El rechazo del Parlament a los Presupuestos de la Generalitat para 2024 y la retirada de la ley de acompañamiento ligada a las cuentas dejan en papel mojado la intención del Govern de introducir algunas rebajas fiscales para rentas bajas y colectivos vulnerables, aunque también decaen algunas decisiones que implicaban mayor gasto para los ciudadanos.
En concreto, la Generalitat ya no puede reducir el tramo autonómico del IRPF para las rentas más bajas (lo que beneficiaría a 2,6 millones de catalanes, el 73% del total) y el aumento de deducciones al alquiler para colectivos vulnerables.
En sentido contrario, ha decaído un aumento del canon agua del 30%, de aplicación progresiva por tramos de consumo y entrada en vigor en 2025. La Generalitat destacó que este canon estaba congelado desde 2017, y que el impacto en la factura de los hogares sería de un incremento del recibo de un euro más al mes, pero desde el sector productivo criticaron que en su caso les supondría un alza en ese coste de la factura de un 40%.
La falta de nuevos presupuestos también complica activar nuevas inversiones, incluyendo las vinculadas a la sequía, que ascendían a 1.045 millones en las cuentas de 2024. En este ámbito, lo que sí sigue adelante es la planificación a largo plazo para la ampliación de la desalinizadora de La Tordera para 2028 y la construcción de la de Foix para 2029, ya que estas obras van a cargo del Estado, aunque también puede haber restrasos por la renuncia del PSOE a tramitar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2024.
En total, la Generalitat preveía elevar un 9,7% la inversión hasta 3.064 millones, con las infraestructuras de transporte al frente, la cifra más elevada desde 2011. Por su parte, las partidas para I+D superaban los 1.000 millones.
El proyecto de presupuestos de la Generalitat para 2024 era de 43.673 millones de euros, su máximo histórico, con un aumento del gasto primario (sin intereses de la deuda ni el fondo extraordinario de 800 millones para enjuagar gasto desplazado de Salud) de 2.443 millones, un 6,3% más que en 2023.
Este contexto expansivo no se prevé para 2025, debido a la desaceleración económica y a que ya volverán a aplicarse las normas europeas de estabilidad presupuestaria, que se levantaron con motivo de la pandemia.
