Madrid
Las farmacéutica se enfrentas un año más a la necesidad de ajustar su balance de ingresos por la caducidad de las patentes de algunos de sus medicamentos. Se trata de un momento dramático desde el punto de vista de la previsión de facturación de las compañías, toda vez que los productos nuevos que vienen a sustituir, al menos en ventas, a los fármacos maduros tardan algunos años en asentarse en el mercado. Con todo, este 2024 será menos sangrante de lo que fue 2023.
Dentro de todos los medicamentos a los que se le caduca la patente, se han seleccionado los diez más importantes por nivel de ventas a lo largo de 2023. Sumados todos, la cantidad es de 4.500 millones, pero no todas las compañías lo sufren de la misma forma. La multinacional que más verá cómo se le deteriora el balance es Bristol Myers Squibb, que perderá la exlusividad de una de sus moléculas más potentes. Se trata de Sprycel, un antitumoral para el mieloma que generó unas ventas el año pasado de 1.450 millones. En los últimos doce meses se trata del quinto medicamento de la firma por volumen de ingresos.
La segunda compañía que cabe mencionar es Biogen. La biotecnológica estadounidense perderá la patente de Tysabri, indicado para la esclerosis múltiple. La compañía generó unas ventas en 2023 con este medicamento que rozaron los 1.000 millones (998), es decir, el 10% de la facturación global de la firma el año pasado. El tercer fármaco de la lista, ordenada por ingresos, es Myrbetriq, un medicamento de Astellas que está indicado para la vejiga hiperactiva. El año pasado generó unas ventas de 640 millones de euros, siendo así el tercer medicamento más importante para la firma de origen asiático.
El cuarto medicamento de esta lista es de Novo Nordisk, la empresa danesa que ha alcanzado la fama gracias a sus terapias para adelgazar. A pesar de que las proyecciones para esta multinacional no le harán pensar mucho en las patentes que va perdiendo, sí que es cierto que pierde su antidiabético Victoza, que generó una facturación durante el año pasado de 525 millones de euros. El quinto medicamento de esta lista es Emflaza, fármaco que da nombre también a la compañía responsable de su comercialización. Utilizado para la distrofia muscular, la molécula generó unos ingresos para la firma de 255 millones.
Por detrás de este fármaco se colocan una terapia de Novartis y otra de Organon, la empresa resultante de la separación de negocios de MSD. A la multinacional suiza le caduca Sandostatin, indicado para la Acromegalia. Si bien no se trata de los fármacos más punteros de la firma en términos de ingresos, sí que es cierto que en 2023 generó 199 millones. Por su parte, Organon pierde la patente de Dulera, que se usa para el asma y generó 156 millones.
Los últimos puestos de la lista lo ocupan medicamentos más modestos desde el punto de vista de las ventas. La empresa Supernus pierde una patente de su medicamento contra la epilepsia que generó 113 millones de euros, mientras que CSL (principal competidor de Grifols en hemoderivados) pierde la exclusividad de su fármaco contra la anemia, que generó 90 millones. Cierra la lista Bausch & Lomb con su fármaco contra la inflamación ocular, que facturó 41,5 millones en 2023.
