La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) avala formalmente el Programa de Estabilidad que el Gobierno envió a finales de abril a la Comisión Europea, pero hace diana con la seda de estabilidad fiscal que promete Moncloa. En un informe repleto de consideraciones, el organismo advierte de un futuro repunte de la ratio de deuda pública y de un estancamiento del déficit en el 3% a partir de 2024. Una vez disuelto el efecto que la retirada de las medidas contra la inflación tendrán sobre el gasto público, las cuentas deberá afrontar el peso del incremento del coste de las pensiones, la sanidad y la dependencia, además del encarecimiento de los costes de financiación. Todo ello, sin contar con el viento de cola del crecimiento económico, que perderá fuelle en cuanto se agote el impulso de los fondos Next Generation.
Los pronósticos señalan a un incumplimiento a largo plazo de las reglas fiscales que desliza el borrador que Bruselas pretende aprobar antes del final de año. Sobre el papel, los números del Ejecutivo se sostienen, al menos hasta 2026. La Comisión Europea demanda un déficit al 3% y una reducción de la deuda en tres años. Sin embargo, los de Ursula von der Leyen exigen que esa senda descendente sea continuada en el tiempo, un aspecto en el que España fallará.
La AIReF calcula que -en el mejor de los casos- la evolución de la deuda se congele a partir de 2026, para volver a despegar iniciado el año 2032. Peor es la previsión en un escenario en el que otro 'shock' vuelva a desestabilizar la economía. Llegado el caso, la ratio despuntará hasta el 117,1% en los próximos 15 años. Para evitarlo, el organismo que preside Cristina Herrero demanda un ajuste fiscal adicional por valor de 30.000 millones de euros hasta 2026. En concreto, proponen medidas de adicionales de 0,46 puntos del PIB cada año para enderezar la curva de deuda y lograr una reducción de 24 puntos de PIB en 15 años. Esto permitiría cumplir con el espíritu de la reforma que prepara el Ejecutivo Comunitario y estabilizar las cuentas, incluso en el escenario más exigente.
"Es necesario un mayor ejercicio de planificación que garantice la sostenibilidad de las cuentas publicas", aseguró ayer Herrero durante la presentación del informe. La presidenta del organismo recordó la larga lista de desafíos que se acumulan de cara a los próximos años, "es necesario abrir espacios fiscales para hacer frente a 'shocks' que antes nos parecían extraordinarios, pero que ya no lo son tanto", advirtió en relación a la fuerte inestabilidad en la que la economía lleva instalada desde el 2020.
Falta de planificación
No es el único 'pero' que la AIReF pone sobre el Programa de Estabilidad del Gobierno. Herrero acusó una profunda falta de planificación en el documento esbozado por la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. El organismo echa en falta que plan detalle acciones específicas que sostengan sus previsiones. "Solo se incluyen medidas para el primer año de vigencia del plan y aprobadas con anterioridad", criticó Cristina Herrero que afeó la falta de información de contabilidad nacional por subsectores, o un despliegue más profundo de las deficiencias de los riesgos fiscales a los que se expone España.
Tampoco se escapa del ojo crítico de la AIReF la senda descendente del déficit comprometida por Hacienda, una de las grandes promesas del Plan de Estabilidad. El ministerio que dirige María Jesús Montero plasmó en el documento un descenso del desajuste que lo llevaría al 3% en 2024, al 2,7% en 2025 y al 2,5% un año más tarde. La estrategia cumple holgadamente con lo que demanda Bruselas. Sin embargo, los números no le cuadran al organismo, que acredita el 3% para el 2024, pero no para el resto, en los que estima un estancamiento.
Una brecha entre las cifras de uno y otros, que la AIReF justifica en una diferente comportamiento de la recaudación. El Gobierno espera mantener los ingresos récord obtenidos durante los próximos años, apoyados en el auge del empleo y el rendimiento del IRPF. En concreto, la actualización del Programa de Estabilidad confía en cosechar 92.000 millones de euros extra a través de la Agencia Tributaria. Unos cálculos que no comparte el organismo, que estima un peor comportamiento de las cotizaciones sociales, del impuesto sobre la renta y de Sociedades.
La AIReF pronostica que la recaudación por estas tres figuras será 1,3 puntos inferior a las plasmadas por Moncloa en el documento. En total, los ingresos -añaden- se situarán en el 43,3% del PIB en 2026, seis décimas por debajo de lo establecido en el plan remitido a Bruselas. Los datos de recaudación relativos al primer trimestre apuntan a esa dirección. Los ingresos perdieron aliento entre enero y marzo al crecer al 2,6%, lejos del sólido 20,2% del mismo periodo del año anterior. No ocurre lo mismo con los gastos. El organismo acredita la senda planteada por el ministerio de Asuntos Económicos.
Avala el crecimiento del PIB
La AIReF también otorga su aval a los pronósticos sobre el crecimiento económico de Calviño. Revisa al alza su previsión sobre el avance del PIB para 2023 y lo sitúa en 1,9%, cercano al 2,1% planteado por el Ejecutivo. El organismo lo basa en el gran comportamiento del PIB durante el primer trimestre del año, periodo en el que creció al 0,5%, dos décimas más de lo esperado. Esa "sorpresa" en el comportamiento de la actividad ha provocado que el Instituto Nacional de Estadística (INE) haya iniciado un ajuste al alza de las cifras de los dos últimos trismestres de 2022.
El informe estima que ese impulso de la economía se mantendrá en 2024, cuando la cifra se aproxime a la marcada un año antes, apoyado en una fuerte aportación de la demanda interna que compensará "la contribución negativa del sector exterior". El ímpetu será menor en los años posteriores cuando desaparezca del empuje procedente del Plan de Recuperación.
