Barcelona
A pesar de la atonía que vive la industria de las piscinas con la salida de la pandemia, Fluidra todavía aboga por crecer en algunas geografías. Y China es una de ellas. La cotizada española rediseña su producción en el país con una nueva fábrica en la localidad de Ningbo, muy cerca de Shanghái, que concentre la actividad de equipamientos de limpieza y a la vez le dé margen para incrementar los volúmenes en los próximos ejercicios.
El fabricante de piscinas ha optado por reestructurar la producción de la filial Ningbo Dongchuan Swimming Pool Equipment, que hasta el momento contaba con distintos equipamientos repartidos con una nueva fábrica que le permitirá agrupar tanto la actividad productiva como la logística desde una misma instalación, que contará con 36.000 metros cuadrados y emplea a 200 trabajadores.
La instalación se mantuvo en la ciudad de Ningbo, muy cerca de Shanghái, donde Fluidra tiene su equipo comercial.
Preguntada por elEconomista.es, la compañía declinó hacer pública la inversión acometida con la nueva infraestructura, aunque la firma sí explica que la planta le permitirá ampliar su capacidad en el futuro, así como ganar en eficiencia. La decisión se tomó tras ver como la actividad creció con el estallido del coronavirus, aunque el sector ha tendido a estabilizarse tras los dos primeros años de pandemia.
La empresa añade que desde la planta se produce equipamiento de limpieza manual, como cepillos, termómetros industriales y equipos de desinfección y test del agua, que se exportan a todo el mundo, ya sea para uso propio o como agente para terceros.
En China además es donde se ubica buena parte de la división de operaciones del grupo, enfocada al "aumento de la eficiencia de costes a través de la racionalización de la estructura de plantas productivas", señala en su último informe anual. Además de la nueva instalación, la empresa abrió en 2023 nuevos almacenes en Estados Unidos y Brasil.
El 2023 de Fluidra, un año de control de costes
De este modo, Fluidra mezcla el crecimiento orgánico con las adquisiciones. Y es que en 2023 la cotizada presidida por Eloi Planes cerró las adquisiciones de la húngara Kerex por 4,4 millones de euros y de la alemana Meranus por otros 30 millones. Durante el año pasado también liquidó sus posiciones minoritarias en filiales que tenía en Egipto y Marruecos.
Pero más allá de expandirse, la organización está inmersa en un plan de racionalización del gasto. El programa de reducción de costes puesto en marcha el año pasado le generó "más de 30 millones de ahorro", aseguró en la última presentación de resultados. Para 2024 se espera que el plan aporte otros 30 millones de ahorro, principalmente por los esfuerzos en las compras y el rediseño de algunos productos.
La compañía lanzó la iniciativa debido a la atonía del sector de las piscinas, principalmente en el segmento residencial, y el impacto de la inflación en sus márgenes. Tras el boom por el coronavirus, la firma cedió en 2023 el 30% de los beneficios, que pasaron de 160 millones a 114 millones de euros. La facturación se encogió el 14%, de 2.389 millones a 2.051 millones.
