Periodista económico

Si no fuera ya humillante e indecente mantenerse en el poder con un Gobierno teledirigido desde Waterloo por un delincuente prófugo de la Justicia, ahora también quienes le sostienen a cambio del chantaje permanente le han convertido en un Gobierno en funciones, que no otra cosa resulta de su renuncia a presentar unos nuevos presupuestos del Estado, que son la ley fundamental que marca la totalidad de la práctica totalidad de las decisiones y actuaciones gubernamentales, en la que se plasman los objetivos estratégicos de las políticas económicas y sociales públicas y los recursos asignados para su cumplimiento.

Mientras en España asistíamos al vergonzoso espectáculo de un Gobierno enfermo de sectarismo utilizando a las víctimas del mayor atentado terrorista de nuestra historia para tapar la corrupción política de una amnistía a delincuentes y golpistas para comprar los siete votos que le permitan mantenerse en el poder, y para encubrir la corrupción económica del caso Ábalos o caso PSOE que salpica a ministros, exministros, a la presidenta del Congreso, a dos Gobiernos autonómicos y a la mujer del presidente, Portugal nos daba una lección, otra más, de dignidad, democracia y sentido de Estado.

Pedro Sánchez significa el símbolo de la amoralidad, es un amoral químicamente puro. Se trata de la ausencia total de principios”. La frase no es mía. Es del dramaturgo y director teatral Albert Boadella. Y lo dice a la vista de su hechos, sus actuaciones, sus políticas, sus engaños y sus renuncias desde la moción de censura amañada contra Mariano Rajoy hasta la culminación ahora con la rendición ante un prófugo de la Justicia, unos delincuentes y golpistas a los que amnistía vendiendo España y traicionando a la dignidad, a la verdad y al país al que debería servir y del que se sirve.

Mientras la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, intentaba descifrar porqué los algoritmos no andan solos por la calle, desde el SEPE nos avanzaban lo datos de paro registrado en el mes de febrero que, como es habitual, tienen más cocina que las encuestas de Tezanos y siguen agrandando la brecha entre el paro registrado y el paro efectivo o realmente existente.

Afirmaba recientemente el historiador sueco, Johan Norberg, promotor del capitalismo global, que "no hay forma más fácil de arruinar un país que una fiscalidad descontrolada". Y lo hacía no solo en referencia a España, pero sí especialmente en referencia a España, donde los últimos datos que hemos conocido del INE reflejan que un 26% de la población española está en riesgo de pobreza o de exclusión social y el porcentaje ha aumentado en el último año.

Si ya tenía Pedro Sánchez complicada la legislatura, el caso Ábalos con sus posibles derivaciones, se la ha puesto casi inviable. Y así lo asumen ya dirigentes del sanchismo y miembros del Grupo Parlamentario Socialista quienes apuntan que si tras la debacle de Galicia, se produce un descenso en las autonómicas del País Vasco el 21 de abril, y un nuevo descalabro en las europeas de junio, Sánchez se verá obligado a convocar nuevas elecciones generales en junio o julio, cuando se cumple el año que fija la Constitución para volver a llamar a las urnas desde la anterior disolución de las Cámaras Legislativas.

No se dignó a acudir a los funerales de los guardias civiles asesinados en Barbate ni a dar el pésame en persona a las familias, pero respondió ipso facto a la llamada del monarca alauí y en menos de 24 horas se presentó en Marruecos a rendirle pleitesía.

Primero ha incendiado el campo, levanta también a los pescadores y al transporte, y ahora la soga verde, como empiezan a llamarla algunos prestigiosos analistas, ahoga también a la industria y con ella al conjunto de las economías europeas. Y el primer aldabonazo lo ha dado el Gobierno alemán, que ha anunciado la rebaja de su previsión de crecimiento del 1,3% a solo el 0,2%, lo que es un práctico estancamiento y al borde de la recesión, consecuencia del hundimiento de la industria que se desplomó un 37% el pasado enero, afectada por la proliferación de normas y reglamentos medioambientales y el cese de las nucleares, sustituidas paradójicamente por la reapertura de las centrales de carbón, mucho más contaminantes y en contraposición a la Comisión Europea que ha incluido a la nuclear entre las energías limpias.

C omo rezaba el eslogan que llevó a la mayoría absoluta a Isabel Díaz Ayuso en Madrid, el dilema al que se enfrentaban los ciudadanos de Galicia en las urnas era "comunismo o libertad" y los gallegos han optado decididamente por la libertad. Por la libertad, por España y por el continuismo de unas políticas que han llevado a Galicia a ser la segunda comunidad de España en crecimiento del PIB per cápita desde el año 2009, ha rebajado su tasa de paro hasta el 9,15%, dos puntos por debajo del 11,76% del conjunto del Estado, a una mejora espectacular de los servicios sociales y de las infraestructuras y a una diversificación de su estructura productiva que ha eliminado su tradicional dependencia de la agricultura y de la pesca.

Más de 800.000 agricultores y ganaderos en pie de guerra. Cientos de tractores en las carreteras y en las calles. Miles de ciudadanos atrapados en los cortes de autovías y en los accesos a ciudades. Y lo que es más grave, dos guardias civiles, dos servidores del orden, vilmente asesinados en Barbate, localidad convertida en paraíso de los narcotraficantes. Y, mientras, el presidente del Gobierno, el mismo que se autoproclama social, el más social de la historia, se puso la pajarita y el esmoquin, movilizó el Falcón, y se fue a la gala de los Goya y a un desfile de moda con su esposa.