Energía

Las empresas piden emplear los Next Gen para acelerar la movilidad sostenible

  • El sector se enfrenta a diversos cuellos de botella, como la falta de talento y la lentitud en las tramitaciones
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La emergencia climática supone un motivo de urgencia para impulsar la movilidad sostenible, en la cual España ha avanzado en los últimos años, pero aún vamos a la cola del resto de Europa, tanto en producción de vehículos eléctricos como en instalación de infraestructuras y puntos de carga. Por ello, es necesario aprovechar la oportunidad que suponen los fondos Next Generation y solucionar los cuellos de botella a los que se enfrenta el sector, tales como la falta de talento especializado, el exceso de trámites y la ralentización que esto conlleva, el déficit de digitalización de la Administración, la incapacidad de autoproducción de materiales o la incertidumbre que afecta a la demanda.

Estas fueron algunas de las conclusiones a las que llegaron los participantes de la segunda mesa de debate El coche eléctrico y combustibles alternativos para un futuro sostenible de la Jornada Next Generation 2023: El momento decisivo de los Next Generation, organizada por elEcomista.es con el patrocinio de Allen & Overy, Alisys, Aqualia, Cisco Partner, Evolutio, Mubil, Netboss Comunicaciones, Grupo Oesia y PWC.

Patrick Schinnerling, e-mobility & environment manager en Volkswagen Group España Distribución, incidió en la urgencia de trabajar para combatir el cambio climático, puesto que los indicadores muestran que la subida de la temperatura de 1,5º se va a producir en 2030 y no en 2050, lo cual supone un aumento de la presión sobre la sociedad para cambiar y evitar este tipo de fenómenos.

Y es que España aún va por detrás del resto de Europa en muchos aspectos relativos a esta evolución. Por ejemplo, según nombró el experto, "se prevé que la industria automovilística venda unos 900.000 turismos, lo cual es un 10% más que el año pasado, lo cual puede sonar a buena noticia, pero es el cuarto año consecutivo que el mercado de turismos en España está por debajo del millón de coches, cuando el mercado natural en España está entre 1,2-1,3 millones y eso es una señal peligrosa. Para tener una industria fuerte es necesario un mercado fuerte y, la buena noticia es que prevemos que el coche eléctrico crezca más que el mercado total".

Ane Insausti, General Manager de Mubil se mostró a favor respecto a esta cuestión, afirmando que "existe una evolución, pero no al ritmo que nos gustaría". La experta explicó que, según los datos de Anfac, España suspende tanto en número de vehículos eléctricos como en instalación de infraestructuras. Concretamente, este grupo afirmó a finales de febrero de este año que, en el 2022, el indicador de penetración del vehículo electrificado creció en España solo un 3,6 respecto al año anterior, mientras que el aumento en la media europea fue de 7,4 puntos, el doble que nuestro país. Lo mismo sucede en el caso de los puntos de recarga, un indicador que Europa se incrementó 6,7 puntos, 3, 4 puntos por encima de la subida en España.

"Tener una industria con valor tecnológico es muy necesario y que sea propia, para poder ser competitivos a futuro", explicó Insausti y añadió: "Existen proyectos relacionados con la movilidad sostenible, pero no es suficiente, aún hay que apostar más por ello".

Por su parte, Óscar Barrero, socio responsable de Energía de PwC España, comentó que "el reto está en cómo convertimos, efectivamente, esta movilidad sostenible en términos de cambio climático, de economía circular, etc. pero dando tiempo a que la industria se transforme y con ella toda la cadena de valor".

El representante de PwC también afirmó que "por ejemplo, las medidas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), también van en esta línea y cómo incentivamos, por un lado, la adopción rápida por parte de la demanda de esta movilidad sostenible, y ahí las ayudas de puntos de recarga se han agotado muy rápidamente, y quizá no tanto las de compra de vehículos, donde hay aspectos que mejorar". A pesar de ello, el ponente expresó su optimismo respecto a la parte industrial con el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC) II, con el cual "vamos a ir a un modelo más sencillo y más fácil de trabajar", según expresó. Además, encontró un aspecto relevante en el marco de ayudas específico para este sector por parte de la Unión Europea. 

