Motor

Miguel Carsi (Toyota): "España es un país ideal para producir hidrógeno y exportarlo a Europa"

  • "Esperemos que no se tarden otros 30 años para ver el despliegue de esta tecnología"
  • "Hay que hacer un trabajo de simplificación y si no, lo tendremos que hacer nosotros con los clientes"
  • "Va a tener que haber un mecanismo de ajuste porque no competimos con las mismas reglas"
Miguel Carsi, presidente y consejero delegado de Toyota España. Foto: EE

Miguel Carsi (Madrid, 1972) es el presidente y consejero delegado de Toyota España desde 2018. Desde entonces, el directivo ha posicionado a la marca nipona como la más vendida en España durante dos ejercicios consecutivos (2022 y 2023) gracias a su apuesta por los modelos híbridos —una apuesta de la firma nipona desde 1997— en un momento de transformación del sector. Atiende a elEconomista.es tras haber empezado 2024 como terminó 2023: como líder en ventas en España.

¿Qué balance hace como presidente de Toyota durante el año 2023?

Bueno, la verdad es que el año ha vuelto a ser complejo, no ha sido un mercado normal, pero bueno, ya estamos acostumbrados a que cada dos o tres meses tenemos un nuevo hito que nos obliga a reaccionar y a cambiar la forma en la que hacemos las cosas para adaptarnos a las nuevas necesidades. Creo que ha sido un año donde el mercado parecía que al final podía llegar a ese deseado millón de coches. Esperamos que este año sí que recupere esa cifra y dentro de ese mercado, pues Toyota ha hecho un gran año. Un ejercicio que se ha basado en una gama de producto completamente renovada, muy ampliada, donde no dependemos de un solo modelo, sino que tenemos distintos modelos que contribuyen a este éxito. Y luego con una gran red de concesionarios preparada para el momento en el que estamos vendiendo una tecnología como la híbrida, pero además la híbrida enchufable, preparándose en eléctricos, en hidrógeno, en todas las tecnologías y luego un equipo humano aquí dentro de Toyota España, es que es un placer trabajar con este nivel de profesionales y todo en su conjunto, pues hace que el éxito de Toyota haya estado ahí. La verdad es que la apuesta por la tecnología híbrida hace 30 años está dando sus frutos y por supuesto seguimos pensando en cómo evolucionar a futuro, tanto con más vehículos enchufables, como con híbridos enchufables eléctricos y también de hidrógeno con el que también estamos trabajando.

¿Cuándo se podrá escalar la tecnología de la pila de combustible de hidrógeno?

Si en los puntos de recarga en la infraestructura eléctrica vamos retrasados, en la de hidrógeno lo estamos muchísimo más. Es una tecnología que a nosotros nos gusta mucho y nos parece una solución de futuro, no solamente para la movilidad, sino como vector energético, pues es un almacenamiento de energía y además en España sería un proyecto de país espectacular, porque tenemos la superficie necesaria, el sol, el viento, el agua. O sea, somos un país ideal para producir hidrógeno y poder exportar energía a otros países europeos. En otros mercados van muy adelantados, por ejemplo en Alemania o en Francia, y estamos viendo que para clientes como los taxistas es un coche perfecto porque recargan entre tres y cinco minutos y tienen más de 650 kilómetros de autonomía, con lo cual creemos que es también una puerta de entrada para nosotros para intentarlo. En España hay una hidrogenera a 700 bares que es lo que necesitan los coches que es el acuerdo de unas empresas como Enagás. Estamos trabajando para seguir desplegando la red de hidrogeneras porque sin ellas no vendrá el despliegue de las ventas. Es un trabajo como el que hicimos hace 30 años con el híbrido y esperamos que no tardemos tanto como estos 30 años pero que lo veamos el despliegue de una manera muy parecida al de otras tecnologías.

¿Cómo cree que está gestionando Europa la electrificación?

Bueno, yo creo que Europa se ha puesto muy exigente con el sector de la automoción. A raíz del escándalo del dieselgate, tomó una posición un poco distinta, pero creo que, en general, al presionar para una electrificación muy acelerada, lo que estamos haciendo es que puedan entrar otros mercados, otros países productores, donde ya estaban produciendo este tipo de vehículos anterior a cualquier tipo de normativa. Entonces, estamos viendo que están llegando modelos, sobre todo de China, donde las condiciones competitivas son completamente distintas en temas de costes, tanto financieros, laborales, como de emisiones. Y, bueno, pues estamos viendo que ha tenido el pequeño efecto negativo es que está entrando producto industrial que no está producido en Europa. Toyota, en las ventas que tenemos en España, entre un 70% y un 80% son producidas en la Unión Europea. Entonces, esta exigencia para los fabricantes que estaban ya antes no se está produciendo para los nuevos fabricantes. Va a tener que haber un mecanismo de ajuste porque no estamos compitiendo con las mismas armas.

España se mantiene a la cola de Europa en electrificación, ¿cree que esta situación se prolongará?

