Economía

La economía española crecerá un 1,7% en 2024 y un 19,% en 2025

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Las perspectivas desfavorables para la economía española en 2024 están desvaneciéndose. Según los expertos reunidos en el Consenso Económico y Empresarial de PwC correspondiente al primer trimestre del año, se observa un cambio de opinión entre los panelistas respecto a la coyuntura económica, abandonando las posturas pesimistas que predominaban a finales del año pasado. El número de personas que califican la situación actual como buena ha aumentado del 32,6% al 45,9%, y más del 70% esperan que esta tendencia se mantenga o mejore en el segundo trimestre de 2024. Para el próximo año, el 82% estima que la actividad económica experimentará un incremento similar al de este ejercicio. Si se promedian las opiniones de los panelistas, las previsiones apuntan a un crecimiento del PIB del 1,7% en 2024 y del 1,9% en 2025.

Al igual que las principales firmas de análisis, los encuestados pronostican una mejora en el PIB; el 60% de los participantes creen que este año aumentará entre el 1,5% y el 2,5%, y que la inflación disminuirá para situarse entre el 2% y el 3% al final del ejercicio. No obstante, persisten desafíos como la escasez de mano de obra especializada y el limitado dinamismo del consumo no turístico.

A pesar de este optimismo, los directivos identifican un claro problema que obstaculiza una mayor producción o crecimiento económico: "la demanda esperada no es suficiente para incrementar la producción", según el 56,1%. La segunda razón es que "aunque existe demanda y capacidad instalada para aumentar la producción, no se encuentran disponibles los trabajadores cualificados necesarios", como indica el 31,6%.

Descendiendo desde las variables macroeconómicas hasta la situación de las familias, solo el 28% considera que la situación es buena, mientras que la mayoría la califica como regular (66%). El 78% prevé que esta situación se mantenga durante el próximo trimestre. La inflación y los altos tipos de interés que encarecen los créditos pueden estar detrás de estas respuestas. Según los encuestados, el consumo de las familias se mantendrá estable para el 64% y disminuirá para el 22%. Sin embargo, se espera un aumento en la demanda de viviendas (para el 16%), que se mantenga igual para el 42%, y que disminuya para el 40%.

En cuanto a la situación económico-financiera de las empresas, casi la mitad de los encuestados la consideran buena (52%), mientras que el 48% la califica como regular. Nadie la percibe como mala.

En los mercados exteriores, el doble de encuestados indican que mejorarán (del 8,1% al 16%), mientras que el 76% cree que se mantendrán estables. En cuanto a las exportaciones de bienes y servicios, el 28% cree que aumentarán (anteriormente, solo el 12,1%) y el 19% considera que disminuirán (frente al 37,4% de noviembre de 2023).

Respecto al empleo, los encuestados por parte de PwC creen que la corriente positiva actual continuará aumentando, con un 50% que espera que permanezca estable y un 31% que anticipa una disminución.

El 54% de los encuestados espera que la inflación se mantenga entre el 3% y el 3,5% para junio de este año, mientras que el 34% espera que descienda al rango del 2,5% al 3%. Para diciembre, la mayoría (56%) la sitúa entre el 2,5% y el 3%.

A pesar de estos aumentos, la mayoría de los directivos señalan que su política de precios será estable (62,5%), mientras que el 35% espera aumentarlos y solo el 2% planea reducirlos.

Estas respuestas sugieren que la situación económica española parece estar desvinculándose del ciclo político, que es más turbio y complejo, y puede beneficiarse de los fondos europeos y de una dinámica positiva.

Bajada de tipos

La posible bajada de tipos de interés, se espera que esta sea uno de los impulsores de las proyecciones positivas. Actualmente, el tipo de intervención del BCE está en el 4,5%, y se espera que para junio de 2024 se sitúe entre el 4% y el 4,5%. Para diciembre, se prevé que descienda al 3,5% o al 4%, y para junio de 2025, por debajo del 3,5%.

La evolución de los tipos de interés es una cuestión difícil de predecir, pero el consenso actual apunta a tres o cuatro recortes de 0,25 puntos este año, siempre que la inflación continúe mostrando signos de debilidad y el BCE perciba la necesidad de estimular la economía. Algunos análisis sugieren que es demasiado pronto para asumir que la inflación, que en enero se situó en el 3,4%, continuará descendiendo, y hay quienes anticipan un repunte para el verano que podría afectar negativamente. Sin embargo, la actuación de la Reserva Federal será crucial, ya que pocos creen que el BCE adelantará la reducción de las tasas si la Fed no lo hace primero.

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