Transportes y Turismo

Opa a Talgo: Magyar Vagon desafía al Gobierno y ofrece 619 millones por el fabricante de trenes

Tren del modelo Haramain diseñado por Talgo. / Talgo

El grupo inversor húngaro Magyar Vagon ha presentado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la solicitud de autorización de una oferta pública de adquisición de acciones (opa) de carácter voluntario sobre el 100% del capital del fabricante de trenes Talgo. Como contraprestación ofrece un precio de 5 euros por acción, tal y como adelantó en noviembre tras hacerse público su interés, por lo que la compañía española quedaría valorada en unos 619 millones de euros, considerando el precio de mercado de los títulos.

El precio ofertado por Magyar Vagon supone una prima del 13,9% sobre el precio al que han cerrado este jueves las acciones de Talgo, a 4,39 euros, tras registrar un alza de más del 5% por los rumores; y del 37,7% respecto a los 3,915 euros con los que cerró la jornada del 15 de noviembre, previa a que el periódico La Información desvelase el interés del grupo magiar por hacerse con la totalidad de Talgo.

Desde entonces, la cotización de la compañía ha sufrido dos suspensiones, la primera aquel día, y la segunda tras otra publicación en El Confidencial hace un mes, que calificaba de "inminente" la operación y que disparó el valor de las acciones. Pero entonces, la CNMV informó a Magyar Vagon que aún no tenía el plácet de los bancos para confirmar que no ejercerían la cláusula de reintegro anticipado de la deuda por cambio del accionista mayoritario. Desde entonces, el grupo húngaro ha tenido que negociar bilateralmente con cada uno de los más de 20 bancos para mostrar su solvencia y recibir su aval, dando por resuelta la situación en las últimas horas.

Dudas sobre el origen ruso del capital

El grupo Magyar Vagon lanza la opa a través de su sociedad Ganz-MaVag Europe Zrl., creada a tal efecto. Su accionariado está repartido en un 55% entre un conglomerado de empresarios húngaros liderado por András Tombor, y estando el otro 45% en manos del fondo estatal húngaro Corvinus. Los antiguos negocios con Rusia de ambas partes han levantado sospechas en Moncloa, que recela de cualquier tipo de injerencia que pueda estar relacionada con Vladimir Putin.

Por esta razón, el ministro Óscar Puente desveló este miércoles en una conversación informal ante periodistas de El Periódico de España su intención de hacer "todo lo posible" para rechazar la opa húngara sobre Talgo. Esta negativa ha sido bien acogida por sus socios de gobierno, la coalición Sumar, que de la mano de su portavoz económico, Carlos Martín Urriza, comentó que "no podemos perder una empresa estratégica como ésta en el sector ferroviario". Para ello, estudian la fórmula para considerar a Talgo como una "empresa estratégica", que facilitaría el que se haga uso del llamado 'escudo antiopas' para frenar la operación.

De su lado, Magyar Vagon, Talgo y su mayor accionista, el fondo Trilantic, que está deseando deshacer su posición y salir del capital, han defendido en todo momento que se trata de una operación puramente industrial destinada a ampliar la capacidad del fabricante para cumplir con su cartera de pedidos, actualmente en máximos y con conversaciones abiertas para ejecutar más pedidos para FlixTrain, Le Train, Bulgaria o Egipto, entre otros.

Próximos hitos a cumplir

Los compromisos de la operación incluyen que Magyar Vagon mantenga la sede y el control de la compañía en España, así como el empleo en las fábricas de Las Matas y Rivabellosa. También cataloga a Renfe como socio estratégico y pretende conservar su relación comercial existente entre ambos, un mensaje clave teniendo en cuenta las actuales disputas entre el fabricante y la operadora por los retrasos en la entrega de los nuevos AVE, que pueden acabar en una multa de 166 millones de euros para Talgo.

En caso de que llegue a ejecutarse el cambio de accionariado se da por hecha la salida del consejero delegado, Gonzalo Urquijo, que fue elegido por Trilantic; pero el actual presidente y nieto del fundador de la compañía, Carlos de Palacio, podría continuar al frente. En la documentación presentada se incluye una cláusula de compensación a Magyar Vagon de 3 millones de euros, el 0,5% del total, en caso de que no se cierre la compra una vez sea autorizada por la CNMV.

La oferta, que se dirige exclusivamente al mercado español, será abonada en efectivo en su totalidad y se formula sobre la totalidad del capital social de Talgo. Está condicionada a lograr una aceptación superior al 50% del capital, la mayoría, y a que se obtengan todas las autorizaciones regulatorias y gubernamentales, que ahora parecen las más difíciles de salvar.

El Consejo de Talgo apoya la propuesta

Para que la operación siga adelante requiere de la valoración favorable del consejo de administración de Talgo, que cataloga la opa como "amistosa" y que ofrece una contraprestación atractiva. Justo después del anuncio, la dirección de Talgo ha remitido un comunicado en el que asegura que analizará la oferta "en detalle" cuando se presente el folleto a la CNMV para resolver sus dudas respecto a cuestiones como la preservación en España del empleo, la capacidad industrial, la sede y la dirección, además de que Patentes Talgo SLU conserve la titularidad de las patentes y derechos de propiedad intelectual.

El CEO del fabricante se ha comprometido a prestar a Magyar Vagon "toda la asistencia que éste razonablemente requiera para el buen fin de la oferta, en particular en lo que se refiere a la preparación y tramitación de las autorizaciones y consentimientos necesarios para su efectividad". También ha desvelado que, además de Trilantic, todos los socios presentes en el consejo han dado su visto bueno a la oferta. Los miembros dominicales del board son Javier Bañón y Javier Olascoaga, por parte de Trilantic, y Pedro del Corro, por parte de Torreal.

Una vez resueltas las dudas del consejo deberá llegar la autorización del Consejo de Ministros, previo informe favorable de la Junta de Inversiones Exteriores. El Gobierno tiene hasta tres meses para autorizar o denegar la operación, que deberá estar suficientemente motivada. Sólo entonces la CNMV podrá dar 'luz verde' a la oferta, si considera que se ajusta a la normativa vigente y el folleto presentado es suficiente. Es entonces cuando comenzará a correr el plazo de aceptación, allanando el terreno a que los inversores húngaros se hiciesen con el control del fabricante.

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