Yo creo que no. La situación en España, con la orografía, la geografía, y los hábitos de los clientes, vamos con retraso, pero no nos vamos a quedar descolgados de la Unión Europea. Estimamos que estamos entre dos y cuatro años de diferencia, pero todo lo que está pasando, o lo que vemos en otros países, va a pasar también en España. Entonces, vamos a seguir trabajando para que los clientes españoles tengan una oferta de vehículo eléctrico adecuada y que puedan hacer el cambio. También tenemos que tener en cuenta que nuestro histórico, nuestros coches que tenemos más en parque, eran diésel y con cambio manual. Cambiar a un automático nos parecía imposible, y sin embargo con el híbrido hemos sido capaces de que los clientes vieran el beneficio de las cajas de cambio automáticas, semiautomáticas o de variador continuo. Ahora estamos ya en una posición mucho mejor para que los clientes adapten nuevas tecnologías como son el eléctrico o el vehículo de hidrógeno, donde todos son automáticos y llevan una forma de conducir y unas formas de adaptarse diferentes. Ya hemos hecho una transición, pues vamos a por la siguiente.

¿Tiene España un problema con el despliegue de los puntos de recarga?

Parece que no son suficientes. Si vemos la comparativa con otros mercados europeos, parece que vamos ligeramente por detrás, y también en el plan nacional vamos retrasados, pero ya parece que hay una cobertura suficiente para no tener que tener grandes problemas. Lógicamente, cuando un cliente cambia vehículo eléctrico también cambia muchas cosas. Sus hábitos de recarga, sus hábitos de conducción, muchos temas cambian, entonces hay que dar ese salto poco a poco a la transición eléctrica.

¿Se tendría que hacer algún cambio con las ayudas actuales?

Bueno, si continuamos con el Plan Moves, porque de momento lo tenemos hasta el 31 de julio y desconocemos qué va a pasar el 1 de agosto. Y depende de qué comunidad autónoma. Entonces sí, hay que hacer un trabajo de simplificación, y si no lo hay, tendremos que hacer ese trabajo de explicación a los clientes para que entiendan las cosas.

Terminaron 2023 como líderes del canal de particulares, ¿se han marcado este año el mismo objetivo?

Bueno, el liderar el mercado, el canal o un segmento no es nuestro objetivo, es el resultado de nuestro trabajo. Nosotros tenemos una clara estrategia diferenciada tanto para cliente particular, como para flotas, y bueno, pues como trabajamos en esos dos canales, pues si el resultado nos acompaña somos líderes, y si no, pues somos segundos como en el caso de flotas. Nuestra estrategia está clara: el cliente particular, el cliente profesional, el cliente empresa, forman nuestra aproximación al mercado. Tenemos una oferta diferenciada para cada tipo de cliente y eso nos permite competir. En todos los canales y en todos los segmentos, con lo cual seguiremos trabajando en la misma línea que hemos hecho hasta ahora.

Desde que empezó la pandemia el automóvil acumula crisis, ¿se prevé en algún momento encontrar la estabilidad?

Parece más que es un cambio de era. Cuando es un cambio de era hay que adaptarse a todos los cambios. Además, estamos en un momento donde la globalización era muy importante en el pasado y estamos sufriendo que un impacto en un sitio remoto, hoy alejado, tiene impacto en precios, suministros y en un montón de sitios donde no se había previsto. Tenemos que adaptarnos. Ya sabemos que esto tiene sus contras y también estamos viendo que el número de conflictos está incrementando y no es una situación agradable. Pero tenemos que vivir y saber trabajar frente a estas nuevas situaciones. Yo creo que no vamos a cambiar, o no vamos a ver que haya un cambio a la estabilidad como hubo al final del siglo XX. Creo que vamos a seguir en esta revolución permanente. Hay nuevas tecnologías que vienen, la inteligencia artificial, tenemos nuevas cosas que nos van a mantener siempre en un cambio continuo. Es una época muy bonita y hay que saber adaptarse a los cambios.

¿En cuánto se ha incrementado de media los precios de la flota de Toyota en 2023?

No hemos incrementado más que lo que ha incrementado el mercado. Claro, ha habido piezas que han subido el precio un 200% y otras un 10%, tanto porque ha faltado suministro, o porque la procedencia, por ejemplo, del aceite de los coches, pues ha pegado una subida muy importante. Lo que hemos intentado siempre es contener esas subidas de precios al cliente final, pero lógicamente las fábricas también necesitan traspasar, al final vivimos en una cadena, entonces el productor de las piezas tiene que subir, nosotros intentamos contener, pero lo que no podemos contener lo tenemos que traspasar al mercado. No hemos incrementado por encima del mercado y ya estamos viendo que, salvo momentos puntuales, no prevemos que vuelva a haber otra escalada de inflación. También vemos que las nuevas tecnologías son más caras de producción que los coches a los que estábamos acostumbrados, entonces se están mezclando dos efectos: uno es la cadena de suministro y el otro es nuevas tecnologías, y los dos tienen, tienen distintos orígenes.

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