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Los productores de aceite de oliva miran a Estados Unidos y China ante la caída de consumo en España

  • La demanda en Europa se resiente por la escasez de producto y la subida de precios
  • Aquí se consumen 10 kilos por persona al año, mientras que en otros destinos no pasa de 2 kilos
  • La importancia de las exportaciones se ha disparado en los últimos 15 años
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La crisis del aceite de oliva en España tiene consecuencias. El consumo se está trasladando a otros países, después de que el sector se haya visto afectado, en la cuenca mediterránea, por el impacto del cambio climático en la caída de la producción.

Así lo refleja Jaime Lillo, director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional (COI), en declaraciones recogidas por EFE, en las que señalan que las olas de calor, junto con la falta de agua, han influido en las últimas cosechas cortas, que han interrumpido el incremento de la demanda de aceite de oliva.

Si antes el crecimiento de la producción había sido posible por las nuevas superficies, técnicas e inversión, esta tendencia se ha roto. Hemos entrado en una nueva etapa, que está marcada por la estabilización de las campañas cortas.

Este fenómeno ha afectado especialmente a los países mediterráneos, como España, que produce un 40% del aceite de oliva del mundo. El retroceso de la demanda ha llegado, precisamente, cuando el consumo estaba en plena expansión.

Tenemos una volatilidad extrema, que no es buena para nadie, y es necesario estabilizar los precios, según han declarado desde la institución en WOOE, la mayor feria del mundo dedicada en exclusiva al aceite de oliva, y en la que han participado 800 empresas.

Nuevos destinos

¿Y cuiáles son las consecuencias? Que, a medida que el consumo en el Mediterráneo y en la Unión Europea ha ido descendiendo, por la escasez de producto y la sensibilidad de los clientes al precio, otros países lo han ido acusando menos, como Estados Unidos, Canadá, Japón, China o Australia.

Aceite de oliva en un supermercado de Estados Unidos
Aceite de oliva a la venta en un supermercado de Estados Unidos. | Imagen: Dreamstime

Hay que tener en cuenta que en la cuenca mediterránea el consumo de aceite de oliva puede superar los 10 kilos por persona al año, mientras que en el resto de destinos no llega a los 2 kilos, lo que demuestra el potencial de crecimiento en esas regiones.

Queda claro así la importancia de las exportaciones en este contexto. En 15 años se ha pasado de 300.000 toneladas a 1,3 millones, gracias, sobre todo, al esfuerzo del sector español, junto con el de otros productores, que han llevado el producto a 170 países. Y destaca, por encima de todos, el caso de Estados Unidos, que ya representa un tercio de las exportaciones totales.

Potencial de crecimiento

También influye el hecho de que cada vez más consumidores en todo el mundo van descubriendo las propiedades saludables de aceite de oliva, en medio de una tendencia por buscar más salud, sostenibilidad ambiental, sencillez de uso y bienestar.

La producción global de aceite de oliva suma unos 3 millones de toneladas anuales, y representa un 2% de la producción de aceites vegetales, por lo que su potencial es enorme.

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