El 1 de enero de 2023 entró en vigor el Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases, que establecía nuevas reglas del juego para la industria y la distribución en materia de reciclado. José Manuel Núñez-Lagos, director general de Ecovidrio, uno de los actores fundamentales en este terreno, analiza la situación un año después.
Tras un año en vigor de la nueva normativa de envases y residuos, ¿cómo se ha visto afectada su labor?
Desde nuestra perspectiva, el real decreto ha venido no sólo a avalar, sino a potenciar la estrategia de Ecovidrio, que se basa fundamentalmente en el fomento de la recogida separada, la del contenedor, la más eficaz y más eficiente. También garantiza la máxima calidad de la recogida, que es donde nosotros ponemos muchísimo énfasis hasta el punto de tener solo un 2% de impropios. En el caso del vidrio, los planes de concienciación que hemos llevado a cabo estos 25 años han servido para garantizar una recogida y un reciclado de calidad. Además, el decreto establece recogidas complementarias en las plantas de residuos urbanos, siempre que sea eficiente, que es exactamente lo que estamos haciendo.
La industria habla de 'tsunami' normativo y reclaman flexibilidad en la aplicación de las normativas. ¿La escucharán en Bruselas?
El reglamento europeo de envases está en estos momentos todavía en proceso de discusión y no sabemos cómo acabará. La industria está reclamando, efectivamente, pero nadie se cuestiona su compromiso en avanzar en circularidad, sino que reclama plazos más realistas. Confiemos que así sea.
¿En qué posición se encuentra nuestro país en cuanto niveles de reciclaje?
En España el hábito de reciclaje de vidrio está muy consolidado y con resultados muy buenos. En 2023 hemos conseguido alcanzar la tasa de reciclado del 70%, que es el objetivo que establecen el real decreto y la directiva europea para 2025. Lo hemos cumplido dos años antes. Nos consideramos referentes en la gestión de residuos de envases de vidrio en Europa gracias a nuestra especialización desde hace 25 años. Llevamos a cabo la recogida directa, es decir, trabajamos sobre el terreno y hacemos una gestión real del residuo. En segundo lugar, por nuestros planes intensivos en hostelería, algo que nadie más hace. Y, en tercer lugar, porque somos líderes en la analítica de datos y el uso de herramientas de inteligencia artificial, precisamente porque hacemos recogida directa y contamos con todos los contenedores geolocalizados para aportarnos las métricas.
Esa concienciación, ¿es similar en todas las zonas?
No. En términos generales, hay mejores tasas de reciclado en el norte de España que en el sur. Hay unas diferencias importantes y es una de las áreas en las que queremos poner más énfasis en el futuro. Lo vemos como una oportunidad. Si hemos sido capaces de alcanzar tasas superiores al 80%, por ejemplo, en el País Vasco, si hacemos un esfuerzo importante en los próximos años en Andalucía igualaremos los porcentajes. Nuestros modelos están avalados por los resultados de otras comunidades autónomas.
Se trata de un reto importante, sobre todo en zonas turísticas con alto consumo en hostelería…
Es una de las cosas que nos diferencian, que llevamos a cabo planes con la hostelería muy potentes, con iniciativas en colaboración con Hostelería de España como EcoVares, con una inversión de 80 millones de euros en tres años y que prevén recogidas puerta a puerta en todo el país. Somos conscientes de que, en determinadas zonas, si queremos hacer una recogida eficaz, tenemos que ir a los bares, ayudándoles a más de 100.000 hosteleros al año.
Más allá de los hosteleros, ¿cómo está contribuyendo la industria al reciclaje?
Los envasadores han demostrado su en todos estos años todos al financiar todas las actividades de Ecovidrio y, en concreto, el plan estratégico 2020-2025 para cumplir holgadamente los objetivos de tanto el reciclado como de recogida separada. Ese plan ha requerido un esfuerzo económico muy importante de los envasadores, que han estado comprometidos incluso en momentos tan difíciles como los del Covid.
¿Han dejado de ver el reciclaje como una herramienta de marketing?
Sin lugar a dudas. Todas las empresas son conscientes de que tienen que poner en marcha planes de sostenibilidad y, dentro de las muchas iniciativas que están llevando a cabo en este sentido, una es el apoyo a Ecovidrio para la mejora de las tasas de reciclado, que es fundamental y aporta una serie enorme de beneficios medioambientales.
¿El nivel de concienciación está al mismo nivel en empresas y consumidores?
