Bolsa, mercados y cotizaciones

La bolsa española supera el medio billón en dividendos este siglo

Uno de los nudo gordianos de la inversión es la importancia de los dividendos (y las recompras de acciones) a la hora de medir el verdadero retorno que los accionistas perciben de una compañía, y en ello se ha centrado el XVII Foro de Empresas que aportan valor al accionista.

Esta jornada se ha celebrado con el patrocinio de Ferrovial, Iberdrola e Ibercaja, cuyo director territorial de Madrid y Noroeste, José Vicente Marco, destacaba la calidad de sus participantes, que en esta ocasión han sido Ence, Ferrovial, Ebro Foods, Prim e Iberdrola. El evento también contó con una intervención inicial de Domingo García Coto, director del servicio de estudios de BME, el cual ha aportado el dato clave que ha sobrevolado toda la jornada y es que desde que comenzó el siglo, las empresas cotizadas españolas han repartido un total de 542.000 millones de euros a través de 8.000 dividendos.

"En las dos últimas décadas la bolsa española se ha revalorizado un 2,25% anual, cifra que asciende hasta el 6,75% si se incluyen los dividendos", explica García Cueto. "Esta cifra queda reforzada si se compara con una inversión como el bono español a 10 años, que habría conseguido un 3,75% anual en el mismo periodo", agregaba el experto. Por último, destacaba el liderazgo de la bolsa española en este sentido: "Tras la subida de este año, la rentabilidad por dividendo de la bolsa española sigue siendo una de las más elevadas del mundo, con un promedio en los últimos 20 años del 4,5%".

Ferrovial: "Mantenemos flexibilidad entre retribuir e invertir"

La compañía de infraestructuras tiene una particularidad en la forma que tiene de contabilizar su deuda y el reparto de dividendo: la empresa contabiliza la deuda que mantiene cada proyecto de infraestructuras por sí mismo, además de la que mantiene la matriz, que no incluye el apalancamiento de cada proyecto. En este sentido, "a nivel matriz, teníamos caja neta positiva, de 1.400 millones de euros a cierre de 2022", explica Silvia Ruiz, directora de relaciones con inversores de Ferrovial, un dinero que les ayudará a destinar inversiones como la del proyecto de la Terminal 1 del aeropuerto JFK en Nueva York.

En cuanto a la retribución al accionista, "Ferrovial es una empresa que ha tratado de ser consistente", destaca Ruiz, y hace hincapié en que "ya se han recuperado los niveles previos al Covid". Sin embargo, la compañía opera sin "una política de dividendos como tal", ya que prefiere mantener una flexibilidad en este sentido que le permite hacer las inversiones que considera adecuadas cuando encuentra una oportunidad en el mercado. "Queremos mantener una flexibilidad, siempre buscando un equilibrio entre retribuir al accionista y acometer inversiones que creen valor a largo plazo", señala Ruiz.

A la hora de analizar el dividendo que reparte la compañía a sus accionistas, es importante tener en cuenta la maduración en la que se encuentran los proyectos que mantiene la compañía, como las autopistas de peaje que gestiona en Estados Unidos y Canadá. "Por el peso que tienen las infraestructuras en nuestro negocio, el payout probablemente no es el mejor ratio que hay que mirar, ya que, dependiendo en qué fase estén los proyectos, puede ser engañoso, ya que generalmente tienden a generar muy poco beneficio los primeros años y eso va incrementándose con el tiempo", destaca Ruiz.

La conclusión es que, en Ferrovial, hay que mirar proyecto a proyecto en lugar de enfocarse en la matriz: "A veces es algo complejo de analizar, pero es importante ver cómo distribuyen los proyectos esos dividendos a la matriz. Si miramos el portfolio de proyectos que tiene hoy Ferrovial, de 5 que tenemos en Estados Unidos, sólo 2 están retribuyendo, dos autopistas en Dallas", explica Ruiz. Los otros tres proyectos de la empresa en el gigante estadounidense, "otro en Dallas, uno en Carolina del Norte y otro en Virginia, deberían empezar a pagar un dividendo en los próximos 2 o 3 años, y esto incrementará el flujo de dividendos que recibe la matriz de manera sustancial en los próximos años", incide la directora de relaciones con inversores de la empresa.

