El fin de la financiación gratis del Banco Central Europeo (BCE) a las entidades del Viejo Continente apenas ha rebajado sus cifras de liquidez. Con los balances todavía cargados, la retribución del pasivo, que se esperaba más rápida y elevada de lo que realmente fue, no tiene alicientes. Así, y siguiendo con el tipo de negocio de cada entidad, Unicaja y CaixaBank son las que tienen un coste de los depósitos más bajo como consecuencia de su elevada liquidez.
El grueso de los depósitos minoristas siguen sin pagarse en su mayor parte y los corporativos han empezado a tocar techo. Las expectativas cambiaron en el momento en que el mercado comenzó a vislumbrar una bajada de los tipos de interés que, de acuerdo con las perspectivas actuales, comenzará este mismo verano. Así, las cifras muestran que estos costes siguen estando entre los más bajos de Europa –al igual que el coste del activo, es decir, de los préstamos, también se encuentra en estos márgenes–.
En este sentido, los altos niveles de liquidez de los que gozan se han mantenido sólidos e incluso han mejorado tras las preocupaciones que surgieron a principios de 2023 como consecuencia del colapso de SVB (Silicon Valley Bank) y Credit Suisse. Así, la ratio préstamos-depósitos (LTD) se mantiene en niveles muy bajos y, como se puede ver en el gráfico, está en casi todos los casos por debajo del 100%. A este movimiento no solo ha contribuido la existencia de depósitos, también ha sido importante el desapalancamiento de los últimos tiempos. "En el futuro, con un crecimiento aún limitado de los préstamos en los próximos años, es poco probable que veamos presiones por este lado", señalan los analistas de Deutsche Bank.
Además, el paso de los depósitos a la vista a los depósitos a plazo también ha sido más lento de lo previsto, lo que ha retrasado el impacto de los tipos. En diciembre de 2023, los depósitos a plazo solo representaban el 15% del total, frente al 8% de un año antes y están todavía muy lejos de lo esperado. Hay que tener en cuenta que en su punto álgido (2013-2014), los depósitos a plazo representaban el 55% del total de depósitos.
Entidad a entidad
Como se puede ver en el gráfico adjunto, aquellas entidades que cuentan con más pasivo corporativo –entre las que destaca, por ejemplo, Bankinter– son las que tienen un mayor coste de los depósitos. Así, la entidad que encabeza María Dolores Dancausa, se queda, de acuerdo con los analistas de Deutsche Bank, en el entorno del 1,4% a cierre del cuatro trimestre de 2023. Esta cifra ha ido escalando trimestre a trimestre, desde el 0,3% del primero de 2023 hasta tocar la cima del 1,4%.
Así, otras con un peso relevante de administraciones públicas, grandes empresas y clientes de gestión de patrimonios, como también son Banco Santander o Sabadell, se quedan en el entorno del 1%. El crecimiento de estas últimas ha sido más escalonado que en el caso de la entidad naranja como consecuencia de su base de depósitos.
Por su parte, las que tienen un menor coste de los depósitos son CaixaBank y Unicaja. La catalana tiene un LCR (ratio de liquidez a corto plazo) del 215%, acompañado de un loan to deposits (créditos sobre depósitos)del 86%. Con esta amplia liquidez, la presión por pagar a sus clientes por los depósitos se contiene, lo que le coloca como la penúltima de las grandes entidades en este coste. En este sentido, a cierre de año, el coste de los depósitos de CaixaBank se colocan en el entorno del 0,6%, poco más de una décima por encima que en septiembre de 2023.
A la cola en coste de los depósitos se encuentra, según los datos de DB, Unicaja, con poco más de un 0,5%. En el lado de la liquidez, la antigua caja malagueña tiene un LCR superior al 308%, es decir, podría cubrir más de tres veces las obligaciones de pago a corto plazo con activos líquidos. En el lado del LTD, la entidad también destaca con un porcentaje del 74%, el más bajo entre la gran banca que opera en España.
