Madrid
El sector del metal ultima su V Convenio Colectivo en el que se espera incluir un plan de pensiones de empleo simplificado, un vehículo de ahorro sectorial en el que podrán entrar todas las empresas y autónomos que comparten actividad. Los representantes de las empresas y los trabajadores tienen una nueva reunión este mismo lunes para ultimar el texto. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal) ya ha trasladado su oferta a los sindicatos, UGT y Comisiones Obreras (CCOO). Es precisamente CCOO quien ofrece la postura más reticente, pese a que ya firmó el plan de pensiones de la construcción, según explican desde la negociación.
El desarrollo del convenio colectivo encara su fase final mientras ya trabaja en las cuestiones técnicas del plan de pensiones de empleo simplificado, un vehículo de ahorro a nivel empresarial y sectorial impulsado tras la reforma del reglamento de fondos y planes de pensiones el pasado verano y que está llamado a ser el complemento de la pensión pública. La iniciativa de crear este plan e incluirlo en el nuevo convenio nace directamente de Andrés Sánchez de Apellániz, secretario general de Confemetal, tal y como ha podido saber este medio.
La confianza y la voluntad de desarrollar el ahorro colectivo en el sector que el metal ya ha sondeado a instituciones financieras y gestoras de planes para conocer el apetito del sector privado en potencial volumen patrimonial que podría alcanzar una rama industrial ronda el millón de ocupados, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Fuentes financieras explican que el apetito del sector sería generalizado, principalmente por el volumen de empleados y el salario medio que hay en el sector, que ronda los 2.400 euros brutos o 28.800 euros anuales.
Desde la patronal ya están calculando ya los beneficios que tendrían las empresas y los trabajadores por las aportaciones. En España, la aportación media de las empresas en beneficio de los trabajadores es del 3,8% de la masa salarial. En el caso concreto del sector del metal, destinar el 3,8% del salario bruto (antes de la mejora salarial prevista) al vehículo de ahorro supondría 91 euros mensuales o casi 1.100 euros al año. Sin embargo, la seña de la construcción se está moviendo entre aportaciones más contenidas. Patronal y sindicatos del metal previsiblemente pactarán en el convenio colectivo un incremento salarial repartido entre liquidez y aportaciones, como se hizo en la construcción.
El abogado de Mercer y miembro de Ocopen, Antonio Méndez Baiges, considera que "sería una gran noticia para el desarrollo de la previsión social complementaria en nuestro país, por la relevancia y el número de trabajadores comprendidos en el sector". Este ambicioso objetivo llevaría unos dos años desde la firma del convenio colectivo. Si la firma del nuevo convenio colectivo es fructífera e incluye el plan de pensiones simplificado, aun habría pasos importantes que dar: desde la creación de un reglamento para el instrumento de ahorro colectivo, la elección de la gestora del fondo o la creación de una Comisión de Control que decida cómo invertir el patrimonio para generar rentabilidad.
La consultora Mercer asesoró a la patronal de la construcción (CNC) y Méndez Baiges avisa que "dadas las complicaciones de todo tipo que conlleva implantar un tal plan, por las novedades de la figura legal así como por su dimensión y sus proporciones, con miles de empresas y cientos de miles de trabajadores afectados, seguramente sería conveniente aprovechar la experiencia del único plan de este tipo que a la fecha se encuentra negociado e implantado, el del sector de la construcción, inicialmente previsto en su convenio desde hace ya dos años y finalmente en vigor desde principios del presente".
En este proceso también estuvo presente el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Escrivá se encargó durante su mandato de orientar la previsión social de los planes individuales a los colectivos. El actual ministro de Función Pública también tanteó a sectores como la Hostelería para que crearán su propio plan de pensiones en la nueva modalidad simplificada. Los técnicos del Ministerio han acompañado en este proceso de nacimiento del plan de la construcción a la patronal y los sindicatos implicados.
Novedades: incentivos y movilidad
Los incentivos para el ahorro son la deducciones fiscales por aportaciones, reduciendo la base imponible del Impuesto de Sociedades (desgravación del 10% por el valor de aportaciones en favor de salarios de hasta 27.000 euros) y en cotizaciones sociales para la empresa, así como una deducción en el impuesto sobre la renta para el trabajador por una aportación máxima de 8.500 euros al año. Los autónomos también pueden desgravarse hasta 4.250 euros anuales en la renta por sus aportaciones al plan.
El término simplificado trata de hacer más fácil el ahorro colectivo, eliminando trabas burocráticas. Pretende que ahorren las pymes y autónomos (que previamente solo podían ahorrar en los individuales). Con la nueva Ley no solo las empresas podrán ofrecer planes de empleo sino también por asociaciones de trabajadores autónomos, por colegios profesionales o por mutualidades de previsión social. Quien maneja la inversión de los planes son entidades privadas de previsión social complementaria, gestoras de planes.
El reglamento de los planes de pensiones de empleo que se publicó el pasado verano recoge novedades que facilitan el ahorro. Incluye la obligatoriedad de adscribir a un trabajador con solo un mes de antigüedad -antes eran dos años- a un plan de pensiones de empresa en el caso de que la firma entre en el plan sectorial. Y esta obligación únicamente se aplica si el plan está recogido en un acuerdo colectivo.
Otro punto positivo es se permite la movilidad de la mochila de ahorro a otras empresas en el caso de cambiar a otra firma que esté dentro de plan de empleo sectorial cuando no se especifique lo contrario dentro del propio reglamento.
