Si no fuera ya humillante e indecente mantenerse en el poder con un Gobierno teledirigido desde Waterloo por un delincuente prófugo de la Justicia, ahora también quienes le sostienen a cambio del chantaje permanente le han convertido en un Gobierno en funciones, que no otra cosa resulta de su renuncia a presentar unos nuevos presupuestos del Estado, que son la ley fundamental que marca la totalidad de la práctica totalidad de las decisiones y actuaciones gubernamentales, en la que se plasman los objetivos estratégicos de las políticas económicas y sociales públicas y los recursos asignados para su cumplimiento.