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Javier Sánchez Rojas (Cámaras): "Hay un acuerdo tácito sobre que los españoles no queremos cubrir algunos empleos"

  • "Las Cámaras vamos a ser un martillo pilón reivindicando infraestructuras"
  • "Se ha conseguido que cambie la mirada del exterior hacia Andalucía"
  • "La bajada de impuestos en Andalucía mete presión a otras administraciones"
Javier Sánchez Rojas, presidente del Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio. Fotos: Fernando Ruso

Javier Sánchez Rojas es inició en noviembre su segundo mandato como presidente del Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio. También es presidente de la Cámara de Jerez, de la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz, y vicepresidente territorial de la Confederación de Empresarios de Andalucía. También forma de CEPYME como miembro de su Comité Ejecutivo y de la Junta de directiva de la CEOE.

¿Qué objetivos se ha marcado para su segundo mandato?

Evidentemente tengo que seguir mis propios pasos, y una línea de trabajo que ha logrado el apoyo de todos mis compañeros por unanimidad. Por coherencia con ese camino iniciado hace cuatro años, para en este segundo y último mandato (por limitación legal) no tengo ningún problema en seguir trabajando para crecer en el servicio que se presta a las empresas, en seguir apoyando el tejido empresarial a ganar en dimensión, en seguir trabajando divulgación nuestra labor y en lo que ya es una necesidad, no una recomendación, que es el ese camino de la formación y de la digitalización y modernización de estructuras en las empresas. Y también está el tema reivindicativo, que tiene que ver con las infraestructuras. Vamos a seguir intentando ser martillo pilón. Básicamente el tema del agua es clarísimo, el tema del suministro de energía eléctrica y la conectividad de Andalucía que corre peligro, también el atraso fundamentalmente de ferrocarriles. …

¿Cómo valora la evolución del ecosistema empresarial y económico andaluz en los últimos años?

Suelo recurrir a una referencia que no es muy académica económicamente, pero que me parece ilustrativa: hemos conseguido que cambie la mirada desde el exterior hacia Andalucía. Es un mérito del cambio político, de la dinámica de cambio de las cosas. Hay datos que ayudan y que van en la buena dirección, y también hay otros datos que están siendo un poco más lentos en la mejora, como el de la renta por habitante. Para todo puede haber opiniones, pero creo que la principal palanca de cambio ha sido en Andalucía la estabilidad y la manera de mirarnos desde fuera, con el crecimiento de las inversiones y esa dinámica de venir los inversores Andalucía con otro con otra mirada.

¿Qué ha tenido más peso en ese cambio: las seis reducciones fiscales de los últimos años y la progresiva simplificación administrativa?

Eso es como si me preguntan si quiero más a mi padre o a mi madre (ríe). Las dos. Hay una forma gráfica e irónica de definir la situación en torno al reciente cuarto decreto de simplificación administrativa: es tan necesario simplificar la burocracia que el decreto ocupa 619 páginas. Es el cuarto, y me encantará que lleguemos al octavo, al noveno o al décimo y que el decreto diga simplemente: hemos terminado. El tema fiscal tiene que ir a compás. Hay que eliminar impuestos y, si no se puede, al menos no subirlos. Lo que dicen ahora en las escuelas de negocios como un entorno friendly. Claro que las autonomías tienen una capacidad impositiva sobre la empresa muy limitada, pero también es cierto que una bajada en un territorio tiene un efecto tractor, de modelo y de ejemplo hacia otras administraciones como las diputaciones y hacia los ayuntamientos, y también mete presión al gobierno de la de la Nación: si una administración hace lo posible por rebaja, te estoy poniendo más difícil que no lo hagas. Yo creo que tiene una importancia per se y tiene una importancia estratégica de estrategia política, de dinámica de las cosas.

Imagen de las Cámaras

¿Cree que la labor de las cámaras de comercio está bien valorada en la sociedad? ¿Cómo puede mejorarse esa percepción?

La verdad es que no no puedo tener más que una impresión digamos unilateral no, de lo que me llega al público de nuestro público objetivo fundamental, el de primera línea de trincheras, que es el empresariado. Yo creo que ahí estamos muy consolidados después de 130 años de media de edad de las cámaras andaluzas, sobre todo en temas formativos. Está en nuestro ADN el comercio exterior, un área en la que hacemos multitud de actuaciones y dónde no estamos mal. Sí estamos intentando tener más visibilidad, contar las cosas de otra manera y abrir nuevos espacios en lo que tiene que ver con emprendimiento y temas de juventud. Agradezco a la Consejería de Igualdad que hace dos años reconoció esta labor con un premio del Instituto Andaluz de la Juventud por nuestro por el apoyo de la red cameral a todos los temas de emprendimiento juvenil. Y este año hemos sido uno de los distinguidos con uno de los premios Meridiana. Estamos en eso, en ayudar y contribuir al crecimiento económico y el desarrollo económico. Y quiero destacar la importante participación de gente joven en todas las jornadas, webinar etcétera. Yo creo que todo es mejorable, pero creo que tenemos una imagen social bastante aceptable.

