Bolsa, mercados y cotizaciones

La eurozona tendrá un tipo del -0,25% a finales de 2022

  • Los acontecimientos geopolíticos seguirán generando volatilidad en los mercados de divisas
  • No cumplir con las expectativas no debería amortiguar el sentimiento en torno al euro
  • Qué hacer hoy si invierte con Ecotrader
Pendientes de la evolución del euro

Desde la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero, los precios del mercado se han visto determinados en gran medida por las consecuencias económicas del conflicto, ya que los países occidentales impusieron sanciones económicas a Rusia y los precios mundiales de los productos básicos se dispararon.

Es probable que los acontecimientos geopolíticos sigan generando volatilidad intradía en los mercados de divisas y que, en cualquier eventualidad de posibles conversaciones de paz, el suministro de mercancías rusas permanezca considerablemente restringido.

Los anuncios de política monetaria del Banco de Canadá, el Banco Central Europeo, el Riksbank, el Banco de la Reserva de Australia y el Banco de Japón resultarán decisivos para sus respectivas monedas a este respecto. Tal como están las cosas, nuestra opinión es que los precios del mercado monetario tras los aumentos de los tipos de interés del G10 este año son demasiado agresivos, y la Reserva Federal es la que tiene más posibilidades de cumplir con las expectativas actuales, dado que su tasa de inflación se acerca al 8%, mientras que el crecimiento se mantiene sólido.

No obstante, existe actualmente una desconexión entre la forma en que se negocian los mercados monetarios y la señal que transmiten los tipos de cambio al contado y los rendimientos de los bonos. A medio plazo, creemos que el dólar se debilitará incluso si la Reserva Federal sube los tipos en línea con los precios del mercado monetario al 2,3% para fin de año, en gran parte debido al precio más coherente de las expectativas de los tipos de interés en Estados Unidos en muchas clases de activos.

Comparativamente, es poco probable que un endurecimiento de la política por debajo del objetivo por parte del Banco Central Europeo, el Banco de la Reserva de Australia y el Banco de Inglaterra en relación con los tipos implícitos en los swaps de índices a un día obstaculice sus respectivas monedas. En este momento, esperamos que el índice general DXY del dólar se modere casi un 4% durante los próximos 12 meses al nivel de 94, con los riesgos en gran parte inclinados hacia un dólar más débil, a pesar de los precios actuales de la Fed.

En paralelo, nuestros pronósticos para el euro/dólar para abril continúan viendo una recuperación gradual del par debido a la mejora de las condiciones de crecimiento a medio plazo, lo que debería allanar el camino para que el BCE endurezca más la política monetaria en el cuarto trimestre. En marzo, los índices de inflación de la eurozona siguieron marcando al alza, lo que resalta la urgencia de que se retire la acomodación monetaria si las condiciones de crecimiento lo permiten.

El BCE lo reconoció en su reunión de marzo al acelerar el ritmo de disminución gradual de la facilitación cuantitativa. El consenso de los mercados tras la reunión del BCE la pasada semana apunta a unas previsiones de subida de tipos de 30 puntos básicos para septiembre, frente a los 38 puntos básicos anteriores, mientras que las expectativas para diciembre se sitúan en 55 puntos básicos, frente a los 71 puntos básicos anteriores. Si bien pensamos que la política debería endurecerse en el cuarto trimestre, a nuestro juicio el precio actual de 50-60 puntos básicos de aumento en los tipos para fin de año es excesivo. En cambio, esperamos un aumento de 10 puntos básicos en la reunión de octubre, seguido de otro aumento de 15 puntos básicos en diciembre, lo que llevaría el tipo central de nuevo a -0,25% al final de 2022.

No cumplir con las expectativas del mercado no debería amortiguar el sentimiento en torno al euro, dado que los actuales niveles de contado de euro/dólar no representan la probabilidad de que la política del BCE se ajuste hacia el final del año. En cambio, esperamos que otro giro hacia posiciones más duras del BCE en septiembre allane el camino para que euro/dólar vuelva a cotizar por encima del nivel de 1,15 en el cuarto trimestre, a medida que los flujos de capital vuelvan a favorecer a la eurozona.

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