Tras ciertas tensiones en los últimos tiempos que han puesto en duda las relaciones bilaterales de España y Marruecos, parece que el nuevo clima se acerca más a un estado de equilibrio y entendimiento por el bien y el futuro entre ambos países. El próximo mundial de fútbol de 2030 en los dos territorios además de Portugal (Argentina, Paraguay y Uruguay de forma simbólica) logró estrechar vínculos afectados por el Sahara y la crisis migratoria, entre otras disputas.
Hace unos días, el ministro de Fomento, Óscar Puente, dejaba caer el interés de algunas empresas españolas en invertir en lo que desde hace 30 años se llama el 'Túnel de Gibraltar': una gran infraestructura que conectaría España y Marruecos a través de un túnel por los 14 kilómetros que separan España y Marruecos. Todo en el marco de la visita del ministro a su homólogo alauita, donde también se ha puesto sobre la mesa la candidatura de Talgo para la construcción de 170 trenes, puesto en marcha en concurso por ONFC, el operador ferroviario estatal marroquí.
Según Puente, la aportación ferroviaria de España a la red de Marruecos puede ser mucho más de la esperada, ya que "España aspira a jugar un papel importante. Somos un país protagonista en materia ferroviaria, nuestra alta velocidad es muy importante porque somos el primer país del mundo en conectividad por alta velocidad por población y el segundo en kilómetros después de China. "Somos un país que está al lado, somos vecinos, somos hermanos y creemos que España puede jugar aquí un papel muy importante".
Aunque, para desarrollar el proyecto del Túnel de Gibraltar ambas naciones deberán esmerarse un poco más, tras casi un siglo con la idea encima de la mesa. Si bien hace 100 años las infraestructuras disponibles en ese momento lo hacían inviable a todas miras, desde principios de los años 2000 parece más cerca que nunca, aunque sin lograr la financiación necesaria.
Oliveros y Punta Cire o Playa Punta Paloma y Malataba
A pesar de los posibles altibajos en la relación entre ambos países, la dejadez sobre el proyecto es la principal causa de su no materialización. Sobre todo, porque, aunque exista un proyecto claro aún quedan mucha inversión e investigación por realizar. El punto más conflictivo sin resolver es la trayectoria del propio túnel, fundamental para continúar con su desarrollo.
El punto más estrecho entre España y Marruecos, de tan solo 14,4 km, es el que va desde la localidad la Punta de Oliveros, en Tarifa, hasta el Islote Punta Cires, en Marruecos (o la playa Dalia ya en tierra firme). Sin duda esta sería la vía más rápida de construcción si no fuera por las posibles dificultades a la hora de ejecutar el proyecto. Según algunas investigaciones está opción no es viable debido a las profundidades marinas que alcanza el estrecho en esa franja. Además, da la casualidad de que justo es ese punto el más convulso de todo el estrecho y donde convergen diferentes corrientes procedentes tanto del Mar Mediterráneo como del Océano Atlántico.
Como alternativa, el Túnel de Gibraltar podría alargarse durante 40km entre la PLaya de Punta Paloma, en territorio español, con la localidad de Malataba, en lado marroquí y muy cerca del puerto de Tánger. El gran handicap de esta opción es que, al ser un corredor mucho más largo, la inversión deberá ser mayor, aunque atendiendo al primer borrador del proyecto no existen casi diferencias: 38,7 km de los cuales casi 28km lo harían bajo el agua (al estilo del túnel del Canal de La Mancha entre Francia y Reino Unido) a una profundidad de unos 100 metros.
Actualización del proyecto
Tras más de 15 años parado el proyecto comenzó a coger ritmo en el año 2021, cuando Sesga, la sociedad responsable del proyecto se benefició de 2,3 millones de euros procedentes del Plan de Recuperación y Resiliencia español con origen los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia europeos. Un empujón desde Bruselas que tanto España como Marruecos observaron con buenos ojos.
Tanto es así que, al año siguiente, en 2022, el Ejecutivo español incluyó en los presupuestos generales del Estado una partida de 750.000 euros destinada para la investigación sobre la viabilidad del Túnel de Gibraltar. Misma partida también la recibida en 2023, pero con la incógnita todavía de saber si recibirá alguna dotación este 2024.
En la senda, las subvenciones tan solo se han llevado a cabo por parte del lado español lo que pone en jaque la posición de Marruecos al respecto. Aun así, se trata de una puesta en marcha con el fin de adelantar lo máximo posible en gestiones de obras, mantenimiento y análisis subterráneo y avances tecnológicos.
