Madrid
La rama de industria del sindicato CCOO ha manifestado su negativa incial a la creación del plan de pensiones de empleo del sector en el marco de la negociación colectiva del nuevo convenio. Es la patronal quien lleva las riendas del proyecto de este vehículo de ahorro y, tal y como informó este medio, cuenta con la reticencia de CCOO y la postura favorable de UGT. La patronal propuso abordar la viabilidad y la posible propuesta a partir de un estudio del sector, elaborado con una consultora externa. La negociación salarial es uno de los escollos que menciona el sindicato para argumentar su posición actual. "Sería poco razonable no negociar el incremento salarial, pero sí acordar qué porcentaje se tiene que detraer para la financiación del plan", indican, en referencia a la aplicación del fondo y las mejoras salariales, que se abora en los convenios provinciales y/o de empresa.
"En el ámbito de aplicación de este convenio [estatal] no se fijan los salarios, que son un elemento importante para definir las aportaciones al plan de pensiones y que se acuerdan a través de los convenios provinciales del metal y de los de empresa, ya que es ahí donde se sabe y conocen los márgenes empresariales que pueden permitir, adicionalmente a los incrementos salariales pactados, aportaciones dinerarias al fondo o plan de pensiones colectivo.
Los importes de las contribuciones empresariales al plan de pensiones deberán establecerse en los convenios provinciales o, en su caso, autonómicos, para cada uno de los niveles profesionales, explica el portal Iberley en el caso del recien nacido plan de la construcción.
El sindicato justifica así que sea "poco razonable" negociar las posibles aportaciones del trabajador al fondo de pensiones sin acordar las subidas salariales, "a no ser que Confemetal estuviera barajando la posibilidad de que el 100% de las aportaciones al plan o al fondo de pensiones las realizasen íntegramente las empresas". El sector de la construcción pactó en su convenio colectivo las subidas y aportaciones, que aplican ahora a nivel provincial o de empresa.
"A nadie se le escapa el suculento negocio que supondría implantar y gestionar un
plan de pensiones colectivo en un sector como el del metal. El volumen del plan afectaría a más de un millón y medio de personas que trabajan en 220.000 empresas. Sin embargo, la idea obedece más bien a un deseo del mundo empresarial y especialmente financiero, que a una realidad actual", declaran desde el sindicato. El vehículo de ahorro colectivo beneficiaría a un millón de ahorradores o partícipes potenciales, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
