Banca y finanzas

La banca se autorregulará en aspectos de conducta e información a clientes

  • El Banco de España avanza hacia la corresponsabilidad que rige en esta materia en otros países
Sede del Banco de España. Archivos.

La banca va a ganar margen en términos de autorregulación sobre algunas cuestiones relacionadas con la transparencia exigible hacia los clientes o el supervisor para garantizar una adecuada comercialización de sus productos y servicios. El Banco de España prepara una nueva circular para regular las normas de conducta y de transparencia informativa y en la consulta pública previa lanzada al sector sobre su contenido abre la puerta "hacia una regulación más basada en principios y hacia una mayor autorregulación".

Se trata de una práctica ya vigente en algunas materias como la publicidad. El organismo cambió hace años el sistema que obligaba a obtener su aprobación previa en todos los anuncios y acciones publicitarias a otro donde las entidades conocen los principios de actuación y el Banco de España se limita a supervisar su adecuación, dando la agilidad que pedía la propia industria para lanzar campañas comerciales sin retrasar su activación por la burocracia de la autorización.

Con la nueva circular, el Banco de España avanza además hacia las nuevas prácticas imperantes en materia de conducta a escala internacional, donde rige el "principio de corresponsabilidad" o responsabilidad compartida, con una adopción voluntaria de reglas por parte de las entidades de cumplimiento vinculante.

El ejemplo más claro es el británico, aunque la mayor parte de las jurisdicciones de nuestro entorno están implicadas en procesos de transición hacia esos modelos. Son las fórmulas por las que abogan también organismos como la Autoridad Bancaria Europea (EBA), el supervisor de los supervisores (el Comité de Basilea, BIS) o el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés), creado en el seno del G-20.

La consulta pública formulada por el Banco de España no especifica las materias concernidas, pero fuentes financieras explican que la aplicación de la autorregulación aplicaría "en determinados aspectos", de forma tasada. Y, en todo caso, elevaría al tiempo el grado de responsabilidad e involucración de la entidad en el cumplimiento de las buenas prácticas bancarias. De hecho, una de las medidas que potenciará la futura circular son los controles internos.

El organismo indica en la consulta abierta al sector que el enfoque de supervisión preventiva de la conducta se basa "en una valoración temprana del marco de control interno de la entidad, al efecto de garantizar el establecimiento de modelos de negocio y estructuras de organización comercial que aseguren unas prácticas de mercado adecuadas, con particular atención a las relaciones entre las entidades y la clientela".

La elaboración de la circular llega para adecuar el marco vigente sobre información y conducta a las últimas regulaciones aprobadas en materias como, por ejemplo, medios de pago o crédito al consumo y por los nuevos modelos de negocio surgidos en los últimos tiempos.

El Banco de España apuesta por elaborar una nueva circular frente a la opción de actualizar las vigentes para reducir la dispersión normativa y eliminar lagunas, incoherencias o redundancias. Al simplificar el volumen y la complejidad de la información que debe suministrar la banca a clientes y al organismo evita además la sobrecarga informativa.

Reclamaciones de clientes

El Banco de España tramitó en 2022 un total de 34.146 reclamaciones de clientes a entidades financieras (-0,5%) y 50.567 consultas. El conocimiento que extrae de quejas y consultas le permite ajustar la normativa y su función de supervisión de conducta, además de detectar posible lagunas. Aprovecha, precisamente, su informe de reclamaciones para difundir buenas prácticas bancarias y establecer pautas de resolución de conflictos.

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