¿Está bien resuelta la delimitación de funciones entre las cámaras territoriales y el Consejo Andaluz de Cámaras, o se producen tensiones?

Hay una dinámica de colaboración, de debate, de hablar las cosas. No somos competidores, no ocupamos los mismos espacios. Lo que haga bien la Cámara de Almería a mí me interesa hacerlo y llevarlo a cabo en Jerez, y lo que yo pueda hacer en Jerez no estorba para nada al Consejo Andaluz. No entramos en rumbo de colisión. El Consejo se creó hace ya 34 años como una vía institucional y representativa, pero por otro lado en el Comité Ejecutivo y en el Pleno están todas las cámaras, de forma que ahí podemos colaborar y de ampliar espacios. Juntos sumamos y podemos apoyarnos en proyectos de lo más diverso, desde temas portuarios a temas de emprendimiento, igualdad, microcréditos ….

¿Cree que es positivo, tal y como ocurre en su caso, que los directivos de las cámaras también ocupen cargos de responsabilidad en las organizaciones empresariales? ¿Es positiva esa unidad de acción o por el contrario resta independencia a las cámaras?

Es positivo. Yo estoy en las dos. Y no creo que afecte a la independencia de cada organismo. Siempre los roces que yo conozco son por las personas, no por el espacio o por la delimitación de responsabilidades. Y hay temas de colaboración clarísima. Las cámaras somos organismos de base empresarial de tutela pública, como los colegios profesionales a los que nadie le pregunta ese tipo de cosas. Pero la cuestión tiene sentido porque detrás hay todo un contexto histórico: hay cosas en el ADN cameral, clarísima como lo que antes he mencionado de Comercio Exterior, de temas de formación, de arbitraje mercantil … Hay una larga lista de cosas que están más que consolidadas en las cámaras. Y después hay pata empresarial distinta, pero yo no puedo ser el distinto a las 9 de la mañana que a las 9 de la noche. Lo que hicimos a nivel de organizaciones empresariales, allí donde se vio oportuno y donde libremente se tomaron las decisiones, es armonizarlo. Y no afecta para nada la independencia sino que nos sirve para colaborar. Llevamos a gala la unidad de acción empresarial.

¿Cómo valora la situación en Sevilla a este respecto?

En Sevilla yo creo que lo que ha habido es una clara demostración de transparencia y democracia. Ha sido la única Cámara donde a las últimas elecciones concurrían dos candidaturas, han competido y ha ganado una de ellas, la de Francisco Herrero, buen amigo. Y nada más que decir que decir. Todo dentro de la normalidad. Quizás se ve de forma un poco especial porque de trece cámaras sólo ha habido que ir a elecciones en la de Sevilla. El proceso cameral de elecciones es un poco complicado para los no iniciados. Precisamente estamos pidiendo, por cierto, que dentro de la simplificación administrativa también se incluya el modernizar el proceso de elecciones camerales. Pero volviendo al tema de la unidad de acción empresarial, y nivel andaluz, yo soy también vicepresidente de la CEA y puedo decir que en las grandes cuestiones que no tienen ni deberían de tener color político ni discusión, como el de la infrafinanciación, las infraestructuras, el reto demográfico, la simplificación o la política fiscal no hay discrepancias.. Y sobre la situación en Sevilla hay que subrayar, en negrita, la normalidad. Nos tenemos que acostumbrar a que competir no es malo, se va a las urnas y punto.

¿Va a volver a la actividad la Cámara de Jaén?

La iniciativa política tiene que partir de la Junta de Andalucía, y en este caso de la Consejería de Empresa, Empleo y Trabajo Autónomo, que es la competente. Lo primero es agradecer a las cámaras de Andújar y Linares que hayan suplido la ausencia en estos años de la Cámara de Comercio de Jaén, y hayan atendido a las empresas de la provincia de Jaén. Y lo segundo es que, respetando la iniciativa de la Consejería, consideramos irrenunciable que Jaén recupere su Cámara. Lo que tenemos que ver es cómo y de qué manera lo hacemos, y que se siga manteniendo la Cámara más que centenaria de Andújar y la de Linares. Pero los procesos burocráticos son largos. Como anécdota, en la anterior Ley de Cámaras no se recogía como se liquida una cámara y de hecho hubo demoras por el vacío legal hasta que se hizo felizmente una nueva ley donde ya se regulaba, a lo que hay que añadir las dificultades de todo proceso de liquidación. Así que consideramos irrenunciable una nueva Cámara para Jaén, que será un nuevo ente jurídico.

Exportaciones y empleo

¿Las cifras récord en exportaciones en los dos últimos años responden realmente a un incremento de la internacionalización de las empresas andaluzas, o están 'dopadas' por la inflación?