EEUU como objetivo

El aterrizaje de Ferrovial en la bolsa americana, con escala en Holanda, responde a la apuesta de la empresa por operar en la primera economía del mundo. "Es una apuesta clara por EEUU y los proyectos de infraestructuras complejos, que es donde entendemos que creamos más valor", señala Ruiz.

Iberdrola: "Nos hemos dejado de realizar pagos desde 1901"

Iberdrola no es la compañía que paga el dividendo más alto de la bolsa española pero sí el híbrido perfecto entre retribución al accionista y crecimiento. En los últimos 20 años su acción se ha revalorizado un 200%, pero con dividendos este porcentaje se incremente hasta un 700%. La sólida remuneración de la eléctrica, sostenible en el tiempo, ligada a la consecución de los resultados y apoyada en la visibilidad de su negocio es una de las banderas que izó Ignacio Sánchez Galán desde su llegada a la utility en 2001. Con un pay out (porcentaje de los beneficios que se destina a la retribución) entre el 65% y el 75%, el dividendo por acción se ha multiplicado por más de tres desde el año 2000 al pasar de los 0,136 euros de entonces a los 0,464 euros con cargo al resultado de 2022. 

"El dividendo está en el ADN de Iberdrola. Desde su nacimiento en 1901 no ha habido un solo año en el que no hay pagado dividendo a sus accionistas, incluso en periodos complicados. El retorno a los accionistas es obligatorio, no sometido a modas pasajeras. Ese es uno de los secretos de la reputación entre los inversores", ha explicado Ignacio Cuenca, director de Relaciones con Inversores de Iberdrola, que intervino en la jornada de manera telemática. 

El segundo estandarte bajo la gestión de Galán ha sido la creación de valor. La firma ha elevado más de un 200% su beneficio por acción (BPA) desde los 0,23 euros del año 2000 hasta los 0,71 euros por título en 2023. También ha multiplicado en este intervalo por 5 el beneficio bruto (ebitda). "No hay más secreto que invertir. Estamos viviendo un ciclo que posiblemente no se ha visto en décadas donde el sector eléctrico está siendo protagonista de la economía. Iberdrola tiene la estrategia, la financiación y los proyectos para invertir", afirma el IR.  

Iberdrola acaba de vender parte de su negocio en México desvinculándose de los activos que no eran renovable con un efecto dilutivo de 90 millones. "México puede convertirse en la China que había hace un año. Contamos con una cartera de desarrollo de 6.000 MW renovables en el país. Hemos vendido a un precio atractivo los acuerdos de compraventa de energía (PPA) que teníamos con el Gobierno mexicano", asevera.

El siguiente paso es la oportunidad que brinca la compra de PNM Resources en Nuevo México en EEUU. "El 50% del negocio es regulado y el restante 50%, generación.  Para nosotros esto es clave para poder financiar el plan de negocio con cash flows internos y con negocio regulado, que te da una línea estable, ya hemos pagado el dividendo. Y con lo que generen los márgenes con los clientes financiamos las inversiones. Esto te da un potencial que pocas eléctricas tienen", explica. De cerrarse esta operación, EEUU -un país con grado de inversión triple A con oportunidades de inversión importantes- supondrá entre el 20%-25% de su negocio, España entre el 25%-28%, Reino Unido el 15%-20% y el resto serán emergentes donde Brasil jugará un papel importante. 

Ence: "El inversor extranjero se ha doblado desde febrero"

No es la primera vez que Ence está presente en una jornada de Empresas que crean valor al accionista, pero sí es la primera vez que lo hace después de que se solucione el conflicto legal sobre la fábrica de Lourizán (Pontevedra). Este ha sido claramente el gran catalizador que ha ido moviendo el valor de la papelera en bolsa durante los últimos años. Y, más recientemente, la resolución del Tribunal Supremo que garantizaba la continuidad de la fábrica hasta 2073, hizo repuntar el precio de sus acciones en 1 euro en apenas un par de sesiones ya que el mercado había descontado casi por completo el cierre inmediato de la planta.

