Tecnología

Ignacio Crespo (McKinsey): "La IA generativa pasará este año de la fase de pruebas a producir ingresos"

  • Entrevista con Ignacio Crespo, socio senior y líder de McKinsey Digital en Iberia
  • "La tecnología permitirá adelantar ocho o diez años el impacto de la IA en la economía"
  • Las empresas aún no están captando el valor de la IAde una forma enfocada y sistemática"
Ignacio Crespo, socio senior y líder de McKinsey Digital en Iberia.
Madridicon-related

De las tablas a las musas. La Inteligencia Artificial Generativa evolucionará este año de la fase de aprendizaje y experimentación al inmediato aterrizaje en los negocios. Ignacio Crespo, socio senior y líder de McKinsey Digital en Iberia, estima un entorno propicio para los primeros casos evidentes de éxito entre las empresas más comprometidas con la transformación digital. En una entrevista con elEconomista.es, el también líder para Europa de la práctica de Digital Growth en Banca de la consultora estratégica no sólo valora el impacto del fenómeno en la economía y en la productividad, sino también en la dimensión que alcanzará el prodigio en cuanto se generalice la computación cuántica.

Cada semana se publican estudios sobre el impacto de la Inteligencia Artificial Generativa en las personas y las empresas. ¿Qué aporta McKinsey en este discurso global?
Creemos que estamos en el 'kilómetro 1' de un maratón. La Inteligencia Artificial Generativa ha venido para quedarse. No es una moda. Va a tener un impacto transformacional en la economía y en todos los sectores. Podría definirlo como una herramienta para hacer más y mejor con menos. Como una navaja suiza, multiusos. Pero debemos preguntarnos qué es nuevo y qué es diferente. Si retrocedemos en el tiempo, cada modelo tenía un propósito, ya sea predicción de la demanda, propensión de un cliente para comprar algo. Ahora, la inteligencia artificial generativa permite más aplicaciones, más versátiles y creemos que va a democratizar mucho el acceso a la inteligencia artificial, pero no todo será fácil.

¿Dónde estará la dificultad?
Será difícil escalar el impacto. Nuestros reportes apuntan que la Inteligencia Artificial Generativa permite adelantar ocho o diez años el impacto de la inteligencia artificial en la economía. Será un acelerador brutal de la noche a la mañana. También hay que analizar en qué sectores tendrá mayor poder de transformación.

¿Qué sectores serán más receptivos a esta tecnología?
Apreciamos cinco casos de uso capaces de concentrar más del 75% del impacto. Entre ellos destacan las interacciones con clientes. El ejemplo más nítido son los contact center, que van a automatizar de forma más intensa, serán precisos y susceptibles de personalización. También incidirá en el desarrollo de software, donde se producirán mayores eficiencias, del 50-60%, especialmente para las personas que escriben código. Y eso tiene muchísimas implicaciones en la forma de construir los productos. Además, la IA generativa tiene amplio recorrido en la creación de contenidos, de forma diferente, con un marketing personalizado. No solo es un asunto de mejora de productividad, sino de generación de ingresos, con una mejor relación con los clientes, con ofertas cruzadas. Si se hace bien, el potencial de la tecnología permitirá reducir los costes y aumentar las ventas.

¿Cómo ha impactado la IA Generativa en el día a día de la firma?
En el área digital de McKinsey trabajamos en tres asuntos: ayudamos a los clientes a construir negocios digitales; colaboramos en la modernización tecnológica de las empresas; e impulsamos la transformación digital con inteligencia artificial. En la actualidad, más del 50% de la actividad de McKinsey se corresponde con negocios digitales, porcentaje que se eleva al 60% en Iberia, donde tenemos 200 personas dedicadas a ello. España siempre ha sido uno de los hubs más innovadores dentro de McKinsey en los diferentes ámbitos. El país acogió el primer hub de 'machine learning' hace ya bastantes años y ahora intenta replicar ese éxito con la Inteligencia Artificial Generativa. Nuestra aspiración,desde McKinsey Digital, consiste en liderar las nuevas tecnologías desde España.

¿Visto lo que se ha evolucionado en el último año, se presume apasionante conocer hacia dónde vamos si damos hilo a la cometa?
La adopción ha sido brutal, pero hay una parte que nos invita a pensar que esto va a costar más de lo que proyectan los primeros datos. En el primer año ha habido muchísimos pilotos. Eso es fácil. Acudes al comité de dirección, se obtienen las aprobaciones y se inician las pruebas. Sin embargo, las empresas no están realizando un ejercicio enfocado y sistemático en la captura de valor y ahí es donde creo que reside la dificultad. Es decir, pasar de los miles de pilotos a poder extraer valor significativo en dos o tres ámbitos concretos.

¿Cómo prevé que avanzaremos este año?
Este año o quizá 2025 veremos a empresas que, de verdad, serán capaces de optimizar la parte de la relación con los clientes o el desarrollo de software. Frente a estos casos de éxito, también encontraremos empresas que seguirán experimentando con la Inteligencia Artificial Generativa. Nosotros apostamos por un cambio de paradigma en cuanto al enfoque en tecnología versus el enfoque en negocio. Por nuestra parte, queremos que las empresas tengan un vínculo más claro con el negocio, con una hoja de ruta mucho más estratégica en torno a la integración ideal de la Inteligencia Artificial Generativa para así avanzar más rápido.

¿La regulación de la IA avanza por buen camino? ¿Está Europa preparada para marcar el paso?
Creo que Europa ha dado el primer paso y hay que ver cómo avanza y se desarrolla en el resto del mundo. Hay que contar con la dominancia global de las grandes empresas, que también tienen sus propios filtros de control y de regulación. Pienso que debe existir una capa de gestión de riesgos en cada una de las empresas, porque la responsabilidad individual de las compañías es importante, con independencia de cómo avance la regulación a posteriori. Falta por ver si Europa va a liderar y el resto de regiones van a seguir o no al Viejo Continente. Es una incógnita.

Ustedes, que predican con el ejemplo, ¿cómo utilizan la Inteligencia Artificial Generativa de puertas para adentro?
La gestión del conocimiento es crítica para McKinsey. Es de lo que vivimos desde hace casi un siglo. Hemos generado muchísimo conocimiento de todos los sectores, de muchos clientes y también hemos desarrollado nuestra propia inteligencia generativa, con una herramienta que llamamos Lilli, nombre que recuerda a la primera consultora de la firma. Es un chatbot que permite a cualquier consultor acceder al conocimiento de la compañía, con información de todos los proyectos pasados, de todos los expertos. Cualquier consultor puede preguntar a Lilli para facilitar y acelerar su trabajo.

¿Cuándo empezó a trabajar Lilli?
Lo empezamos en el tercer trimestre del año pasado de manera experimental y, desde entonces, se ha extendido para todos los consultores de la firma. Ya está disponible globalmente en la compañía.

WhatsAppTwitterTwitterLinkedinBeloudBeloud