Valencia
La junta de accionistas del Banco Sabadell tiene previsto aprobar el próximo 10 de abril la entrada de Ana Colonques García-Planas en el consejo de administración de la entidad. La nueva consejera dirige toda la parte financiera de la marca española de cerámica más conocida en todo el mundo, la castellonense Porcelanosa, un holding que factura 900 millones de euros al año y emplea a cerca de 5.000 trabajadores.
Aunque ocupará un asiento como independiente, lo cierto es que la nueva consejera es sobradamente conocida en la casa. De hecho, llegó a trabajar en el banco durante los primeros años de su carrera profesional y su padre, Héctor Colonques, ya ocupó un asiento durante cerca de 15 años en el máximo órgano de administración de la entidad.
Una muestra de la estrecha relación entre los Colonques y la cúpula del Sabadell es que llegaron a formar parte del núcleo duro de accionistas que el presidente del banco Josep Oliu formó para blindar la entidad de posibles opas hostiles durante más de una década. Una pacto del que también formaban parte empresarios ilustres catalanes como la familia Lara de Planeta e Isak Andic de Mango, entre otros.
Sin embargo, las raíces de esos vínculos con el banco de origen catalán ahora con sede en Alicante hay que buscarlas en la familia materna originaria precisamente de Sabadell. Su madre, Ana García-Planas Marcet, pertenece a dos de las sagas familiares de la industria textil de esa ciudad que en su momento fue determinante en el origen local del banco.
La cara ante los bancos
Esos vínculos no son el único motivo que justifican la elección de la responsable financiera de Porcelanosa. Nacida en 1982, la directiva familiar se labró su propia carrera antes de entrar en la gestión del grupo castellonense. Licenciada en Administración y Dirección de empresas por ESADE, donde también obtuvo su Máster in Business Administration (MBA), tras un breve paso por por la consultora inmobiliaria Richard Ellis trabajó durante casi cinco años en el área de auditoría de cuentas en Deloitte, en la especialidad de auditoría de entidades financieras tanto a nivel nacional como internacional.
En 2010 se incorporó a Sabadell como analista de riesgos para la concesión de operaciones de financiación. Una experiencia que le ha valido para estar al otro lado de la mesa a la hora de negociar con las entidades. En el banco en el que será ahora consejera estuvo casi dos años, antes de entrar en la empresa familiar. Precisamente las familias que controlan el grupo cerámico, los Soriano y los Colonques, vieron en ella el relevo ideal para la salida planificada de Francisco Ramos, mano derecha del fundador José Soriano y el principal financiero de Porcelanosa desde su fundación, que fue dejando esas competencias, aunque sigue vinculado a la marca y es uno de sus accionistas minoritarios.
Para ambas familias era fundamental contar con alguien de la propia empresa a la hora de dar la cara y negociar con los bancos. En la histórica azulejera los socios de las dos familias siempre han remisos a poner en sus tarjetas de visita cargos concretos, porque tradicionalmente han asumido todo tipo de funciones según las necesidades. Su entrada ahora en el consejo de Sabadell consagra esa apuesta. Pero además, durante estos años, la cuarta de los seis hijos de Héctor Colonques ha tenido un papel fundamental en la reorganización de la estructura del grupo castellonense para garantizar la continuidad y adaptarse a los nuevos tiempos.
Arquitecta de la reordenación
Los tres principales socios fundadores, José Soriano, Héctor y Manuel Colonques, habían ido creando en estos 50 años más de un centenar sociedades de forma independiente, con porcentajes de participación de cada uno distintos y con una multitud de distintos socios según su actividad. Hasta hace unos años el grupo ni siquiera consolidaba sus cuentas como tal. Ordenar y racionalizar esa maraña financiera y societaria fue una tarea que tuvo como grandes arquitectas a María José Soriano, consejera delegada del grupo, y a la propia Ana Colonques, al frente de la rama financiera.
El resultado fue la creación de Porcelanosa Corporación en 2019, la sociedad holding que ahora es la propietaria de las empresas industriales y comerciales del emporio de equipamiento del hogar. Esa reestructuración societaria también fue la piedra angular que facilitó el pacto para la salida de la rama familiar de Manuel Colonques. Una operación que además de un montante económico incluyó la cesión de parte de los activos inmobiliarios en que los socios habían reinvertido para instalar sus tiendas por todo el mundo y como diversificación.
De BBVA a Iberdrola
Más allá de esa labor en la gestión, Ana Colonques también se ha convertido en una de las principales representantes de Porcelanosa con el resto del tejido empresarial. En una compañía que históricamente ha mantenido la discreción a pesar de su fuerte inversión en personajes mediáticos como Isabel Preysler para su imagen de marca, ahora es habitual ver a Ana Colonques en actos del mundo de la empresa. Suele acompañar a su padre Héctor a las reuniones de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el lobby que preside Vicente Boluda y del forman parte empresarios como Juan Roig.
En esa línea, forma parte del consejo asesor de BBVA en la Comunidad Valenciana y también fue fichada por Ignacio Sánchez-Galán como consejera de Iberdrola España. Además forma parte del consejo en Comunidad Valenciana de la Asociación Española de Directivos. Una relevancia a la hora de representar a Porcelanosa en los foros empresariales que no pasa desapercibida, especialmente de cara a un futuro relevo de su padre Héctor, que ya cuenta con 82 años.
