En un muy reciente Informe de Red.es y de la ONTSIi publicado en los primeros días del mes de marzo actual, se ha puesto de manifiesto, que el uso de Internet por parte de las mujeres y los hombres se ha generalizado, reduciéndose la brecha digital existente, aunque todavía existen diferencias apreciables en algunas actividades, como por ejemplo en el comercio online o en las preferencias de compra.
En el citado Informe se abordan aspectos muy interesantes con relación a dichas diferencias de género todavía existentes, por ejemplo, en lo que se refiere al acceso a Internet, a la educación, al trabajo y a la seguridad en el uso de los dispositivos tecnológicos. En este sentido, se afirma que el 94,6% de las mujeres usan Internet semanalmente, frente al 94,3 % que lo hacen los hombres.
Las actividades en Internet donde las mujeres se encuentran más representadas que los hombres, son la búsqueda de información sobre la salud, la comunicación, o el uso de las redes sociales Las niñas utilizan en un 95,4% Internet, mientras que los niños solo lo utilizan un 94%, pero a diferencia, a partir de los 75 años en adelante los hombres lo usan en un 40,2%, mientras que las mujeres lo hacen en un 37,1%.
En lo que se refiere a la educación, aunque el nivel de competencias digitales de las mujeres y hombres es ya bastante similar, cabe indicar que las mujeres están muy infrarrepresentadas en las titulaciones TIC. Así el 65,9% de las mujeres de España tienen un nivel de competencias digitales básicas o por encima de las básicas, algo por debajo del 66,5% en el que se encuentran actualmente los hombres.
En este sentido, las mujeres con conocimientos de informática lo son solo un 14,3%, mientras que en el ámbito de la ingeniería llegan a un 28,3%. Del mismo modo, las mujeres también son minoría en los estudios de formación profesional vinculados con el ámbito informático.
En lo que al trabajo se refiere, hay que señalar que la mayoría de los especialistas digitales son hoy por hoy principalmente hombres, tanto en España, como en el conjunto de la Unión Europea.
En este sentido, las mujeres representan el 18% del total de especialistas digitales de nuestro país, y al mismo tiempo, debe indicarse que el teletrabajo constituye una práctica más frecuente entre las mujeres, alrededor de un 14,5%, que, entre los hombres, los cuales solo alcanzan el 13,3%. En lo que a la seguridad atañe, generalmente las mujeres confían menos en Internet que los hombres, y, al mismo tiempo, se sienten menos preparadas para afrontar los problemas vinculados con los ciberriesgos.
A título de ejemplo, debe indicarse que el 40,7% de las mujeres confía poco o nada en Internet, mientras que los hombres lo hacen en un 37,7%. Hoy en día, el 25,7% de las mujeres se sienten totalmente o bastante preparadas para afrontar problemas de ciberseguridad, frente al 38,7% que es el índice donde se sitúan los hombres. Finalmente, debe indicarse, que el 67,8% de las víctimas de los delitos sexuales en Internet son mujeres.
Es evidente, que tal como se señala en dicho Informe, las tecnologías digitales han transformado a la sociedad y la economía, impactando sobre las personas y al mismo tiempo, han dado paso a una nueva realidad a la que es necesario adaptarse, a los efectos de poder participar activamente en ámbitos como el mercado laboral, el sistema educativo, y en todas las clase de espacios de socialización en línea, señalándose a tal efecto, que ante este panorama, se hace preciso eliminar las brechas con origen sociodemográfico, a los efectos de que la ciudadanía pueda acceder y usar Internet, y las tecnologías digitales de una manera fundamentalmente igualitaria por razón de género, y ello pese a las diferencias que siguen existiendo entre hombres y mujeres.
Por todo ello, se afirma en dicho Informe que, aunque las diferencias existentes se están reduciendo en ciertos aspectos, las mismas todavía se mantienen, lo que implica que las mujeres se sitúen en una posición de desventaja a la hora de acceder a las oportunidades que se derivan del uso de las tecnologías digitales, y que afectan negativamente a la sociedad en su conjunto, ya que no permiten aprovechar el potencial de todas las personas que la integran.
Ello, justifica si cabe aún más, la necesidad de poner en marcha medidas que pongan definitivamente fin a la brecha de género existente.
Las finalidades que persiguen tales medidas consisten en de manera primordial en impulsar el talento femenino en el ámbito tecnológico y en el emprendimiento, y contribuir con ello, a la mejora y desarrollo de sus competencias digitales, y, en concreto, en un aumento significativo de las mujeres que sean especialistas en este ámbito digital.
Es importante recalcar que en lo que se refiere al acceso a Internet las diferencias se han ido reduciendo, y que las mujeres, por ejemplo, tienen una mayor facilidad para acceder a través de cualquier clase de dispositivo a Internet, excepción hecha del ordenador de sobremesa, que los hombres, siendo la mensajería instantánea la actividad en línea más realizada por las mujeres españolas.
Esta situación, también tiene su paralelismo en el ámbito europeo, donde se están haciendo verdaderos esfuerzos por reducir la brecha de género, a través del fomento de las oportunidades digitales para todas las personas, tanto en el ámbito educativo como en el laboral, potenciando activamente a las mujeres en la adquisición de competencias de carácter digital.
Como conclusión a todo ello debe indicarse, que la Década Digital de Europa para el año 2030, tiene establecido como objetivo principal el alcanzar la igualdad digital de género, cosa que poco a poco se está consiguiendo, siendo cada vez menores las diferencias que separan a los hombres frente a las mujeres en el ámbito digital.
Magistrado y letrado del Tribunal Constitucional en excedencia. Socio director de Puyol Abogados
