Transportes y Turismo

La saturación de pedidos obliga a Talgo a incrementar su capacidad industrial

Tren Avril de Talgo en pruebas en La Sagra (Madrid). / Cesare Sapienza

El interés del grupo industrial húngaro DJJ sobre Talgo tiene una contrapartida adicional más allá del cambio en la administración: poder atender todos los pedidos que tiene en cartera y los que tiene pendientes de cerrar en los próximos meses. El fabricante de trenes vive un momento de gran actividad industrial, hasta el punto de que su cartera de pedidos alcanzó un máximo histórico de 4.200 millones de euros, impulsada por las grandes adjudicaciones de lo que va de año, que ascienden a más de 1.900 millones. Esta situación, junto a los retrasos acumulados por la pandemia y las tensiones en la cadena de suministro, están provocando una saturación en sus fábricas.

Dada esta congestión, no son pocas las voces que asumen que Talgo necesita incrementar su capacidad industrial de forma urgente, tanto dentro como fuera de la empresa. La actividad de fabricación para sus pedidos europeos se concentra en las plantas de Las Matas II (Madrid) y Rivabellosa (Álava). Aunque la compañía también tiene fábricas en Astaná (Kazajistán) y Milwaukee (Estados Unidos) destinadas a producción local y mantenimiento, el grueso de los pedidos se concentra en Europa, por lo que la necesidad de nuevas fábricas se hace patente según llegan nuevos pedidos.

Según fuentes del mercado, a día de hoy Talgo tiene carga de trabajo garantizada en sus fábricas hasta el año 2029, por lo que la entrada del fondo de inversión Magyar Vagon y su subsidiaria DJJ en el capital es vista internamente como un soplo de aire fresco. Las dos fábricas húngaras en manos de su posible comprador permitirían resolver su falta de capacidad actual y ampliarla en el futuro más inmediato para hacer frente a nuevos contratos pendientes de resolver, como el suministro de trenes de alta velocidad a Marruecos.

Cartera en máximos

En los últimos meses, Talgo ha encadenado una sucesión de pedidos de importante cuantía con su consiguiente carga de trabajo. El más importante de todos fue el refrendado el pasado mes de mayo con la operadora alemana Deutsche Bahn para fabricar 56 trenes Talgo 230 (ICE L) por valor de 1.400 millones de euros, que se suman a los 23 acordados inicialmente en el año 2019. Según informó la compañía a la CNMV, los trenes de este segundo pedido serán entregados como continuación de los primeros, que ya están siendo enviados a Alemania, una vez se acordase la estructura de financiación, lo que lo convierte en un proyecto clave.

Unas semanas antes, a mediados de abril, Talgo había recibido la notificación de la operadora danesa DSB para ejecutar una ampliación del contrato que tenía en marcha y construir 8 composiciones adicionales del mismo tren, Talgo 230, por otros 184 millones. Este encargo, firmado en 2020, estableció un primer pedido de ocho trenes. Fuera de Europa, también tiene firmado un preacuerdo con los ferrocarriles egipcios ENR para la fabricación de siete trenes nocturnos a cambio de 280 millones de euros, aunque estos serán desarrollados en una fábrica de nueva construcción en el país norteafricano.

A todas estas demandas hay que sumar las concertadas con Renfe. Lograda la extensión del contrato de mantenimiento de las series 130 y 730 de Renfe, actualmente en renovación tras llegar a la mitad de su vida útil, Talgo está llevando a cabo hoy la fabricación de la futura Serie 107. Este pedido se compone de la construcción de 13 unidades formadas por 26 nuevas cabezas motrices de alta velocidad por 195 millones de euros y la transformación de antiguos coches nocturnos destinados a Trenhoteles. En caso de necesitarlo, podrá extenderse en otros 7 trenes —14 cabezas motrices y sus correspondientes composiciones, que fueron desarrolladas por la fabricante hace una década—.

Además tiene pendientes de entrega buena parte de los trenes Avril (Serie 106) firmados en 2016, y que acumulan tres años de retraso. De los 30 adquiridos por la operadora, ya habría hecho entrega de 13 de ellos, según confirmó el ministro de Transportes, Óscar Puente. La puesta en funcionamiento de este modelo podría significar un punto de inflexión para Talgo, que tiene un preacuerdo con la francesa Le Train para suministrarle 10 Avriles antes de 2026, un modelo que también podrían adquirir Iryo y otros operadores españoles interesados en pujar por las nuevas rutas que se liberalicen en el mercado ferroviario español.

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