Las mujeres de la banca se movilizan para triunfar: 'Porque lo valemos'

El ascenso de mujeres a la cima de la banca y organismos financieros internacionales ha sido meteórico en los últimos años. Sobran potentes ejemplos y modelos a emular: la francesa Christine Lagarde en el BCE, la búlgara Kristalina Georguieva en el FMI; Ana Botín, al frente del EFB (federación bancaria europea) o, antes, Janet Yellen en la Reserva Federal (Fed) y la alemana Elke König al frente de la JUR (brazo de resolución europeo de entidades). Casi un 52% de las plantillas de las entidades es femenina y en buena parte de los bancos ocupan el 40% de los sillones en los consejos requerido por la CNMV, en avanzadilla frente a otros sectores. Pero la cruda realidad es que al bajar un escalón la equidad se difumina y los hombres dominan.

Las mujeres apenas copan el 16,3% de las altas responsabilidades según un informe de Orfin (Observatorio de la Realidad Financiera) y el 14% de las funciones ejecutivas según DBRS Morningstar. Hasta el BCE sacó el pasado año tarjeta roja: "La banca sigue siendo un mundo de hombres", afeó tras constatar que 300 de los 361 nombramientos de directores ejecutivos realizados entre 2020 y 2022 por las entidades que vigila fueron varones. El supervisor ha decidido, de hecho, incorporar a sus evaluaciones el factor equidad -equilibrio de ambos géneros- y penalizará un mal desempeño.

Bajo esta realidad, que reguladores buscan remediar con guías y leyes, germinó casi por casualidad Women in Banking (WIB), una iniciativa para impulsar el papel femenino en la banca española. Mayte Valverde, global talent & culture manager en Banco Santander, buscaba experiencias de redes de mujeres para desarrollar un proyecto análogo en el banco cántabro y al conocer a Elia Hermida, directora en Banca Corporativa en Citi, y pulsar la situación en otros bancos advirtieron una necesidad por resolver.

Se fragua en plena pandemia y hoy congrega a entre 120 y 150 mujeres del sector, con respaldo institucional de la Asociación Española de Banca (AEB) y la involucración personal de su presidenta Alejandra Kindelán. "Los retos eran los mismos: esa falta de visibilidad en los puestos de decisión, los sesgos inconscientes que seguíamos viendo y la falta de referentes, fundamentalmente", comparte Valverde. "Mi red de mujeres lleva más de diez años: se fundó en 2010 en Citi, pero solo una red de mujeres en un banco no hace nada. Necesitábamos la fuerza y unirnos. No era sumar, era multiplicar los esfuerzos", ilustra Hermida.

Se trata de un sector con nichos antaño casi inexpugnables como banca de inversión y las unidades que "hacen las cuentas" por la dedicación requerida cuando de la mujer se esperaba un esfuerzo extra en atender a la familia. "Era muy difícil la conciliación", constata Hermida, banquera de inversión en Citi y convencida de que esa circunstancia es hoy más una excusa para no prosperar profesionalmente.

"Es un tema de cultura. En general, las mujeres somos más empáticas, más de equipo, pero luego nos cuesta más vendernos. No nos han enseñado a decir lo buenas que somos. El tema de la conciliación te lo compro hace años, pero ahora mismo los hombres tienen la misma baja de paternidad que las mujeres", elabora. "En WIB queremos hacer las cosas para dar a la banca una imagen más fresca, más moderna, que atraiga el talento femenino", indican. Para dar la vuelta a la situación e ilusionar a los jóvenes, mujeres y hombres, WIB se ha convertido en asociación y desplegado una serie de acciones para dar visibilidad y crear referentes como elaborar una guía con mujeres que puedan participar en eventos o divulgar vía newsletter o podcast contenidos y entrevistas. "Queremos crear role models", explican en alusión a dar a conocer mujeres referentes, no solo a escala CEO o presidencia, sino también en otras funciones claves.

WIB ha movilizado a 35 banqueras para mentorizar a jóvenes e, incluso, baraja compartir best practices, desplazando la rivalidad por un sentido de comunidad. Para escalar esfuerzos han estrechado lazos con otras redes de mujeres nacionales como las de Retail, Ciberseguridad y Ellas Vuelan Alto y externas, en Europa y Latinoamérica. "Con Ellas Vuelan Alto, que está creando una red de mujeres federadas de diferentes sectores, queremos ir juntas al Ministerio de Educación a ver qué se puede hacer para impulsar a nuestras niñas, sobre todo, en el mundo STEM", comparte Valverde. Frente a la idea de movimiento feminista alegan una realidad, la diversidad, que exigen hasta los inversores y donde hay business case: "Nuestros clientes son diversos y el banco que se dé cuenta antes y tenga mujeres en banca, será el que se lleve el negocio".

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