Enagas ha decidido anunciar un recorte de la retribución de sus accionistas hasta un mínimo de un euro por acción para los próximos tres años antes de la presentación de su plan estratégico. La intención de la compañía es contar con la capacidad financiera suficiente para afrontar las inversiones necesarias en el desarrollo del hidrógeno, uno de los pilares clave de su crecimiento futuro. En todo caso, los 1,73 euros de retribución previstos por el ejercicio de 2023 se mantendrán intactos después de que la compañía haya conseguido cumplir todos los objetivos financieros que se había marcado para el año.
Las infraestructuras de hidrógeno supondrán una inversión total bruta estimada en España —incluyendo la parte correspondiente de H2Med— de alrededor de 5.900 millones de euros. Considerando unas ayudas públicas del entorno del 40%, se estima que Enagás tendrá que llevar a cabo una inversión de aproximadamente 3.200 millones de euros durante el periodo 2026-2030.
El Gobierno ha pedido ya a la compañía que presente este próximo mes de abirl el mapa de las infraestructuras básicas para el desarrollo del hidrógeno en España.
Para cumplir con lo establecido en el Real Decreto-ley 8/2023 y acometer las inversiones previstas en infraestructuras de hidrógeno, la compañía debe reforzar su balance. Para ello, además del control de costes operativos y financieros y la política de rotación de activos, el Consejo de Administración en la reunión del 19 de febrero, ha aprobado adecuar la política de dividendo en el periodo 2024-2026 y ha establecido este dividendo mínimo sostenible, alineado con el de empresas comparables.
El Beneficio Después de Impuestos (BDI) de Enagás a 31 de diciembre de 2023 ascendió a 342,5 millones de euros, un 8,8% menos pero superando lo anunciado en su Plan Estratégico 2022-2030 y por encima del rango del objetivo previsto para el año. En línea con el buen comportamiento del beneficio después de impuestos, el ebitda de la compañía en 2023 se ha situado en 780,3 millones de euros.
Este buen comportamiento se debe a la efectividad del Plan de Eficiencia de la compañía, que ha permitido un control de los gastos operativos en línea con el ejercicio 2022 y un resultado financiero mejor de lo previsto, así como a los buenos resultados de las sociedades participadas.
Los resultados anuales de Enagás incluyen la reducción en 48 millones de euros de los ingresos regulados en el ejercicio 2023 derivados de la aplicación del marco regulatorio 2021-2026.
La deuda neta de la compañía se ha situado en los 3.347 millones de euros, por debajo del objetivo de 3.700 millones de euros, y está cubierta a tipo fijo en más de un 80%, lo que permite mitigar el impacto de la volatilidad de los tipos de interés. El coste financiero de la deuda bruta es 2,6% y la deuda tiene una vida media de 4,9 años tras cerrarse con éxito el pasado 15 de enero una emisión de bonos de 600 millones de euros, con vencimiento a 2034.
La compañía cuenta con ratios de apalancamiento compatibles con calificación crediticia BBB y presenta además una sólida situación de liquidez, que a cierre del año ascendía a 3.309 millones de euros.
Las sociedades participadas han tenido un buen comportamiento durante el ejercicio y han aportado a Enagás un dividendo de 192,5 millones de euros. De hecho, la compañía ha desvelado las inversiones llevadas a cabo en algunas de las operaciones corporativas del año. La compra de una participación en TAP por 151,8 millones de euros, la compra de Reganosa por 53,5 millones de euros o la entrada en Stade LNG (Alemania) por 16 millones. A su vez, la compañía ha vendido una parte de El Musel por 99,9 millones y el gasoducto Morelos (Mexico) por 76,9 millones.
La compañía prevé un beneficio para 2024 de entre 260 y 270 millones de euros —a pesar de la reducción de ingresos como consecuencia de la aplicación del marco regulatorio—, un ebitda del entorno de 750-760 millones de euros y una deuda neta alrededor de 3.400 millones de euros.
La Junta de accionistas se celebrará el 21 de marzo decidirá renovar a los ex ministros socialistas José Blanco y José Montilla como consejeros independientes así como a Cristóbal Gallego, cercano a Podemos. Del mismo modo, se ratificarña el puesto correspondiente a la Sepi.