La industria envasadora tiende a estar mucho más concienciada que los ciudadanos, lógicamente. Pero estamos haciendo un esfuerzo enorme desde hace años a través de planes de divulgación para que la ciudadanía y la hostelería no sólo estén concienciadas, sino que se movilicen, es decir, que haga este pequeño esfuerzo de ir a esa amplia red de contenedores verdes. En esta tarea, los municipios, las administraciones, son socios. Este es un modelo de colaboración público-privada y, por lo tanto, nuestro trabajo se tiene que hacer en colaboración con unas administraciones que nos han permitido mejorar y tener unos niveles de 'contenedorización' muy buenos y ponen difícil la excusa de que el contenedor está lejos. Tenemos un nivel de reputación muy importante con la administración con una valoración de 7,9 sobre 10 según nuestros estudios. Asimismo, tenemos una fidelidad muy grande por parte de las empresas adheridas que avalan nuestro modelo.
¿Cómo ha evolucionado la concienciación? ¿Ha influido la pandemia?
La pandemia cambió un poco los hábitos del ciudadano. Cerró la hostelería y la gente empezó a consumir en el hogar. El reciclado era de las pocas cosas que se podía hacer para salir a la calle y aumentó. Pero más allá de ese hecho puntual, el covid no ha influido en unos hábitos que se construyen poco a poco a través de una lluvia fina. Están muy consolidados y no tienen por qué verse perturbados por circunstancias especiales, lo que también demuestra la solidez de nuestro modelo.
¿Cuánto vidrio lograron recoger en 2023?
A pesar de que el consumo de envases de vidrio ha decrecido en 2023 un 4%, nosotros hemos logrado recoger un millón de toneladas, lo que nos ha permitido superar una tasa de reciclado del 70%, de acuerdo con el nuevo método de cálculo que establece el real decreto.
Y en cuanto a inversión hecha el año pasado, ¿ha habido variaciones respecto al anterior?
Ha habido una inversión muy significativa, cercana a los 90 millones de euros, porque considerábamos que era necesaria para acelerar el crecimiento de las tasas de reciclado y cumplir objetivos. Hemos invertido para reforzar los planes en hostelería, de divulgación y mejorar la concienciación, para desarrollar planes de análisis de datos y el uso de las herramientas de inteligencia artificial, para también para garantizar la calidad del reciclado.
¿Qué objetivos se marcan para el 2024?
Queremos seguir creciendo en dos o tres puntos de tasa con respecto al 2023 y nos hemos planteado como objetivo alcanzar ya ese 70% que establece el Real Decreto para 2025 en recogida separada. Queremos seguir potenciando la recogida directa que para nosotros es absolutamente fundamental y demuestra nuestra especialización y la gestión real del residuo.
¿Qué más se puede hacer para fomentar el reciclado?
Estamos centrados en tres frentes. Primero en un plan de divulgación tras haber identificado en nuestras investigaciones que mucha gente todavía no sabe qué pasa con esa botella que deposita en el contenedor. En segundo lugar, continuamos con nuestros planes de marketing de concienciación ciudadana a través de muchas acciones que han tenido éxito en el pasado. Y, por último, hemos puesto en marcha el Plan Hogares, basado en herramientas de inteligencia artificial que nos permiten identificar qué barrios están por debajo de la media de reciclado para hacer campañas intensivas puerta a puerta. Hay una gran oportunidad de concienciación, movilización y mejora de las tasas. Pero también utilizamos la inteligencia artificial para mejorar la eficiencia de toda la cadena de valor al ser capaces de evaluar las rutas de recogida y optimizarlas o analizar la secuencia de llenado de los contenedores y anticipar cuándo se van a llenar. Además, diseñamos planes para las empresas adheridas, guías de ecodiseño, damos asesoría técnica y estamos involucrados en toda la cadena de valor para mejorar la eficacia de la recogida, la transparencia y la sostenibilidad. Nuestra labor va más allá del reciclado.
De cara al futuro, ¿qué es lo que queda por hacer?
Estamos elaborando el plan estratégico para que, de la misma manera que hemos hecho con los objetivos 2025, cumplir holgadamente los objetivos de reciclado y de recogida separada marcados para el 2030. Nuestros planes van a tener claramente una vocación de servicio a las empresas adheridas y estarán dirigidas a potenciar la gestión directa. Nosotros garantizamos que se recicla el 100% de los envases que se depositan en el contenedor y que se utiliza para hacer nuevos envases
