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No son meigas pero sí brujas: el pueblo de Granada 'maldito' por la Inquisición

Desde hace años los gentilicios del pueblo granadino de Soportújar son dos: el oficial, soportujero/a, y el popular, brujo/a, en origen como forma despectiva pero hoy en día como orgullo de la historia de la localidad. Un orgullo también presente en la decoración de sus calles donde conviven locales, con visitantes curiosos, brujas, dragones y animales mitológicos.

La historia se remonta a una de las épocas más oscuras del país y a los años en que la Inquisición española realizaba las famosas 'cazas' de brujas. Precisamente, una de ellas fue apresada en Soportújar, un pequeño pueblo ubicado en la Alpujarra de Granada, y condenada a cadena perpetua por su relación con prácticas oscuras y misteriosos. Y es desde entonces que el apelativo de bruja y brujo sobrevuela el municipio, más aún en época de Halloween cuando los mitos y leyendas de la zona atraen a miles de turistas. Aunque desde tiempos medievales la región ya era conocida como tierra de hechiceros.

Y aunque Soportújar nunca ha sido un pueblo demasiado habitado (según registros su demografía más alta fue en la década de los 50 con casi 900 habitantes) sí ha logrado mantener vivo el interés por su historia. Más aún cuando desde hace unos años el ayuntamiento de la localidad decidió llenar el pueblo de estatuas de brujas y demás seres misteriosos con el fin de crear el 'Proyecto Embrujado': "Un proyecto integral de desarrollo económico y turístico, basado en la puesta en valor de nuestro patrimonio antropológico, natural, paisajístico y arquitectónico, actuando directamente sobre nuestro territorio, tal y como describe el propio consistorio en su página web."

Parte de la decoración del 'Proyecto Embrujado'

Además, se ha tematizado el pueblo "basándose en la identidad antropológica y cultural de ser Tierra de Brujas, como se nos denomina desde hace siglos: brujos y brujas. Este mote que han llevado las/os soportujeras/os con deportividad durante tanto tiempo, se ha convertido en el núcleo de este proyecto."

La Cabezona: bruja Baba Yagá

Si bien es cierto que el camino hasta Soportújar no es nada sencillo debido a la carretera tan sinuosa y empinada propia de la Alpujarra granadina, solo la entrada al 'pueblo de las brujas' ya merece la pena. Como bienvenida se encuentra la primera de las referencias del 'Proyecto Embrujado': la figura de Baba Yagá y conocida como 'La Cabezona', una bruja de origen nórdico que en vez de usar una escoba para volar utilizaba un almirez. La escultura, además, es el inicio de la ruta GR7 a su paso por Soportújar y que recorre parte del Parque Nacional de Sierra Nevada.

'La Cabezona': la Bruja Baba Yagá

Aunque, si se está atento, se puede visitar la Cueva del Ojo de la Bruja unos pocos metros antes de la estatua de Baba Yagá y ver más de cerca la curiosa hendidura al fondo de la misma cuya leyenda reza que se trata de una 'brecha' que comunica con otros mundos y por la cual salen y entran todo tipo de criaturas mágicas.

Con todo, la casa de Baba Yagá también tiene representación en una de las calles de la localidad en forma de una escultura de 5 metros de alto y que representa el hogar de la bruja fiel a la mitología eslava con dos enormes patas de gallina sosteniéndolo.

Desde Hansel y Gretel hasta una enorme Viuda Negra

El 'Proyecto Embrujado' de Soportújar cuenta con casi una veintena de puntos de interés en los que también se incluye el Puente Encantado, el sendero que inicia la ruta GR7 y el Parque 3 de abril, a la entrada del pueblo.

Aunque los lugares más visitados son otros. Además de 'La Cabezona', la Cueva del Ojo de la Bruja y la Casa de Baba Yagá, los visitantes pueden observar la inmensa casa de Hansel y Gretel decorada con 'chocolate' y 'golosinas', en este caso no comestibles.

Casa de Hansel y Gretel

Por las calles del municipio alpujarreño también se encuentran La Fuente del Dragón (hay quien cree que sus aguas son milagrosas y con características afrodisiacas) junto a un Pozo de los Deseos donde es costumbre que los visitantes tiren alguna moneda. Callejeando es posible darse de bruces con multitud de figuras que que decoran y 'salen' de las fachadas de los edificios, como la conocida Viuda Negra gigante, una cabeza de serpiente, una escoba voladora y calderos de bruja. Además, en Soportújar está la calle más estrecha de toda Andalucía, la calle Zanjilla, con apenas 50 cm de ancho en su parte más estrecha.

Serpiente en una fachada de Soportújar

Aunque sin duda alguna uno de los mayores atractivos de la localidad es el mirador del embrujo: un balcón abierto hacia la sierra granadina bajo el nombre del 'Embrujo de la Alpujarra' y engalanado con una fuente en la que se alzan las estatuas de dos brujas y un gran caldero.

Mirador: Embrujo de la Alpujarra
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