Las dos cosas. Y pongo como ejemplo lo ocurrido en Cádiz, en mi provincia, donde se ha multiplicado por dos el número de empresas que han hecho exportación, algunas iniciándose y otras ya más consolidadas. Estamos creciendo en cantidad y en calidad en el mundo aeronáutico, en derivados del petróleo, el aceite. Se ha ido creciendo año a año, hasta el récord de 2022. En 2023 no se batió ese registro pero también ha sido un buen año en exportación. Y ahí estamos las Cámaras, desde que una empresa necesita un cuaderno de exportación, altas … Hay que reivindicar el papel de las empresas. Todo el mundo se arroga su papel en el éxito, pero hay que destacar que son las empresas las que exportan. Pasa igual que con el empleo: cuando se logra que en febrero pasado se cree empleo después de 17 febreros malos la clase política, los sindicatos y todo el mundo se lanza a atribuirse el éxito, pero los protagonistas son esos hombres y mujeres que desde sus empresas han creado nuevos puestos de trabajo. No nos olvidemos del protagonismo de las empresas, y en Andalucía hay que hablar de las pequeñas y medianas empresas también.

¿Están las pymes andaluzas quedándose atrás en digitalización, o se están adaptando con suficiente rapidez?

Insisto en que nuestro tejido empresarial es básicamente de pymes, y por lo tanto la atomización te hace ir más tarde prácticamente a todo. Los datos de la Cámara en España hablan de entorno a un 45% de las empresas que se han digitalizado o están en proceso, y por lo tanto queda mucho por hacer, en una labor "pastoral" y de formación en que estamos involucrados el mundo asociativo y el cameral. Y también hay que pedir un esfuerzo a las administraciones para que se pase de las musas al teatro. Y me refiero a los fondos MRR y a todo lo que viene en el nuevo marco comunitario, porque hay que propiciar ahí que sea fácil para micropymes y autónomos acceder a ayudas a la digitalización como el kit digital, para conseguir que desde Ayamonte hasta Almería las empresas puedan implantar procesos de digitalización.

¿Cómo explica que empresas de distintos sectores no encuentren el talento y la mano de obra que necesitan en la comunidad con más paro de España?

Talento nos sobra. Tenemos creatividad, que es la expresión del talento, unas veces innato y casi siempre adobada con formación. Falta de mano de obra, y ahí hay grandes paradojas. Hago una pregunta, y es retórica, sobre qué sistema nos hemos dado, de qué sistema nos hemos dotado como país, para que hayamos llegado a estos escenarios. Tenemos formación, hay recursos formativos que se devuelven año tras año desde las administraciones, hay multitud de formación profesional para el empleo, pero de forma general y en muchos sectores hay dificultad para encontrar mano de obra. ¿Qué ocurre? Tenemos que responder a esa pregunta como sociedad, y tenemos que hablar los empresarios, y también las centrales sindicales y las administraciones. Tienen que hablar todos los sectores implicados para ver qué está pasando. Yo creo que no hay un problema de aptitud, sino de actitud, y en gran parte hay un acuerdo tácito de la sociedad de que hay determinados empleos que no queremos cubrir los españoles. Pero que hay que cubrir porque son necesarios. Eso no tiene más solución que de una manera ordenada y legal establezcamos formas de generar oportunidades para personas de otros países que tienen necesidad de mejorar también su futuro vital.

¿Cree lógico que se tengan que organizar contingentes de temporeras para campañas agrícolas con los niveles actuales de paro en Andalucía?

Insisto en que tenemos un problema, que no es solo de empresarial sino de toda la sociedad. Podemos ponerle muchos paños calientes, pero la situación es la que es: hay un reto demográfico en los países al sur de España, en África, y hay un reto demográfico inverso en nuestro país. Nosotros estamos en una bajísima natalidad y evidentemente necesitamos, como país, seguir creciendo y ocupar esos puestos de trabajo para los que no encontramos candidatos. No se encuentra gente para el campo, no se encuentra gente para la hostelería, no se encuentra gente para trabajos que podríamos considerar dentro de ese apartado al que me refería antes, pero es que tampoco se encuentran ingenieros ni Técnicos Superiores, ni mano de obra cualificada como ciclos formativo de FP. Tenemos un problema.

¿Ha tenido la Ley de Cámaras andaluza los efectos deseados, o hay aspectos que deberían retocarse cuatro años después de su apropiación?

Estamos en un nuevo modelo que marca una línea que yo espero que siga creciendo desde la administración competente, en este caso de la Consejería de Empleo. Somos una herramienta por ejemplo, para la formación, para para todas las dinámicas de políticas de empleo. La ley hace unas previsiones y tenemos el compromiso de la Junta de seguir creciendo, por ejemplo, en lo que la nirma marcaba como una dotación para la acción pública económica que hacemos las cámaras. Se pudo arrancar en 2019 con la mitad de lo que marcaba la memoria económica de la Ley y ha crecido en dos ocasiones. Estamos en el 60 ó 70 por ciento y con el compromiso de que a lo largo de la legislatura podamos alcanzar la normalización que que marcaba la ley. Una ley de la que fue ponente Mónica Moreno y que salió por unanimidad.

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