"Una vez hemos pasado la crisis del Covid y la de Pontevedra, que han sido un paréntesis en el crecimiento, ahora volvemos a coger ritmo", explica Alfredo Avello, director financiero de Ence. "Ha supuesto un freno para la inversión extrajera, que ha visto estos problemas y nos ha evitado; ahora que se ha aclarado tenemos mucha visibilidad y un plan establecido tanto en celulosa como en renovables", agrega. Desde la sentencia, en febrero, el inversor extranjero en su capital se ha doblado, del 11% al 22%.

El dividendo de Ence ha permitido cuadruplicar el retorno que los accionistas han acumulado en el valor durante las últimas dos décadas. Lógicamente, el precio de sus acciones sí sufre una volatilidad por encima del mercado al ser una empresa bastante ligada al ciclo. "Nosotros tenemos el dividendo ligado a los planes de crecimiento, el endeudamiento de cada momento y la generación de caja; en los últimos 10 años hemos repartido más de 400 millones de euros y solo durante la pandemia se ha suspendido esto", arguye Avello.

Precisamente al haber tenido el dividendo suspendido este año han decidido compensar al accionista con una remuneración que habrá rondado el 24% de rentabilidad. De los cuatro pagos sobre las cuentas de 2022 solo queda recibir el último, de 0,29 euros (aproximadamente un 8% de rendimiento a precios actuales), que se repartirá el próximo 16 de mayo si lo aprueba la Junta de Accionistas, que se celebra la semana que viene. "Nuestro compromiso con el accionista es crear valor a largo plazo y dar un dividendo que sea sostenible, ahora tenemos deuda 0 y, por lo tanto, tenemos margen", expone Avello.

Más allá de esto, y después de lo de Pontevedra, Ence pasa por un momento en el que busca reducir la volatilidad que sufre por los movimientos del precio de la celulosa, "gracias a la diversificación en otros productos, a Navia Excelente y al proyecto en As Pontes, donde se podrá reciclar fibras para nuevos productos", apunta el directivo. En la parte de los renovables, Avello destaca que ya no solo se trata de biomasa sino que se han introducido el biometano y el biogas, que comparten muchas sinergias con la biomasa. Por último, destaca que "gracias a no tener prácticamente deuda, el aumento de los tipos no nos afecta".

Prim: "Estamos estudiando elevar el capital flotante"

Por su tamaño y su escaso seguimiento por parte de los analistas, Pim es una de las compañías más desconocidas del Mercado Continuo. Sin embargo, con una capitalización de 200 millones de euros aproximadamente, es una de las empresas más veteranas de la bolsa española. De hecho, sus títulos llevan cotizando en el parqué madrileño casi 40 años, desde 1985. El origen de la compañía está mucho más atrás ya que fue hace 150 años cuando Pedro Prim funda su primer taller de ortopedia y lo complementa con el balneario de Alsasua (Navarra).

Lucía Comenge, su presidenta, explica que la empresa ha evolucionado mucho desde sus inicios y ya no solo es una compañía especializada en ortopedia sino que ahora la tecnología se ha convertido en uno de los catalizadores de crecimiento. En los últimos 20 años, su acción se ha revalorizado un 800%, pero si incluimos el dividendo es casi el doble pese a no ser una firma que destaque por su alta remuneración al accionista. "Tímidamente estamos sacando la cabeza después de 153 años de historia que nos han convertido en una marca líder en ortopedia y tecnología médida; ahora estamos modernizando la empresa para adaptarla al siglo XXI", explica Comenge. 

La compañía ha pagado 22 céntimos a cargo de las cuentas de 2022, lo que a precios actuales supone una rentabilidad del 2,1%. De cara a 2023 la previsión de los analistas es que mantenga esta cuantía. 

"Nosotros queremos mantener la retribución al accionista y nos hemos comprometido, como mínimo, a repartir el 50% del beneficio, aunque este año por distintas causas se nos ha ido al 100%", señala. Estas causas, apunta la directiva, responden a varias adquisiciones que se han hecho además de unos gastos de reestructuración acometidos para apuntalar el crecimiento futuro. 

