Ph.D., CFA, Miembro de CFA Society Spain

El mundo financiero y el de las inversiones han usado tradicionalmente muchas expresiones prestadas del mundo de la biología. Las empresas "nacen" y "crecen", las industrias alcanzan su "madurez", los modelos de negocio se tienen que "adaptar" a entornos cambiantes, cada cultura corporativa es única y tiene su "identidad" y el capitalismo opera en parte a través de un proceso de destrucción creativa que, en última instancia, guarda bastantes paralelismos con la teoría de la selección natural de Darwin. ¿Puede la biología evolutiva ayudarnos a ser mejores inversores, o por el contrario son estos paralelismos simples juegos metafóricos del lenguaje?

Las innovaciones radicales en cualquier campo no siempre son engendradas por los “expertos” de la industria en cuestión. Steve Jobs no era un reputado ingeniero antes de fundar Apple, Elon Musk no era un inventor de coches eléctricos antes de empezar Tesla ni Larry Page tenía ninguna experiencia empresarial antes de Google. Como un legendario inversor de venture capital le dijo a Sebastian Mallaby, en lo que respecta a innovaciones poco probables, “el futuro no se puede predecir, solo se puede descubrir”. Lecturas de un profesional CFA: El 'criterio de Kelly' o cómo mejorar la asignación de capital.

Es muy común en el mundo financiero oír de manera regular historias sobre grandes e ilustres instituciones quebrar de la noche a la mañana. Aunque seguramente nos vengan a la cabeza los casos de Long-Term Capital Management en 1998, Lehman Brothers en 2008 y varios grandes bancos (ej. Silicon Valley Bank, First Republic Bank, Credit Suisse) hace unos pocos meses, son innumerables las historias de instituciones financieras que presuntamente sucumben al impacto de cisnes negros. ¿Pero realmente son las quiebras de estas instituciones el resultado de eventos totalmente aleatorios, o más bien el resultado de decisiones de asignación de capital desastrosas, por las que dichas instituciones acaban aceptando riesgos excesivos apostando a "todo o nada"?

Este pasado 28 de noviembre fallecía en un hospital de California uno de los inversores más exitosos de todos los tiempos, Charles T. Munger. A punto de cumplir los 100 años de edad (cumplía años el 1 de enero), Munger estuvo hasta el final de su vida muy activo. Por ejemplo, le pudimos ver en la última junta general de accionistas de Berkshire Hathaway celebrada en mayo de este año aguantando más de cinco horas las preguntas de los asistentes a la conferencia y no perdiendo el humor y el sarcasmo que siempre le caracterizaron. Podcast: Charlie Munger, el apóstol del capitalismo.

Estas últimas semanas hemos asistido a uno de los juicios más mediáticos de los últimos tiempos, el juicio contra Sam Bankman-Fried (SBF) por las quiebras de FTX y Alameda Research. FTX, que en su momento más álgido fue la segunda plataforma de criptomonedas más grande del mundo (y que llegó a meter a su fundador entre las personas más ricas del planeta), quebró espectacularmente en noviembre del 2022 tras las fuertes caídas en el valor de sus activos cripto y la falta de liquidez que experimentó tras la retirada de los depósitos de sus clientes. Un año más tarde, el jurado intenta dar una explicación de hasta qué punto si la quiebra se debió a un fraude o si, por el contrario, fue simplemente el fruto de una sucesión de hechos desafortunados. Le puede interesar: Reseña de 'La red antisocial', germen de la película 'Golpe a Wall Street'.

Las películas que ahondan en los entresijos de Wall Street, aunque no son numerosas, suelen ser bien recibidas por la audiencia y tener un cierto éxito en taquilla. Sin ir más lejos, la última década ha dado buenas producciones, tales como Margin Call, Inside Job o La Gran Apuesta. Los seguidores de este género están de enhorabuena, ya que estos días llega a la gran pantalla española la película Golpe a Wall Street, que se basa en el libro La Red Antisocial de Ben Mezrich, autor de otros libros como Multimillonarios por Accidente (libro en el que se basó la película La Red Social, que cuenta la historia de Facebook) y Los Multimillonarios del Bitcoin. En su última obra, Mezrich propone un relato divertido y sin pretensiones que nos muestra cómo varios personajes vivieron aquellas estresantes semanas de enero del 2021, días cuando la acción de GameStop pasó de valer de unos 10 dólares a 500 en su punto más álgido.

En tiempos normales, hay pocas áreas de la macroeconomía que sean tan importantes y generen tanto debate público como la política monetaria. Pero no vivimos tiempos normales. Desde la crisis financiera global del 2008, los bancos centrales de todo el mundo han ido aumentando su arsenal de herramientas monetarias "no convencionales", tales como el forward guidance, la expansión cuantitativa y el régimen de reservas bancarias ilimitado.

En 1965, Gordon Moore, cofundador de Intel, publicó un artículo informal que pasaría a los anales de la historia de la tecnología. En él, Moore afirmaba que nuestra capacidad de "empaquetar" transistores en una oblea de silicio solo iría en aumento en las próximas décadas (concretamente, dicha densidad se doblaría cada dos años), con el consiguiente aumento en la capacidad de computación de los chips.

Uno de los requisitos implícitos de cualquier libro empresarial, de biografías de emprendedores, o de autoayuda, es que tenga un tono optimista y nos muestre el poder de la perseverancia a la hora de alcanzar nuestras metas. La mayoría de los éxitos de ventas en este campo, tales como el libro de Angela Duckworth Grit: El Poder de la Pasión y la Perseverancia, o el de Malcolm Gladwell Fuera de Serie: Por Qué Unas Personas Tienen Éxito y Otras No, nos muestran infinidades de ejemplos de personalidades extraordinarias que alcanzan sus objetivos después de una cantidad ingente de tiempo de dedicación (como la famosa regla de Gladwell de las 10.000 horas).

La desaceleración económica que están viviendo muchas economías actualmente está llevando a muchos economistas a preguntarse si el más que probable ciclo de insolvencias que está por llegar será más o menos severo que otras veces. Sin embargo, no todas las compañías están expuestas por igual a un entorno económico cambiante: incluso en aquellas industrias más cíclicas, siempre hay empresas que disfrutan de ciertas ventajas competitivas que les permiten suavizar los efectos del ciclo. ¿Cuál es la fuente de dichas ventajas, cómo de duraderas son el tiempo y qué puede hacer el equipo directivo de una empresa para adquirirlas?