Economía

La inflación da por fin un respiro a EEUU: el IPC baja del 8% más de seis meses después y el subyacente también afloja

  • El IPC baja del 8,2% al 7,7% mientras el subyacente pierde tres décimas
  • La caída en los coches usados y los seguros médicos llevan a la baja el IPC
  • Los mercados lo celebran y 'anulan' una alza de 75pb de la Fed en diciembre
Foto: iStock

La inflación parece haberle dado a EEUU la tregua que buscaba. La lectura del índice de precios al consumo (IPC) de octubre refleja una desaceleración considerable tras meses de auténtica asfixia. Aunque es pronto para lanzar las campanas al vuelo y esperar una moderación por parte de la Reserva Federal en su política de endurecimiento, el mercado ha celebrado con rotundas subidas los datos.

En octubre, el IPC marcó un aumento del 7,7% interanual frente al 8,2% de septiembre y el 8% esperado por los analistas, según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo de EEUU. Es la lectura más baja desde febrero de este año (7,5%) y la primera por debajo del 8% desde marzo (7,9%). En el cómputo mensual, el avance fue del 0,4%, igual que el mes previo y menos que el 0,6% estimado.

Ateniendo a la lectura subyacente -excluyendo los siempre más volátiles precios de la energía y los alimentos frescos-, se repite la dinámica: el índice interanual subyacente pasa del 6,6% al 6,3% (el consenso apuntaba a un 6,5%) y el mensual del 0,6% al 0,3% (se apuntaba a un 0,5%).

Precisamente esta desaceleración en la inflación subyacente -especialmente en la variación mensual- es lo que ha generado mayor optimismo, ya que se ponía el foco en esta métrica como constatación de que la inflación se estaba enquistando y volviendo más pegajosa, trasladándose de componentes como la energía a otros. Los analistas han mantenido que con avances ligeramente por debajo del 0,2% en este dato, el objetivo de la Fed (un 2% de inflación) estaría más cerca.

Pese a que el componente de energía volvió a subir en octubre (1,8%) después de tres meses seguidos de bajadas, con un aumento del 4% en gasolina después de también tres meses de claras bajadas, el importante retroceso en los vehículos usados (-2,4%), un componente con un notorio peso relativo en el cálculo del IPC, ha ayudado a bajar la cifra global.

Si la partida de vivienda (alquileres y alquileres imputados) presenta un avance del 0,8%, algo por encima de los meses anteriores y más de la mitad de la cifra global, entre las partidas que experimentan una bajada de los precios destacan los servicios de atención médica (-0,6%). Los alimentos, por su parte, pasan de una subida del 0,8% a un del 0,6%.

Respecto a los seguros médicos, en ING esperaban una caída, pero no tan grande como lo ha sido: "Ayudará a reducir las lecturas del IPC durante el próximo año". "Los servicios médicos deberían respaldar una impresión general del IPC subyacente algo más modesta a partir de este mes. Recordemos que la BLS utiliza una metodología de ingresos retenidos con datos que solo se publican una vez al año y con un desfase. El IPC se ha estado 'engordando' con la fortaleza de los márgenes de los seguros de salud debido a los rigores de la pandemia en 2020, pero esto se reducirá a partir de este informe", apunta Tiffany Wilding, de Pimco.

Para Ryan Sweetm de Oxford Economics, la lectura de octubre es "engañosa", precisamente por la metodología del IPC para estimar los precios de los seguros de salud, "basada en gran medida en los beneficios de los proveedores de seguros de salud, que suelen notificarse con mucho retraso". Con todo, destaca como noticia positiva la desaceleración en los alimentos.

"El IPC de octubre demostró que la mayor parte de los problemas de inflación en EEUU se atribuyen a las perturbaciones de la oferta, más que a la demanda. La política monetaria no puede hacer frente a los problemas de inflación impulsados por la oferta. Se podría argumentar que la inflación de los alquileres es también un problema de oferta debido a la escasa construcción de viviendas asequibles en la última década", añade Sweet.

El mercado ha celebrado este respiro con subidas por encima del 3% en los futuros de Wall Street poco antes de la apertura, llegando al 4% en el Nasdaq: el índice tecnológico ha repuntado más de un 5% tras la apertura. El bono americano a 10 años o T-Note ha pasado rápidamente del 4,09% al 3,91%. Asimismo, el rendimiento del bono a dos años se ha desplomado rápidamente del 4,6% al 4,34%. Como cabía esperar, el dólar ha experimentado importantes retrocesos, dejándose más de un 1,4% frente al euro (la divisa común se sitúa de nuevo por encima de la paridad) y hasta un 2,5% frente a la libra. El índice dólar pierde más de un 1,55%.

En lo tocante a las apuestas sobre las expectativas de subidas de tipos de la Fed, antes del dato había un 58% de probabilidades de un alza de 50 puntos básicos en diciembre frente a una de 75. Tras la lectura de IPC, esas probabilidades han pasado a ser del 80%. Asimismo, si las apuestas contemplaban un tipo terminal (máximo de este ciclo) del 5,042% para la reunión de la Fed de junio de 2023, ahora se espera un techo del 4,87% para mayo.

ING: "El mercado ha interpretado que el trabajo de la Fed está casi hecho. Sin embargo, la Fed no querrá señalizar eso todavía"

Sin embargo, pese a los positivos datos, la inflación sigue siendo demasiado alta y el presidente Jerome Powell, quien dijo a principios de este mes que necesitaban ver un patrón constante de inflación mensual más débil al mismo tiempo que apuntaba a que los tipos de interés probablemente alcanzarán un pico más alto de lo que los formuladores de políticas habían previsto anteriormente. El mercado se lo tomaba como unos tipos por encima del 5% en gran parte de 2023.

"La reacción del mercado ha sido rápida y agresiva, ya que algunos interpretan que una sorpresa a la baja del IPC significa que el trabajo de la Fed está casi hecho. Sin embargo, la Fed no querrá señalizar eso todavía, puesto que contribuirá a una relajación de las condiciones financieras que podría socavar todo el duro trabajo de intentar contener la inflación", valora James Knightley, de ING.

"Esperaríamos ver una retórica bastante dura en los mensajes de los próximos días, en el sentido de que, si bien es probable que se produzca una moderación en el tamaño de las subidas de tipos, la inflación no ha sido derrotada, por lo que la Fed tiene más trabajo que hacer con un tipo terminal más alto del que señaló en septiembre", añade el analista.

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