y contiene varias variables que provocan que los trabajadores puedan encontrarse en perspectivas muy distintas en función de sus años trabajados a lo largo de la vida laboral.
Los ciudadanos no pierden así como así su condición de contribuyente, es decir, de persona obligada a pagar impuestos por los ingresos que recibe. Es lo que pasa cuando cobramos un salario y, aunque pueda parecer extraño, cuando se cobra una pensión, dado que en ambos casos se consideran rentas del trabajo a ojos de Hacienda.
Que una persona se convierta en pensionista no significa que haya dejado de ser contribuyente. Así, los ciudadanos que perciban pensiones contributivas de jubilación, viudedad o incapacidad permanente siguen pagando impuestos. En concreto, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, el IRPF.
¿A qué edad me podré jubilar? Se trata de una pregunta que todos los trabajadores, incluso los que bajan de la treintena, se han hecho durante su vida en algún momento. La jubilación se concibe como una meta a la que llegar, pero implica una carrera de muchos años que obliga a cumplir varios requisitos.
Todas las personas que cobran una pensión de la Seguridad Social (casi diez millones si se suman pensiones contributivas y no contributivas) lo hacen a través de una cuenta bancaria cuyos datos han facilitado previamente al organismo para que proceda a la domiciliación del cobro.
Una pregunta recurrente que surge de cuando en cuanto en la mente de todos los trabajadores es cuál será la cuantía de su futura pensión de jubilación. Da igual en qué momento de la vida se hace, ya que sigue siendo igualmente lícita por una sencilla razón: será la prestación que sustituya definitivamente a nuestro salario.
La cotización es un elemento clave para el cálculo de las pensiones de jubilación de los ciudadanos. Es por eso que los periodos en los que no se ha cotizado pueden resultar muy perjudiciales para los trabajadores, dado que ello puede disminuir la cuantía de la pensión que perciba en el futuro.
La edad media de los pensionistas que percibieron alguna de las más de 10 millones de pensiones contributivas en diciembre de 2023 superó levemente los 62 años de media (datos de la Seguridad Social), una edad que se sitúa claramente por debajo de la esperanza de vida en nuestro país. Con todo, puede suceder (y en algún momento sucederá) que un pensionista fallezca contando una pensión a su favor. De ser así, ¿qué pasaría?
Al igual que a un trabajador le preocupa su salario (dado que es la principal fuente de ingresos que le permite afrontar sus gastos), también le hace reflexionar cuál será el futuro importe de su pensión de jubilación, dado que sustituirá a ese salario como su base de ingresos, salvo sorpresas, para lo que le quede de vida.
Los trabajadores que desean jubilarse de forma anticipada, ya sea de forma voluntaria o empujados por una extinción de contrato involuntaria, pueden hacerlo siempre que tengan la edad que exige la ley y si cumplen el resto de requisitos contemplados en la Ley General de la Seguridad Social.
Dado que se convierte en la principal fuente de ingresos en la jubilación, la cuantía de la futura pensión es algo que preocupa naturalmente mucho a los trabajadores, especialmente cuando se van acercando a la edad ordinaria de jubilación.
La normativa de pensiones en España es clara respecto a los adelantos en las jubilaciones: solo pueden hacerlos los trabajadores que acumulan ciertas cotizaciones y reúnen determinados requisitos, dado que ese adelanto en la jubilación se debe compensar de alguna forma para aliviar el impacto que la ausencia prematura de sus contribuciones conlleva menos ingresos para el sistema.
Cuando una persona se acerca a la edad de jubilación (aunque a veces esa cuestión también surge antes) se pregunta con qué edad podrá jubilarse y pasar a cobrar la pensión de jubilación y retirarse completamente del mercado de trabajo. Una duda que no tiene una respuesta única, por lo que cada caso debe estudiarse de forma individual.
El requisito fundamental que exigen las pensiones contributivas de jubilación es de la cotización de 15 años durante toda la vida laboral. Esta condición (a la que se suma la de que dos de esos 15 años se den en los 15 anteriores a la solicitud de la pensión) es la que vigilan los trabajadores durante su trayectoria profesional y un asunto de preocupación hasta que se puede acreditar.
Aunque el proceso de solicitud de una pensión de incapacidad permanente es largo y tiene varias fases, quizá el momento crítico es el del tribunal médico, ya que se trata del más temido por los solicitantes y a la vez el que crea más incertidumbre y sobre el que más se ha comentado y escrito.
Adelantar la jubilación es un oscuro objeto de deseo por parte de los trabajadores, pero no tiene por qué ser una opción fácil. Todo depende de las circunstancias personales y laborales de los propios trabajadores: en algunos casos será posible hacerlo y en otros no. En todo caso, y salvo excepciones, la normativa permite jubilarse de forma anticipada de los 61 a los 66 años de edad.
Si la jubilación es el sueño de muchos trabajadores que desean poner punto y final a su carrera laboral, la jubilación anticipada es una opción con la que mucha gente fantasea por lo atractivo de ese adelanto del retiro profesional que nos evita años de trabajo. Algo que obliga a cumplir determinados requisitos que no siempre pueden acreditarse.
Con la llegada del nuevo año se introducen modificaciones en el sistema de pensiones que afectan, entre otros campos, a las pensiones de jubilación, las más numerosas de todo el sistema.
En 2024 aumentarán las pensiones contributivas en España, más de 10 millones de prestaciones de las cuales casi dos millones (1,98 millones) pertenecen a pensionistas que se ganaron el derecho a ellas trabajando como autónomos.
La llegada de un nuevo año trae noticias positivas para los pensionistas. Una de ellas es la revalorización de sus prestaciones, que en 2024 aumentarán con el objetivo de garantizar el poder adquisitivo de más de nueve millones de beneficiarios.
La llegada de 2024 implica el aumento de los ingresos de millones de ciudadanos. Esto se debe a que, con el cambio de año, las instituciones actualizan el importe de las pensiones y prestaciones que se pagan en España.