El mundo financiero y el de las inversiones han usado tradicionalmente muchas expresiones prestadas del mundo de la biología. Las empresas "nacen" y "crecen", las industrias alcanzan su "madurez", los modelos de negocio se tienen que "adaptar" a entornos cambiantes, cada cultura corporativa es única y tiene su "identidad" y el capitalismo opera en parte a través de un proceso de destrucción creativa que, en última instancia, guarda bastantes paralelismos con la teoría de la selección natural de Darwin. ¿Puede la biología evolutiva ayudarnos a ser mejores inversores, o por el contrario son estos paralelismos simples juegos metafóricos del lenguaje?
Ph.D., CFA, Miembro de CFA Society Spain