Economía

Los pequeños destellos de la economía alemana pueden cegar a los optimistas: tocar fondo no significa incipiente recuperación

  • Lo producción industrial subió un 1% en enero y las exportaciones un 6,3%
  • Sin embargo, los pedidos industriales se desplomaron en el inicio del año
  • Se espera una recuperación muy modesta solo a partir de la mitad de 2024
Vista de la Catedral de Berlín al amanecer. Foto: iStock

Alemania sigue mostrando una notable debilidad económica. El cuadro general apenas ha cambiado y el mejor resumen sigue siendo un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) plano desde justo antes de la pandemia. Sin embargo, los pequeños destellos de luz vistos en algunos datos macroeconómicos publicados esta semana han hecho despertar algunas esperanzas de que la situación puede cambiar. La mayoría de los analistas avisa, sin embargo, de que estas cifras pueden evidenciar que se ha tocado fondo en algunos sectores especialmente maltrechos, como la tradicionalmente poderosa industria alemana; pero en ningún caso hacen prever una incipiente recuperación. La habitualmente locomotora económica del Viejo Continente no tendrá fácil volverse a quitar -más de 20 años después- el sambenito de 'hombre enfermo' de Europa.

El hecho de que la recesión industrial en los últimos trimestres se haya convertido en el titular por excelencia de la debilidad alemana ha provocado que se esperasen con bastante interés los datos industriales de enero. Lo positivo de las cifras ha hecho albergar unas pequeñas esperanzas que los expertos no han tardado en cortar de raíz. Según los datos de la agencia estadística federal oficial (Destatis), la producción industrial de enero se situó en el 1% intermensual (se esperaba un 0,5%), frente al -2% de diciembre. La producción de los sectores intensivos en energía repuntó, a su vez, un 3% intermensual, tras la caída del 6% de diciembre. Pero escudriñando más los datos, aparecen los tonos negativos. Pese al buen inicio de año, en términos interanuales, la producción industrial sigue bajando más de un 5% y continúa en torno a un 10% por debajo de su nivel anterior a la pandemia. Además, el dato de diciembre se revisó a la baja desde el -1,6%.

"La mejora se debió en parte al fuerte aumento de la actividad de la construcción (+2,7%), aunque se produjo después de una caída aún mayor en diciembre. También se registró un fuerte aumento de la producción de productos químicos (+4,7%), que a su vez contribuyó a elevar la producción de la industria de gran consumo energético, lo que quizá sugiere que la caída de los precios del gas natural ha animado a algunas empresas a reanudar su actividad. Por el contrario, la producción de automóviles se desplomó (-7,6%)", explica Andrew Kenningham, analista de Capital Economics.

A principios de esta semana, el fuerte aumento de las exportaciones en enero trajo algo de esperanza. El aumento del 6,3% intermensual de las exportaciones fue alentador y algunas voces apuntaron ya a un cambio de dinámica. Sin embargo, "este generoso repunte se produjo después de un mes de diciembre muy flojo y el hecho de que las exportaciones apenas aumentaran en el año debería frenar el entusiasmo", aclara Carsten Brzeski, de ING.

Volviendo al sector industrial, el economista destaca el dato negativo conocido también esta semana: la fuerte caída de los pedidos industriales en enero. La caída del 11,3% intermensual invirtió casi por completo el aumento del 12% intermensual de diciembre. Este fuerte efecto yoyó se debió principalmente a los pedidos a granel. Solo la tendencia trimestral se antoja algo prometedora, barrunta Brzeski, al mostrar unos pedidos industriales un 2,3% superiores a los de los meses de agosto a octubre.

"Aunque los datos mensuales de producción industrial son volátiles, creemos que el sector seguirá pasando apuros, dada la debilidad de la demanda nacional y mundial y la evidencia de que la industria alemana ha perdido parte de su ventaja competitiva. Las perspectivas de la construcción, incluida en los datos de producción industrial de Alemania, son especialmente malas, dada la caída de los precios inmobiliarios. La debilidad de la producción industrial es, a su vez, una de las razones por las que pensamos que la economía alemana en su conjunto probablemente se estancará, en el mejor de los casos, en el primer trimestre, tras la contracción del cuarto", coincide en su visión pesimista Kenningham desde Capital Economics.

