Economía

El PIB de EEUU vuelve a destrozar todas las previsiones con un crecimiento del 3,3% anualizado en el cuarto trimestre de 2023

  • Los expertos esperaban un crecimiento de entre el 2% y el 2,5% anualizado
  • El consumidor, motor de la economía estadounidense, sigue resistiendo
  • Esta fortaleza añade más argumentos contra un recorte de tipos en marzo
Imagen: Dreamstime

La economía de EEUU sigue desafiando a todos aquellos expertos económicos que ven próxima la desaceleración o incluso la recesión. El Producto Interior Bruto (PIB) del país creció un 3,3% anualizado en el cuarto trimestre de 2023, según la estimación preliminar publicada este jueves por la Oficina de Análisis Económico (BEA) del Departamento de Comercio. Una lectura que coincide con la desaceleración respecto del 4,9% del tercer trimestre que esperaba todo el mundo, pero que se sitúa aún muy por encima del 2-2,5% anualizado que vaticinaban los analistas. El informe de la BEA también trae buenas noticias por el lado de la inflación: el deflactor del consumo personal (PCE) subyacente (excluye energía y alimentos), indicador fetiche de inflación de la Reserva Federal, se situó en el objetivo del 2% fijado por el banco central. Aunque los titulares del lado de los precios son positivos y el de PIB no deja de ser un dato 'a toro pasado', la resiliencia de la economía que telegrafía es otro argumento en contra del primer recorte de los tipos de interés en marzo.

Dentro del desglose de la BEA, el apartado más observado es el del consumo personal. El gasto de los consumidores supone aproximadamente dos tercios del PIB de la primera potencia del mundo y por eso se dice es que el motor de la economía estadounidense. En el último cuarto de año, el consumo personal avanzó un destacable 2,8% anualizado. El dato se modera muy ligeramente desde el 3,1% anualizado del tercer trimestre. Además, con un aumento de la renta real disponible del 2,5%, la tasa de ahorro solo bajó del 4,2% al 4%.

Sin embargo, el crecimiento de la inversión empresarial fue más moderado, con un aumento de sólo el 1,9%, ya que los tipos más altos parecen estar actuando más como un viento en contra. El gasto público aumentó un fuerte 3,3%, pero, dado que los ingresos fiscales de las administraciones estatales y locales retrocedieron el año pasado, se espera una ralentización retardada del gasto del sector público y del crecimiento del empleo este año.

"Aunque representa una modesta ralentización con respecto al fuerte aumento del tercer trimestre, el dato sigue estando muy por encima de la mayoría de las estimaciones del ritmo potencial a largo plazo de la economía, que estaría más cerca del 2%. También es un resultado mucho mejor que el de otros países del G-7, donde el PIB prácticamente se ha estancado bajo el impacto de unos tipos de interés más altos. Además, si excluimos la volátil contribución de los inventarios, la tasa de crecimiento de las ventas finales del producto interior se redujo sólo trivialmente, del 3,6% en el tercer trimestre al 3,2% en el cuarto", valora Paul Ashworth, de Capital Economics.

Impulsadas por un gasto navideño mejor de lo esperado, las cifras del cuarto trimestre sugieren que la economía ha cobrado cierto impulso en el nuevo año, alimentando las expectativas de que la expansión se asienta sobre bases más sólidas. La evolución de la inflación y la respuesta de la Reserva Federal serán determinantes para definir el rumbo de la economía este año. Cuanto más tiempo se mantengan restrictivos los tipos de interés, más anticiparán los economistas que los costes de los préstamos afectarán a la demanda, así como a los planes de contratación y expansión.

Las cifras cierran un año en el que la economía ha mostrado una sorprendente resistencia, desafiando las expectativas de muchos economistas de Wall Street de que el país estaba a punto de entrar en recesión. A pesar de la carga que suponen para los hogares y las empresas las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal, el gasto de los consumidores se vio impulsado continuamente por el crecimiento duradero del empleo y la disminución de la inflación.

