Transportes y Turismo

Magyar Vagon desvela sus cartas para convencer al Gobierno de su opa sobre Talgo

Fábrica de Talgo. / Talgo

El consorcio húngaro Magyar Vagon (Ganz-MaVag) pone toda la carne en el asador para reconducir la negativa del Ejecutivo de Pedro Sánchez a su propuesta de adquisición del fabricante de trenes Talgo. La compañía húngara, que hasta el anuncio de opa presentado ante la CNMV apenas había desvelado su propuesta, está llevando a cabo conversaciones con bancos, y próximamente con las instituciones, para intentar convencer al Gobierno de que su operación tiene un marcado carácter industrial. Este argumento, esgrimido desde que se dio a conocer la operación, permitiría salvar la falta de capacidad de producción de Talgo y cumplir el objetivo del gobierno de Viktor Orbán de fomentar esta industria en su territorio.

En el folleto de la opa, a presentar en las próximas semanas, Magyar Vagon tiene previsto poner en valor la enorme capacidad industrial con la que cuenta en Hungría, que asciende a ocho plantas en distintas localidades y que están dedicadas a la producción, reparación y mantenimiento de vehículos ferroviarios, ingeniería, piezas y motores eléctricos.

Bajo la gestión directa de Magyar Vagon están siete de ellas, en las localidades de Szolnok, Székesfehérvár, Celldömölk, Békéscsaba, Fényeslitke, Budapest y Dunaújváros; mientras que la octava corresponde a su filial DJJ, adquirida en 2022 y situada en Dunakeszi. Esta planta es la más grande de todas, con casi 270.000 metros cuadrados y 850 empleados, y ha sido la encargada de fabricar buena parte del pedido de coches de viajeros para los ferrocarriles egipcios. Es seguida por la de Szolnok de Magyar Vagon, con 103.000 m2 de superficie y 1.100 empleados.

La oferta industrial de Magyar Vagon asciende a más de medio millón de metros cuadrados de instalaciones distribuidas entre estas ocho factorías. Talgo, en cambio, apenas dispone de 63.000 m2 de superficie industrial dividida entre sus dos fábricas de Rivabellosa (Álava) y Las Rozas (Madrid). Por el contrario, tiene más empleados, un total de 3.315 entre matriz y filiales, después de incrementar su plantilla en 443 personas a lo largo del año, frente a los 2.500 empleados que asegura tener Magyar Vagon.

Los empresarios húngaros y la actual dirección de Talgo concuerdan en que esta simbiosis permitiría al fabricante resolver sus actuales problemas de capacidad, de modo que pueda hacer frente a una cartera de pedidos récord —valorada en 4.300 millones de euros— y que, previsiblemente, seguirá creciendo en los próximos años ante las posibilidades de concretar pedidos para Flixbus (Alemania), Le Train (Francia), Marruecos, Bulgaria o Egipto. De hecho, la prensa magiar da por hecho que, en caso de que la operación llegue a buen puerto, las instalaciones de su país se harán cargo de algunos de estos nuevos contratos.

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