"La subida de enero solo compensó parcialmente la importante caída de los meses anteriores. La tendencia de la producción sigue apuntando a la baja y es poco probable que esto cambie por el momento, dada la débil tendencia de los pedidos entrantes. No se espera que la producción se estabilice hasta la segunda mitad del año, cuando se aliviará el impacto de los recientes aumentos de las tasas de interés y los mayores precios de la energía", considera Ralph Solveen, de Commerzbank.

"Los datos de esta semana ilustran que la industria alemana está tocando fondo, pero no pueden ocultar su debilidad estructural. Lo que estamos viendo actualmente parece una recuperación cíclica muy gradual. De hecho, el sentimiento industrial siguió debilitándose en febrero, ya que la evaluación de la cartera de pedidos empeoró y las expectativas de producción sólo mejoraron marginalmente, partiendo de niveles muy bajos. La ligera inflexión del ciclo de inventarios de diciembre y enero también se detuvo en febrero, ya que las existencias volvieron a aumentar. Se trata de una combinación de datos que apunta a que se ha tocado fondo, pero no a un repunte inminente", sintetiza el economista de ING.

Más allá de la industria, otra caída de las ventas minoristas en enero, un nuevo aumento de la disposición de los consumidores a ahorrar y la persistencia de una elevada incertidumbre política no apoyan realmente el argumento tantas veces escuchado de que el consumo privado impulsará la recuperación económica este año, añade Brzeski. De hecho, al menos en Alemania, normalmente son la industria y las exportaciones las que impulsan la recuperación, seguidas del consumo, y no al revés.

Para empeorar las cosas, continúa el experto del servicio de estudios del banco holandés, "Alemania no sería Alemania estos días si no hubiera nuevos problemas que pesan sobre las perspectivas a corto plazo: las huelgas de maquinistas de tren, personal de aeropuertos y aerolíneas, y las interrupciones de la cadena de suministro como consecuencia del conflicto militar en el Mar Rojo han hecho aún más probable otra contracción de la economía alemana en el primer trimestre del año".

Entre la debilidad cíclica y la estructural

"En conjunto, la gran volatilidad de los datos a finales de año dificulta la obtención de una tendencia clara. Lo que extraemos de la primera tanda de datos concretos sobre la economía alemana en 2024 es la imagen de una economía que está tocando fondo, pero que sigue estancada entre la debilidad cíclica y la estructural. En la actualidad, sigue pareciendo poco probable un repunte inminente, aunque se vislumbre una vaga luz al final de lo que cada vez parece más un túnel muy largo", concluye Brzeski.

"Continúa el largo período de debilidad de la economía alemana. Dejando de lado las caídas temporales relacionadas con el coronavirus, se ha estancado en términos generales durante cinco años y, por lo tanto, está a la cola en términos de crecimiento dentro de la eurozona. Como consecuencia de ello, se ha iniciado un debate sobre las cuestiones estructurales que hacen que Alemania sea menos atractiva como lugar para la inversión", lamenta Solveen desde Commerzbank.

Para el segundo semestre de este año y en particular el próximo, desde el banco alemán muestran cierta confianza en que la economía alemana pueda liberarse del estancamiento que dura ya un quinquenio. "La mayor fuente de esperanza es la atenuación del efecto moderador de la política monetaria, razón por la cual el ciclo manufacturero mundial parece haber cambiado ya. A esto se suma la flexibilización de los precios de la energía y el efecto positivo del aumento de los salarios reales sobre el consumo privado", engloba Solveen.

No obstante, como siempre que se habla de Alemania en los últimos meses, hay 'peros'. "Es probable que esta recuperación sea muy moderada. A diferencia de ciclos anteriores, es poco probable que se vea respaldado por una flexibilización significativa de la política monetaria. Aunque se espera que el BCE vuelva a recortar los tipos de interés a partir de junio, es probable que este proceso sea muy lento en vista de la inflación persistentemente alta y probablemente termine ya en la próxima primavera con un tipo de depósito del 3%, es decir, sólo 100 puntos básicos más bajo. que ahora. A esto se suman los amplios problemas estructurales en Alemania, que no impedirán la recuperación, pero sí la ralentizarán. Por lo tanto, esperamos que el PIB real crezca sólo ligeramente, un 0,5% en 2025, después de contraerse otro 0,3% este año", cierran desde Commerzbank.

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