"Estamos convencidos de que hay maneras diferentes de generar la energía, transportarla y almacenarla, con la tecnología", aseveró Jorge Magán, miembro del comité ejecutivo de Ingeteam, insistiendo en el despliegue que es necesario para luchar contra la emergencia climática. Usando datos de la patronal de concesionarios Faconauto, cuantificó que deberán instalarse "320.000 puntos de recarga para 2030, cuando hemos cerrado 2022 con 15.000. Es decir, es multiplicar en 7 años por 22 las instalaciones que tenemos". Sin embargo, se mostró confiado en que es posible modificar el modelo actual de transporte por carretera gracias a los fondos Next Generation, que servirán para dinamizar la red de recarga y la transición hacia el vehículo eléctrico.

Aspectos que solucionar

Todos los ponentes acordaron que uno de los mayores problemas para el crecimiento de la movilidad sostenible son las trabas burocráticas. "Para instalar un punto de recarga se tarda una media de dos años y medio, lo cual es inasumible si queremos romper las barreras", ejemplificó Magán. 

Y es que la digitalización tiene un papel fundamental a la hora de dinamizar y agilizar estos procesos, pero es necesario que los ayuntamientos cuenten con funcionarios con la formación necesaria para realizar estos trámites con ayuda de las tecnologías.

El reto tecnológico también se aplica a la gestión de la red, ya que a día de hoy la energía es cara de almacenar y se proyecta un aumento del número de baterías conectadas. Sin embargo, Schinnerling consideró que también existe una oportunidad en este aumento del número de baterías, que permitirán poder utilizar la energía sobrante almacenada de los coches en otros aspectos de la vida cotidiana. Además, el experto resaltó algunas medidas que se han tomado por parte de la Administración, como "la declaración responsable, la declaración de interés público para los cargadores de más 250 KW, etc. Pero realmente hay que acelerar muchísimo más". También, el representante de Volkswagen mencionó el Grupo de Trabajo para Infraestructura de Recarga (GETIR), con representación de diversos ministerios, ayuntamientos y asociaciones, pero criticó la falta de acuerdos y de "objetivos vinculantes y calendarizados", es decir, de una "hoja de ruta". "No se están haciendo las inversiones a la velocidad que necesitamos", coincidió Magán, "se va a necesitar una red más potente y más estable, que vendrá por objetivos y con directrices para evitar las emisiones. Vamos más despacio de lo que se debe y deberíamos aprovechar estos fondos para acelerarlo". 

Y es que, el representante de Ingeteam aseveró que la digitalización estará "presente en todo" pero "falta un marco jurídico para muchos aspectos, como es el caso de la conducción autónoma". Además, los participantes se mostraron de acuerdo en que sobrevendrá un cambio social y de mentalidad, cambiando el paradigma actual. Por ejemplo, los coches están parados muchas horas y "ninguna empresa invierte en un activo que está un 90% de horas sin producir", en palabras de Magán. "El modelo actual del coche es ineficiente, la media de ocupantes es de 1,8", añadió Insausti, "se va a producir un cambio que va más allá de la electrificación y conlleva la conectividad, la existencia de un vehículo autónomo, etc. que harán que la movilidad sea distinta". "De media, una persona no hace más de 50 minutos al día en el coche. ¿Hasta qué punto hace falta esa autonomía de 250 km?", planteó Barrero. 

Los ponentes también consideraron que en este futuro que viene, el modelo eléctrico será más barato que los actuales modelos con combustibles fósiles. A este respecto, Schinnerling afirmó que Volswagen no se opone al cese de las ventas de vehículos de combustión y que, además, su objetivo es que "el 80% de las ventas en Europa en 2030 sean al 100% de coche eléctrico", mostrando su compromiso con este tipo de movilidad. Además, puso sobre la mesa la posibilidad de complementar el modelo con e-fuel, o combustible sintético, que podrían seguir usando los usuarios que mantengan su coche antiguo. Sin embargo, el resto de participantes consideraron que, finalmente, sería más barato adquirir un modelo eléctrico que emplear este tipo de materiales.

Por último, otros retos a los que se enfrenta el sector y que mencionaron los ponentes fueron la falta de talento formado en este ámbito y la dependencia de materiales de otros países, como es el caso de China.

Galería de la jornada

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