Bilbao
El Ayuntamiento de San Sebastián y el Ministerio de Defensa del Gobierno central cierran hoy una negociación de tres años en Madrid, con la firma de un acuerdo que hará efectiva la compraventa de los cuarteles de Loiola, por un importe de 73,3 millones. El consistorio guipuzcoano adquiere así un histórico enclave militar de 17,5 hectáreas, donde se prevé la construcción de hasta 1.700 viviendas y zonas verdes.
Con la firma de esta operación, el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián y el Ministerio de Defensa completan la compraventa de los cuarteles de Loiola, que ocupan 17,5 hectáreas. El consistorio prevé construir entre 1.500 y 1.700 viviendas, aunque las obras comenzarán en tres años, cuando expire el plazo para el traslado de los más de 500 militares que todavía ocupan esos cuarteles a la zona de la Hípica, también propiedad del Ejército, en la otra orilla del río Urumea.
San Sebastián podrá así acometer su crecimiento, ya que carece de suelo para el desarrollo de la capital guipuzcoana. Dispondrá de viviendas
Del total de la adquisición, de 73,3 millones de euros, el Ayuntamiento de San Sebastián aportará cinco millones de euros a la firma del acuerdo, y el resto, a los 6 meses, cuando se proceda al cambio de propiedad ante notario. Asi, se abonarán 13 millones, incluidos los cinco millones citados, y el resto procederá de financiación bancaria.
Otras propiedades
El cuartel de Loyola es un recinto militar enclavado en el centro de San Sebastián, Guipúzcoa. Instalado en el barrio de Loyola, en la ribera del río Urumea, próximo a la montaña de Ametzagaina, entre los puentes Urdinzuko y Esparchoko. Es el cuartel más importante de las Fuerzas Armadas y del Ejército de Tierra en la provincia guipuzcoana.
En el acuerdo están incluidas también otras propiedades del Ministerio de Defensa ubicadas en San Sebastián: parcelas rústicas en Monte Ulía, parcela viviendas Camino de Uba y Solar Camino de Uba. El importe total de la enajenación asciende a 74.407.581,04 euros, que serán abonados mediante un pago en metálico de 73.323.373,38 euros y un pago en especie de 50 plazas de garaje para su uso por la residencia militar General González Vallés, valoradas en 1.084.207,66 euros.
Con su venta al ayuntamiento donostiarra se cumple el acuerdo alcanzado entre el Gobierno español y el PNV para la cesión de las instalaciones del cuartel de Loyola, a cambio de su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021. En la actualidad, el cuartel tiene una ocupación muy inferior a la de sus orígenes y apenas alberga a 515 militares que pertenecen al 'Tercio Viejo de Sicilia' y a la Unidad de Servicios del Acuartelamiento (USCA). Además, es la sede de la subdelegación de Defensa y de uno de los Centros de Comunicaciones (Cecom) del Ejército de Tierra.
Edificios protegidos
La idea del Ayuntamiento de San Sebastián era derribarlo para construir las viviendas, pero el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) falló a favor de Vox en un recurso contencioso-administrativo para incluirlo en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Construido (PEPPUC).
El acuerdo alcanzado con Defensa prevé que el desarrollo urbanístico no afecte a los dos edificios principales de los cuarteles: Infanta María Teresa y Princesa Mercedes. Además de estos dos edificios, se mantendrán la residencia militar y un edificio de viviendas en alquiler que gestiona el ministerio.
Las Fuerzas Armadas continuarán teniendo presencia en San Sebastián, tras un siglo de historia del cuartel y más de 300 años de presencia militar en la ciudad. El acuartelamiento fue comprado en 1920 a una particular y a una sociedad civil de recreo por algo más de 890.000 pesetas (5.350 euros) para sacar del centro de la ciudad a las unidades que se encontraban en los conventos de San Telmo y San Francisco. El Ministerio de la Guerra quería un nuevo emplazamiento en el extrarradio, con mayor libertad de movimientos y, al mismo tiempo, con capacidad defensiva, y el río y el meandro cumplían esa última función.
En 1922 arrancaron las obras de los dos cuarteles y la inauguración oficial tuvo lugar en febrero de 1926. Los terrenos llegaron a albergar a más de 2.000 militares. Por sus instalaciones han pasado diferentes unidades que han sido testigos de numerosos episodios históricos, como la Guerra Civil. Los cuarteles de Loyola también sufrieron el terrorismo de ETA con hasta siete atentados.
