Opinión

El PSOE tentó a Ábalos con su entrada en varios consejos

Ábalos está dispuesto a ‘tirar de la manta’ y desestabilizar el Gobierno. PV
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Aznar fue un presidente que presumía de tener baraka, hasta que el 11-M cambió su suerte y dio al traste con su larga carrera política. Rajoy sorteó la gran crisis del 2008 sin dar su brazo a torcer y permitir la intervención de la economía, pero una moción de censura inesperado lo echó de La Moncloa. Sánchez presumía hasta hace unos días de tener despejado el camino de la legislatura hasta 2027. Pero la imposibilidad de blindar a Puigdemont en la ley de Amnistía y el caso Koldo han dejado en shock al corazón del sanchismo.

Dos de los tres grandes hombres de confianza del presidente del Gobierno en los últimos años, el ex ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y el secretario de organización y número dos del PSOE, Santos Cerdán, están salpicados por el escándalo Koldo. El fuego se extiende hacia arriba y puede propagarse con rapidez, como vimos en el incendio de Valencia, a otros hombres clave del sanchismo, como la presidenta del parlamento, Francina Armengol; el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres; o hasta el actual presidente de Adif, Ángel Contreras, quien antes de ser ascendido por el ministro Óscar Puente ejercía como director general de mantenimiento de esta empresa pública, implicada en la trama.

El paradigma de estas irregularidades es la sociedad ligada a Koldo García Izaguirre, Soluciones de Gestión, que en cuatro ocasiones anterior a la adjudicación fue sancionada por impagos con Hacienda. Koldo era una especia de "chico de los recados" de Ábalos. Se movía como pez en el agua por el Ministerio de Fomento, trataba con malos modales a los funcionarios, pero lo que pedía, lo conseguía puntualmente, porque era "como si lo pidiera el ministro", señala una fuente interna.

Ábalos, sin embargo, se declaró "sorprendido" en las primeras declaraciones públicas en el Congreso tras conocerse que Koldo habría cobrado comisiones por alrededor de millón y medio que, para colmo de males, luego invirtió de manera opaca en pisos a nombre de sus familiares sin que Hacienda levantara siquiera un acta contra él.

El exministro fue grabado en fiestas con su jefe de seguridad, que pagaba con billetes físicos, presuntamente para ocultar su procedencia. ¿Nunca preguntó de dónde venía el dinero? Fuentes cercanas aseguran que, aunque se lo figurara, no preguntaba para no estar al corriente de los detalles. Las pesquisas de la Guardia Civil muestran que el pasado 10 de enero quedó con su asesor de confianza en la marisquería La Chalana, pese a que aseguró que había bloqueado sus llamadas en el móvil.

"Ábalos no se va a amilanar, conoce muy bien a los altos cargos del partido, desde Pedro Sánchez para abajo, y está al corriente de sus secretos desde hace años", agregan estas fuentes. Desde el primer momento, negó su implicación, pese a que el sumario figura como "intermediario", y se mostró dispuesto a defenderse. En su entorno no dudan de que estaría dispuesto a sacar los trapos sucios, o lo que es mismo, a tirar de la manta si se siente acorralado.

"¿Dimitir, yo?, ¿por qué iba a dimitir si otros han hecho lo mismo y siguen ahí. Además, yo no estoy imputado", señaló en la entrevista en la Sexta Noche emitida el pasado fin de semana. Sin mencionarlos, Ábalos intentó extender la responsabilidad al a Cerdán, Salvador Illa ó el propio Sánchez. Sobre todo, al número dos del partido, que fue quien le recomendó a Koldo cuando Ábalos asumió la cartera de Fomento.

Koldo se las arregló con la Seguridad de Barajas para que Delcy no entrara en nuestro país

Uno de los asuntos que sobrevuela el caso Koldo es el de Delcy Rodríguez. Sánchez fue alertado, según fuente confidenciales, de que la vicepresidenta venezolana tenía reservada habitación en el Santo Mauro, un hotel de lujo del grupo AC, propiedad de Antonio Catalán, amigo íntimo del expresidente Zapatero, muy bien relacionado con el régimen de Maduro, aunque él lo niega.

Ábalos ha señalado en alguna ocasión a sus allegados que Sánchez le llamó por teléfono para que impidiera la entrada de Delcy en nuestro país, como así hizo, aunque al entrar en la sala VIP pisó suelo español. El encargado de realizar las gestiones con los jefes de seguridad del aeropuerto de Barajas, según los testimonios presenciales recogidos en ese momento, fue el famoso Koldo, que igual servía para un roto que para un descosido.

