Bolsa, mercados y cotizaciones

La brújula perdida de la Fed: por qué el mercado está ignorando su hoja de ruta

  • Un Dot Plot 'decepcionante' ha encendido la euforia de los mercados
  • Este cambio alerta de un 'cambio de tendencia' sobre esta herramienta de la Reserva Federal

Nadie puede decir que la Fed no ha dicho alto y claro cuáles son sus planes. La Reserva Federal publicó este miércoles, junto con su decisión de no tocar los tipos de interés, el famoso 'dot plot', la hoja de ruta en la que sus miembros muestran sus estimaciones para los tipos, la inflación, el PIB y el desempleo. Los mercados acudían a la cita con dos grandes preguntas, cuándo se bajará el 'precio del dinero' y hasta dónde. En ese sentido muchos pensarían que este 'dot plot' habría desatado una decepción generalizada en Wall Street, pues el consenso de los analistas esperaba cinco recortes de tipos empezando en marzo y la 'guía' de la institución dio una estimación mucho más humilde: tres recortes de 25 puntos básicos. Sin embargo, lejos de calmar las aguas, esto encendió por completo a los mercados.

Tras darse a conocer el famoso 'gráfico de puntos' el S&P 500 aceleró sus subidas hasta un 1,37%. Aunque donde se notó la euforia fue principalmente en las previsiones de recortes de tipos. Antes de la reunión había una duda sobre si realmente la Fed tomaría la primera medida en la reunión de marzo o si esperaría hasta mayo. De hecho, la opción preferida de los mercados era la de esperar. Sin embargo, este debate ha sido totalmente fulminado por el optimismo tras el dot plot y ya hay un 80% de probabilidades de un recorte de tipos el tercer mes de 2024.

Además, el gran cambio no ha venido solo en esta nueva perspectiva. El consenso de los analistas ha doblado su apuesta y ahora estima que no habrá solo cinco recortes, sino que ven seis casi asegurados para diciembre de 2024 y, de hecho, ha ganado muchos enteros la posibilidad de un séptima rebaja de 25 puntos básicos que deje el precio del dinero en un rango de entre el 3,5% y el 3,75%.

Pero, ¿por qué el mercado piensa así a pesar de que la propia Fed ha dicho que habrá menos movimientos de los que el mercado daba por hecho? La realidad es que tanto la propia institución como los mercados han dejado de dar credibilidad a esta herramienta como una hoja de ruta fiable para los próximos movimientos, a pesar de que hubo un momento hace escasos meses en el que la propia Fed lamentaba la literalidad con la que el mercado estaba leyendo este diagrama.

Ahora, los expertos dejan claro que este instrumento ha obtenido un rol totalmente diferente, aunque también muy útil al mercado pues, de hecho, una lectura correcta es la clave para entender el optimismo actual. Este cambio de paradigma ha venido derivado de las estimaciones de las diferentes publicaciones en contraste con lo que realmente ha sucedido. Respecto a los tipos de interés, las estimaciones en 2021 apenas apuntaban a unos tipos al 1% para este año. En 2022, el año en el que comenzó con el agresivo ciclo de subidas de tipos, las primeras previsiones no apuntaban, ni siquiera, a un precio del dinero superando el 3% este año. Todas y cada una no anticiparon una escalada frenética hasta el 5,5% actual y de hecho, solo se acercan a la realidad a medida que la ejecución ya es inminente.

En ese sentido, los mercados han entendido que la Fed, no tiene por qué cumplir ni de cerca estas previsiones ante un momento de cambios muy drásticos. Del mismo modo que no contemplaron la intensidad de las subidas 12 meses antes, no tiene por qué anticipar ahora los recortes masivos que augura el mercado. Y, de hecho, solo que ya contemplen un descenso significativo de 75 puntos básicos ha hecho a los expertos soñar con movimientos más fuertes. Sin embargo, para entender el por qué todo el mercado sigue pendiente de este diagrama pese a que, en teoría, ya no crean en él, hay que ver cómo funciona exactamente.

¿Qué es exactamente el Dot Plot?

El Dot Plot es un diagrama que muestran las estimaciones de todos los miembros de la Reserva Federal en diferentes apartados. Estos diecinueve círculos pueden verse y representan a todos los miembros de la Fed, sin embargo solo 12 de ellos tienen derecho a voto, los siete miembros de la Junta de Gobernadores, el propio presidente de la Fed y cuatro de los once presidentes, que ganan este derecho de forma rotatoria.

A pesar de que el gráfico muestra con puntos la opinión de todos y cada uno de los miembros (aunque de forma anónima), el punto que queda fijado es la mediana entre todos ellos, dando el mismo valor a todos sus miembros. Este documento se publica de forma trimestral y no solo ofrece una perspectiva de los planes de la institución, sino que muestra a las claras las divergencias que existen dentro de los miembros de la institución a la hora de contemplar el futuro.

