Valencia
La tensión sigue creciendo en la principal industria de la provincia de Castellón y su mayor motor económico, el sector de la cerámica. Las enconadas posiciones entre los representantes de los trabajadores y la patronal sectorial Ascer para pactar una subida salarial dentro del nuevo convenio laboral están dificultando una salida, en un sector que además sufre una aguda crisis por la subida de los costes y el posterior desplome de ventas en sus principales mercados.
Los dos principales sindicatos del sector, CCOO y UGT, han dado su visto bueno a convocar conjuntamente dos días de huelga más, en concreto los días 5 y 9 de abril. Ese mismo 9 de abril también tienen previsto realizar conjuntamente una manifestación a las 19 horas por las calles de la ciudad de Castellón como protesta ante la falta de acuerdo. Desde los sindicatos instan "inmediatamente a la patronal Ascer a sentarse con la parte social en la mesa de negociación, para solucionar el bloqueo del convenio".
El sector ya ha vivido dos días de huelga recientemente. Una movilización que además coincidió con la celebración de la gran cita anual del sector en la feria Cevisama en Valencia, los pasados días 28 de febrero y 1 de marzo.
La principal reclamación de los sindicatos es una subida salarial del 10% en tres años, con un 4%, un 3% y un 3% para los años 2023, 2024 y 2025, respectivamente, más un 1% de revisión salarial en función del IPC. Desde Ascer se rebaja la subida al 6%, además de asegurar que la reducción de la jornada laboral anunciada por el Gobierno supone que en la práctica no se pueden alcanzar esos incrementos por el recorte de horas que conllevará.
Los sindicatos plantean también pactar coeficientes reductores para la jubilación, acceso a la jubilación parcial y mejoras en materia de salud laboral, turnos, conciliación familiar y social. El convenio afecta a alrededor de 13.500 trabajadores.
Diferencias entre empresas
El aumento de la conflictividad también ha llevado a posturas distintas dentro de las propias empresas que forman Ascer. Así, recientemente Fernando Roig, el propio presidente del mayor fabricante español y europeo, Pamesa, anunciaba que subiría el sueldo un 3,1% de acuerdo con la inflación este año para los trabajadores de todas sus empresas, que rondan los 2.700, con lo que se descuelga del convenio. Roig consideró que era fundamental evitar huelgas en las empresas.
Además, la sociedad originaria de Pamesa que gestiona una de sus plantas con 200 trabajadores, tiene su propio convenio, en el que se fijó una subida en estos tres años del 8%, justo un porcentaje a medio camino de unos y otros.
