Opinión

Mucho más que un salario: educar y potenciar a los talentos en 2024

Hombre teletrabajando. Dreamstime

En el transcurso del año 2021, mientras el mundo aún se enfrentaba a la pandemia, una encuesta realizada por Microsoft en 31 países reveló que más del 40% de las personas expresaban el deseo de cambiar de trabajo. El confinamiento fue generando cambios significativos en el mercado laboral y, desde entonces, las organizaciones han estado buscando respuestas para atender las necesidades de su personal y evitar consecuencias adversas derivadas de la rotación de empleados.

En 2024, ese seguirá siendo uno de los grandes desafíos con un cambio paradigmático: habrá que abandonar la idea de retener al talento e ingresar en la fase de potenciar al talento. Es decir, actuar de manera proactiva para que las personas crezcan y elijan permanecer en la organización por encima de la inmensa demanda que llega de cualquier parte del mundo por atraer a quienes se destacan en el trabajo.

El ingreso económico sigue siendo uno de los factores clave, pero no el único. En estos últimos años, se ha empezado a hablar del salario emocional, que reúne los beneficios no monetarios que las organizaciones brindan a sus empleados. En una época marcada por la crisis de identificación social y política, las empresas deben tomar un rol activo como agentes de cambio y crear una cultura organizativa en torno a eso.

Cuando esta última se encuentra bien definida las renuncias disminuyen un 50%, según la empresa de recursos humanos global BMA Group. Para lograr esa identificación se requiere conocer los valores del personal y encontrar un propósito que los haga partícipes en la construcción de un mundo mejor. Grandes temas que afectan a la sociedad deben encontrar respuestas puertas para adentro: la cooperación, la salud mental, el equilibrio entre el trabajo y el ocio, entre otros.

En esa idea de ser agentes de cambio, para atraer al talento sin obligarlos a una mudanza, muchas empresas abrieron oficinas en ciudades intermedias o pequeñas. Amazon, Globant y Google son tres ejemplos y se prevé que la tendencia continúe en 2024. Estos talent hubs locales colaboran con la descentralización y generan un beneficio que quizás antes sólo se le exigía al sector público.

Las empresas deben ser lugares de expansión y de salida al mundo. Atrás quedó la idea de "me encierro en la oficina y trabajo sin parar". Las personas se enriquecen cuando generan vínculos, suman puntos de vista y participan en proyectos, por ejemplo, con personas que están a miles de kilómetros -física y culturalmente- y aportan nuevas cosmovisiones. El 93% de los ejecutivos considera que la colaboración digital amplifica las voces y aporta ideas más diversas, según el informe The Era of Hyper Innovation, realizado por Citrix.

Otra gran tendencia es que las compañíastoman un activo en la educación. El avance tecnológico genera que los conocimientos obtenidos durante la carrera de estudios deban ser permanentemente actualizados. Por lo tanto, las empresas deben encargarse de promover esas capacitaciones que luego se traducirán en un mejor desempeño. En 2020, el Foro Económico Mundial estimó que el 50% de los empleados necesitaría mejorar sus habilidades durante los próximos cinco años. Además del upskilling, la tecnología podría modificar ciertas tareas y las mismas empresas deben brindarles oportunidades de reskilling a aquellos que puedan aportar valor desde otra área. Particularmente en la industria IT, el desafío de continuar formando a los profesionales es aún más urgente.

En la actualidad, tras el boom de la Inteligencia Artificial Generativa, una de las profesiones emergentes en este espacio es la de los ingenieros de prompts, que son los especialistas en formular el requerimiento o consulta a un modelo de lenguaje de inteligencia artificial. Muchas compañías de IT capacitan a sus profesionales para que mejoren este expertise. No obstante, el reto es estar alerta para vislumbrar que otros trabajos surgirán a partir de los avances tecnológicos que se avecinan, y así estar preparados para potenciar a los recursos humanos.

En una época desafiante, las organizaciones deben ser agentes de cambio y potenciar al talento para que su impacto sea positivo tanto puertas para adentro como afuera. El inicio de un año nuevo puede ser el mejor momento para resolver este viejo desafío.

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