Prim cuenta con un free float de algo más del 30%. "Dentro de este accionariado destacan algunas de las grandes gestoras españolas como Magallanes o Horos. Estamos estudiando cómo subir el capital flotante para aumentar el volumen, pero nos encontramos que los accionistas compran y se quedan en el capital mucho tiempo", apunta Comenge.

Entre los atractivos que puede ofrecer Prim de cara al inversor está ser una empresa consolidada en España, pero que apunta a un gran crecimiento fuera de nuestras fronteras. "La creación de valor hasta el momento se ha visto y creo que Prim sigue teniendo mucho potencial, sobre todo internacionalmente; el sector salud ha resultado como uno de los grandes ganadores después de la crisis del Covid y vemos oportunidades de crecer en Inteligencia Artificial y otros segmentos, que ya nos aportan 2,4 millones de euros de ebitda", señala.

"Nosotros ahora hemos usado la caja que teníamos para hacer seis adquisiciones y no queremos tener apalancamientos por encima de las 2,5 veces; esto, sin comprometer el pago del dividendo ya que el accionista sigue esperándolo periódicamente", concluye Lucía Comenge.

Ebro Foods: "La rentabilidad ha sido del 9% en los últimos años"

Ebro Foods es otra compañía que no tiene un compromiso de dividendo con sus accionistas establecido en su plan estratégico, pero que, sin embargo, puede presumir de tener una retribución muy atractiva, que se ha mantenido estable en el largo plazo. "A 5 años, la rentabilidad del dividendo ha sido del 9%, pero es que si lo miras a 10 años, también es del 9%; a 15 años, es del 9% y a 20 años, igual", explica Manuel de Luna, director de relaciones con inversores de Ebro Foods. "No tenemos una política oficial de dividendo, pero sí tenemos muy en cuenta la retribución al accionista como parte de la estrategia de gestión de una empresa", señala.

De media, en las últimas dos décadas la empresa ha dedicado "el 50% del flujo libre de caja a dividendos, y el otro 50% va dedicado a la reinversión". En este proceso, la empresa se caracteriza por implementar la estrategia que considera más adecuada, en función del contexto de tipos de interés: "Con tipos altos, hay valoraciones bajas, y en ese periodo priorizamos adquisiciones. A partir de 2016 los tipos bajan, las valoraciones se disparan, y reinvertimos en nuestros propios negocios", señala de Luna. Es, además, en estos momentos cuando la empresa ha aprovechado para desinvertir "en aquellos negocios que consideramos que pueden tener riesgo, y con esa caja repartir un dividendo extraordinario que se añade a la rentabilidad del 3,5%-4% del ordinario", destaca. Así es como se ha conseguido alcanzar  rentabilidades del 9% en la retribución al accionista de forma consistente. 

De cara al futuro, Ebro Foods tiene, según explica de Luna, un componente defensivo que ayuda a la compañía en los momentos complicados. "El negocio que subyace es arroz, es defensivo. Cuando vienen malos momentos, la gente come más arroz que carne", destaca De Luna. La compañía, además,  tiene también sus armas para enfrentarse a los peligros que más le pueden amenazar, como la sequía.

"Trabajamos con stocks antiguos, y en un momento en el que todo el mundo tiene que comprar en el mercado, nosotros contamos con un stock de un año.  Hemos tenido una política de stocks largos que nos ha permitido estar mejor que nuestros competidores, que son más pequeños. El arroz, además, si se mantiene bien, aguanta mucho tiempo. Hay arroces que ganan valor con el tiempo, y se añejan", señala.

De Luna también explicó hacia dónde está orientando al compañía su negocio, con los cambios en los hábitos de consumo que se están produciendo: "El consumidor ya no hace una paella para diez, si no que ahora se inclina más por un arroz microondas que se calienta en dos minutos.

El tejido del consumidor ha ido cambiando y nosotros hemos ido apostando por este cambio. El negocio microondas ha crecido a un 30% durante más de 10 años, sobre todo en países desarrollados, que es donde operamos", destaca De Luna. "Es recurrente, se trata de algo que viene pasando continuamente: crece ese producto de mayor valor", explica.

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