Bolsa, mercados y cotizaciones

La bolsa global duplica su tamaño desde el mínimo de la pandemia y aún existe margen de subida

  • Wall Street es el mayor aliado para que el índice esté en máximos históricos
  • Las acciones chinas han sido el gran contrapeso conjunto del mercado
  • Las economías emergentes ya no tienen en cuenta al gigante asiático
Renta variable global. Dreamstime
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El último traspié de la bolsa global, con el dato de inflación en Estados Unidos, se suma a los obstáculos que acarrea el mercado de renta variable desde la irrupción de la pandemia. Pero eso no evita que el índice que sigue el rendimiento del conjunto del mercado de acciones doble su posición desde el peor momento de la crisis del coronavirus, al subir más de un 100% desde marzo de 2020.

El índice MSCI global supera los 3.240 puntos, una cifra que roza el máximo histórico (se perdió tras la caída del mercado del pasado martes) y que podrá superar de nuevo en el corto plazo, según las estimaciones del consenso de mercado que recoge Bloomberg. Y es que los expertos ven motivos para que toda la renta variable suba otro 10% hasta los 3.563 puntos de precio objetivo del índice MSCI global.

A pesar de los riesgos que existen en el mercado de renta variable, la opinión generalizada actual apunta a que la recesión está prácticamente descartada en las principales economías del mundo. De hecho, de la última encuesta a gestores realizada por Bank of America se extrae que el riesgo en las carteras vuelve a ser una opción y que la exposición a la renta variable crece con un 21% neto de los gestores sobreponderando en bolsa, la mayor cifra en dos años.

Lo cierto es que a principios del 2022 este índice, que tiene en cuenta todos los sectores y geografías con mercado bursátil, ya estuvo cotizando en valores similares a los actuales, pero sin llegar a doblar su suelo del Covid. El impulso del mercado por la recuperación de la pandemia llevó a las principales referencias de la renta variable a anotar un 2021 récord, pero que comenzó a desinflarse en el ejercicio siguiente. El estallido de la guerra en Ucrania afectó principalmente a los mercados europeos mientras que los principales bancos centrales comenzaron a ajustar al alza sus políticas monetarias en la segunda mitad del 2022: un efecto que tuvo su impacto en la eurozona, Estados Unidos o en el Reino Unido, entre otros.

Pero los últimos meses del 2023 y lo que va del 2024 han permitido a varios índices subir más de un 100% desde el desplome de la pandemia. El tirón de las grandes tecnológicas estadounidenses, en particular las conocidas como siete magníficas, permiten al S&P 500 y al Nasdaq 100 cotizar en máximos históricos y a subir un 125% y un 155%, respectivamente, desde su suelo del 2020. También la principal referencia del parqué japonés sube un 130% en el mismo periodo, gracias al avance que registra este 2024.

En las bolsas del Viejo Continente existe mayor disparidad. Índices como el Dax alemán sí doblan su suelo del Covid mientras que el Ibex 35 sube un 62% en estos casi cuatro años de cotización y cada vez más lejos de los 10.300 puntos a los que aspiró el selectivo en el último rally bursátil.

Dentro del índice MSCI World no hay valores chinos (priman las economías desarrolladas). El índice global en el que sí ponderan compañías chinas (MSCI All country world index) cotiza a un 2,5% de sus máximos históricos, anotados a mediados del 2022. Este selectivo de renta variable global flaqueó a partir de ese año (y aplaza el subir más de un 100% desde su mínimo del Covid) precisamente por el desplome de las acciones chinas, que han perdido peso dentro del conjunto de la bolsa, según los criterios de MSCI para formar parte de sus índices.

Los principales selectivos del gigante asiático acumulan tres ejercicios consecutivos a la baja. De hecho, la bolsa del país (que incluye tanto la continental como la ubicada en Hong Kong) cede más de un 60% desde sus máximos históricos que supone perder 6 billones de dólares de capitalización bursátil, según Bloomberg. Casi tanto como el valor de mercado actual de la bolsa de Japón. Así, la reducción del peso de la bolsa China como parte del cómputo total también permite a las acciones de otras geografías impulsar a la bolsa global hasta estos nuevos máximos históricos.

Ahora, la ponderación del MSCI Global supone que el 70% del peso de este selectivo se concentre en acciones estadounidenses, un 6% son japonesas y casi un 4% pertenecientes al Reino Unido. El resto de geografías, en las que se incluye la bolsa española, integran el 20% restante.

Las acciones chinas también pierden relevancia dentro de los índices de economías en vías de desarrollo. Si al inicio del 2021 la bolsa china suponía el 40% del total del índice de mercados emergentes ahora se sitúa por debajo del 25%, la menor ponderación de su historia. Por contra, la bolsa hindú reduce la brecha con el todavía líder de las bolsas emergentes al alcanzar el 18% de la ponderación de este índice.

Esto se aprecia también en la evolución de sus principales índices de referencia en los últimos meses al buscar los inversores oportunidades de economías en vías de desarrollo con crecimientos de PIB superiores a los de China. Así, esta bolsa ha dejado de dictar el rumbo de las bolsas de economías emergentes, que se veían arrastradas en las alzas y bajas del gigante asiático. Ahora, mercados como el indio cotizan por libre, ya que la débil situación que vive el inmobiliario nacional y la falta de medidas eficientes que devuelvan a su parqué la credibilidad perdida en los últimos años no tienen reflejo en otros mercados.

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