"La economía se comportó notablemente mejor de lo esperado en los tres últimos meses del año pasado, lo que refuerza nuestra opinión de que las expectativas del mercado de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés ya en marzo son prematuras. Aunque el PIB es retrospectivo, la fortaleza de las ventas finales reales a compradores nacionales, motor de la economía, pone de relieve la resistencia de la economía", escribe en un comentario rápido Ryan Sweet, de Oxford Economics.

"La economía estadounidense de nuevo bastante más de lo previsto. Además, el crecimiento fue generalizado. Los datos no indican una entrada en recesión. Por el contrario, existe un mayor riesgo de que la presión inflacionista vuelva a aumentar. Por lo tanto, la Fed no está sometida a ninguna presión inmediata para recortar los tipos de interés. Seguimos creyendo que las especulaciones del mercado sobre un primer movimiento ya en marzo no están justificadas", exponen Christoph Balz y Bernd Weidensteiner, de Commerzbank.

Para Sweet, de Oxford, que el PCE subyacente se situará en el objetivo del 2% (tasa trimestral anualizada) "deja la puerta abierta a un recorte de los tipos de interés por parte de la Fed a partir de mayo". "La Fed ha señalado que recortará antes de que la inflación vuelva a su objetivo del 2%. El desfase entre los cambios de la política monetaria y la economía es largo y variable, por lo que si quiere lograr un aterrizaje suave, tendrá que relajar la política monetaria este año. El reequilibrio ordenado del mercado laboral, la desinflación en ciernes y la moderación del crecimiento de los salarios nominales deberían proporcionar a la Fed cobertura para iniciar la relajación en mayo", agrega.

ING: "Una gran cifra hoy hace más probable que el PIB del primer trimestre de 2024 sea más débil"

"Tenemos la confirmación del 'trabajo hecho' en materia de inflación. La medida de inflación preferida por la Fed se ha situado en el 2% anualizado por segundo trimestre consecutivo. Los datos mensuales de diciembre que se publicarán este viernes también confirmarán probablemente que el aumento intermensual se ha situado por debajo del umbral clave del 0,17% intermensual por sexto mes consecutivo, que es la tasa que debemos alcanzar en 12 meses para llegar al 2% interanual. Por tanto, la Fed tiene ahora un amplio margen para recortar los tipos. Solo creemos esperará un poco más para asegurarse de que está realmente segura de que puede permitirse recortarlos: esperamos el primer movimiento en mayo, con recortes de 150 puntos básicos este año", plantea James Knightley, de ING.

No todo en el informe sobre el PIB es todo de 'color de rosa' para los analistas. "La mejora con respecto al consenso se debió en parte a que los inventarios acabaron siendo ligeramente positivos para el crecimiento global del PIB cuando, tras la gran contribución positiva del tercer trimestre, esperábamos un retroceso el trimestre pasado. Las exportaciones netas también añadieron 0,4% al crecimiento del PIB, ya que aumentaron un 6,3% más de lo previsto. Esto último se debió a un aumento del 9,5%, ligeramente sospechoso, de las exportaciones de servicios. El resultado es que seguimos esperando que el crecimiento del PIB se ralentice notablemente hasta situarse por debajo del 1% anualizado en el primer trimestre de 2024", aventuran desde Capital Economics.

"Aunque la industria manufacturera está estancada, el sector servicios se expande con fuerza. Evidentemente, la política fiscal expansiva, los colchones financieros acumulados durante la pandemia y la financiación a largo plazo que protegió a las entidades económicas de la subida de los tipos de interés han estabilizado la economía. Estos argumentos pierden cada vez más fuerza, lo que sugiere que el crecimiento se ralentizará en 2024", avisan desde Commerzbank.

"Una gran cifra hoy hace más probable que el PIB del primer trimestre de 2024 sea más débil. Los inventarios van a contribuir negativamente y es probable que el comercio también vuelva a ser un factor negativo, mientras que el impulso del consumo también se está ralentizando un poco. Según las encuestas de coyuntura, la inversión seguirá siendo débil. Aún es pronto, pero prevemos un crecimiento del 1-1,5% anualizado para el primer trimestre. El consenso actual es de un crecimiento del PIB de sólo el 0,6%", considera Knightley desde ING.

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