El exministro se mostraba hasta el fin de semana pasado dispuesto a alcanzar un acuerdo, que saltó hecho añicos 48 horas después, cuando el PSOE le dio un ultimátum para que abandonara su escaño en el Congreso. ¿Por qué en tan poco tiempo pasó de hablar de un posible pacto a enfrentarse abiertamente a su partido? El exministro solicitó una "salida personal", como ya hizo cuando Sánchez le arrebató la cartera de Fomento. Entonces, Ábalos pidió una embajada latinoamericana, al parecer Paraguay. Sánchez se la denegó, pero luego lo mantuvo en las listas para ser diputado. ¿Compró así su silencio? De poco le sirvió.

Ábalos siempre tuvo pánico a volver de maestro a la escuela de primaria de donde salió en Quart de Poblet (Valencia) para entrar en política. ¿Qué podía hacer ahora el PSOE sin destapar los ataques de la oposición y las críticas de la opinión pública? Poco o nada. Al parecer, le ofrecieron entrar en varios consejos de administración de empresas públicas, lo mismo que hizo él con Koldo, que de guardaespaldas pasó a consejero de Renfe Mercancías y de Puertos del Estado sin tener conocimientos.

Ábalos rechazó la oferta, consciente de su fragilidad, según medios cercanos. El exministro, al que le quedan dos años y medio para su jubilación, cobrará unos 5.000 euros mensuales en el grupo mixto y cotiza a la Seguridad Social en la banda más alta, con lo que se garantiza un retiro bien remunerado, que no tendría como consejero áulico de una sociedad pública. Amén de la inmunidad parlamentaria, aunque hasta ahora no ha sido investigado ni por la Fiscalía Anticorrupción ni por la Audiencia Nacional.

El gran temor en el PSOE es que el fuego alcance a Salvador Illa y frustre el apoyo catalán

Es la primera vez en la historia que un exministro y hombre de máxima confianza de un presidente del Gobierno pasa al grupo mixto. No obstante, Ábalos se mantendrá fiel a los socialistas y defenderá la amnistía. Pero el gran temor en el PSOE es que el fuego alcance al ex ministro de Sanidad y primer secretario del PSC, Salvador Illa.

Illa fue el ministro de Sanidad durante la pandemia, responsable de adjudicar 2.500 millones en contratos a dedo por motivos de emergencia, que en el 35% de los casos presentan irregularidades.

Casi medio centenar de adjudicaciones, según la documentación del Tribunal de Cuentas analizada por elEconomista, fue a parar a firmas sin solvencia acreditada y dedicadas a objetos sociales, que incumplen los requisitos de la Ley de contratos públicos. Este es el caso de Hyperin, un fabricante de yesos sin actividad, que recibió el encargo para suministrar 145 respiradores.

Las prisas abrieron la puerta a todo tipo de actuaciones legales o no. La diferencia con el escándalo Koldo, es que con el ex ministro de Sanidad no se ha demostrado el cobro de comisiones por parte de ningún mamporrero político de su confianza ó cercano al PSOE. Si las investigaciones judiciales sobre las mascarillas alcanzan en el futuro a Illa, pondría en juego la estabilidad del Gobierno. Cataluña es el granero de votos de Sánchez y los socialistas aspiran a llegar al Palacio de la Generalitat en las elecciones autonómicas del próximo año.

La interlocución con los independentistas, en la cuerda floja después de que el Supremo abriera una causa contra Puigdemont por terrorismo en contra del criterio de la Fiscalía, podría verse en entredicho si las sospechas de corrupción afectan a Illa tras alcanzar a cuatro ministros y a la Presidenta del Congreso. Otros partidos como el PNV también podrían retirarle el voto, como hizo cuando precipitaron la caída de Rajoy. El sanchismo necesita levantar urgente un cortafuegos si quiere preservar la poltrona hasta 2027, como presume su presidente. "Es el momento más delicado desde que llegamos al poder", reconocen internamente. Sánchez va a tener que reescribir el manual de resistencia, que ideó con su otrora amigo Ábalos.

PD.-La opacidad y la desgobernanza de Grifols lo volvió a colocar en el ojo del huracán. La farmacéutica revivió los peores momentos en bolsa de Bankia al presentar resultados sin auditar y reconocer que este año no iba a generar caja suficiente para pagar la deuda. Su pésima gestión de la crisis es peor enemigo que Gotham.

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