La idea se puso en marcha en 2012, cuando la crisis financiera de 2008 llevó los tipos de interés a cero. En ese momento, la duda que recorría a todos los mercados era cuándo volverían a subir los tipos y el 'dot plot' se implementó en un esfuerzo por incrementar la transparencia y servir como un aviso a los mercados sobre cuándo terminarían esta era de tipos ultrabajos. Sin embargo, ha entrado en una nueva dimensión con la subida de la inflación tras la políticas expansivas tras el covid, la guerra de Ucrania y la crisis de suministros, donde los grandes movimientos de la inflación han obligado a un enfoque mucho más agresivo.

La maldición del diagrama

En el momento actual, inicialmente, la hoja de ruta fue interpretada como una guía paso a paso, dada la funcionalidad que había tenido en épocas de más tranquilidad. Sin embargo, la propia Reserva Federal lamentaba esta situación, pues creía que esto solo podía decepcionar al mercado y, por el camino, hacer más caótico el sendero que tenía que recorrer. "Si se entiende adecuadamente, puede ser un elemento constructivo, pero tenemos que encontrar formas de abordar la confusión colateral que está rodeando al diagrama de puntos", explicaba Jerome Powell en una de las ruedas de prensa de 2022.

Por su parte, el conocido halcón de la Reserva Federal, James Bullard, que se retiró ese mismo año, cargó en uno de sus informes contra las expectativas equivocadas que estaba generando. "Podría estar haciendo más daño que bien en un contexto de grandes movimientos", explicaba el expresidente de la Reserva Federal de San Luís. En ese sentido lamentaba que "no comunica adecuadamente la incertidumbre que hay entre los miembros de la Fed y se está convirtiendo en una promesa implícita para los mercados".

"Es una herramienta que carece de sutileza y complejidad y mucha gente la está tomando como una certeza absoluta"

En ese sentido Loretta Mester, presidenta de la Fed de Cleveland, explicaba en febrero que "el hecho de que los puntos puedan cambiar con el tiempo debido a la evolución económica es una característica de diseño, no un defecto". En aquel momento, los mercados se mostraban decepcionados por las diferencias que se estaban dando entre el ciclo de la Fed y las previsiones que habían lanzado meses atrás.

Los expertos de UBS se referían a las expectativas del documento como "la maldición del diagrama de puntos" y explicaba que "es una herramienta que carece de sutileza y complejidad y mucha gente la está tomando como una certeza absoluta" (para tomarlo como una guía práctica). Por su parte, Jon Faust, asesor de la Fed, explica que por ejemplo "es un gráfico sobre puntos de vista, pero no refleja ningún indicio sobre cómo se conciliarán en una política de consenso".

Desde Británica Education explican que este gran cambio de paradigma ha 'roto' la lógica de los mercados de seguirla paso a paso y que ya se empieza a utilizar de un modo más adecuado. "Hay que pensar en el diagrama más como una ventana transparente a las conjeturas de la Fed". En ese sentido señala que "en periodos de incertidumbre económica los cambios que va a haber tienen que ser bastante sustanciales".

Los mercados han aprendido

Estos factores ya se han instalado en los principales analistas de Wall Street, que están sacando conclusiones muy diferentes de las que anunciaron cuando se dieron las subidas. Desde Pimco, la analista Tiffany Wilding, reconocía que "es más pesimista de lo esperado" respecto a los puntos, pero daba alas al optimismo señalando que el punto de partida del 2024 era "que todos los representantes dan por hecho tres recortes como mínimo y las proyecciones parecen dar por seguro que se logrará un aterrizaje suave".

David Page, de Axa Investment Managers, cree que han lanzado estos tres recortes como un suelo. "La Fed ha querido hacer retroceder las expectativas de recortes bruscos" y "el riesgo es claramente que el descuento sea mucho mayor de lo esperado". Desde Abrdn señalan que solo el cambio de tendencia "ha envalentonado a los inversores" debido a que "existe ciertamente el riesgo (viendo sus previsiones) de que se produzca un movimiento con mayor prontitud".

Los expertos señalan que, al margen de la hoja de ruta, sus comentarios alentaron profundamente al mercado hacia unos posibles recortes. Por su parte, una economía peor de lo esperado podría obligar a intervenir de forma más agresiva y, por supuesto, un retroceso de la inflación más rápido también daría alas a un recorte más amplio. En ese sentido, las perspectivas de la inflación han sido muy positivas con una perspectiva del 2,4% para el IPC en 2024 y del 2,1% para 2025. En cualquier caso, las previsiones respecto a los tipos de interés han pasado a un segundo plano.

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