Bilbao
Euskadi ha aprobado la Ley de Transición Energética y Cambio Climático a 2050 con el respaldo del 82% de los votos de la Cámara vasca y sin el apoyo de PP, Ciudadanos, Vox y Elkarrekin-Podemos.
Entre las novedades de esta ley se recoge el cobro de un canon a los proyectos renovables que se instalen en la región, parques eólicos y solares fotovoltaicos, en un momento en que se multiplican las peticiones de compañías para desarrollar estas infraestructuras.
Esta tasa se aplicará a partir de enero de 2025 y revertirá en los municipios afectados para financiar la conservación, reposición y restauración del medio ambiente.
Además, el Gobierno Vasco se compromete a una desinversión progresiva de combustibles fósiles, entre otros. Así, el Ejecutivo y las entidades que conforman el sector público dejarán de participar, lo antes posible, y en todo caso antes de 2030, de manera directa o indirecta, en cualquier tipo de sociedad, empresa, iniciativa o proyecto orientado a explorar, refinar o procesar combustibles fósiles, incluidas las actividades de generación de electricidad quemando combustibles fósiles.
Uso racional del suelo
La Ley se muestra sensible con la actividad agrícola y con el patrimonio natural, favoreciendo medidas de fomento para coadyuvar a que en 2030 se alcance que el 25% de las tierras agrícolas de Euskadi sean manejadas con agricultura ecológica. También se fomentarán la ganadería ecológica y los mercados de proximidad. Se establece un criterio para el uso racional del suelo.
El principal objetivo de esta Ley es lograr una resiliencia, neutralidad y transición justa para 2050. Por ello, se busca la reducción de emisiones del 45% en 2030 con respecto a 2005, ahorro en el consumo final de energía, al menos del 12% para 2030 y un 37% para 2050, tomando como base los datos de 2021. Otro punto será que la participación en energías renovables en el consumo final energético deberá ser al menos de un 32% en 2030.
